Mikeas
Raymundo Meza
La fajina, o “Chacmay” faena, es una actividad ritual en homenaje a la tierra y al trabajo comunal. |
Comas, de hijos
labriegos, este 29 de setiembre cumple 188 años de haber sido fundada por Simón
Bolívar. En homenaje a este aniversario y por derecho propio de cultivar las
tradiciones de la cosmovisión andina, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza La fajina o “Chacmay” faena, por ser una actividad ritual en homenaje a la
tierra y al trabajo comunal.
¿De qué trata? Es la
celebración a la ejecución comunal de roturación de la tierra, usando
herramientas agrícolas ancestrales como la “chakitaqlla” o arado de pie. Esta festividad
andina, expresada de manera ritual y festiva, transmite tradiciones ancestrales
como: la faena o “ayni”,
la religiosidad andina, el manejo productivo, la música, el baile, la comida,
el uso y vigencia del quechua y de la “chakitaqlla”, la estrecha relación del
mundo andino con la naturaleza heredada de los tiempos prehispánicos, el
sistema tradicional de rotación de cultivos y su organización por un periodo de
cinco o seis años.
El uso de la “chakitaqlla” constituye un tipo de tecnología
agrícola que hasta hoy es idónea para determinados cultivos y terrenos en las
andenerías de Comas. Las
chacras son trabajadas de forma colectiva y solidaria por los comuneros de cada
barrio; además, es parte del culto a la “Pachamama” o madre tierra.
La versión contemporánea de La fajina surgió en 1900, cuando la
Iglesia Católica donó imágenes al pueblo: el primer barrio tiene como patrón al
Santísimo Amo; el segundo barrio, a la Virgen Purísima; el tercer barrio, al
Patrón Santiago; y el cuarto, a Ánimas Benditas. De esta manera se introdujo en
la antigua tradición del “chacmeo”
comunal los elementos de la religión católica.
Esta festividad se
desarrolla al compás de una orquesta, que incluye la tinya que entonará las melodías en tres tiempos denominados: “pasacalle”, ritmo que acompaña los
desplazamientos de los grupos, la “uchuccha”, intermedio musical y “champaticlay”, melodía que acompaña el
volteo de la tierra. Cinco meses antes se recogen leña para los mayordomos, una
semana antes se prepara la chicha. El primer día de elaboración de ésta se
realiza el “camachinacuy”
o súplica, actividad que reúne autoridades, mayordomos y familiares para
acordar el proceso de la celebración y establecer normas y sanciones durante la
fiesta.
La fajina dura seis días: el
primero es el “chaclapichay”
o limpieza de la chacra, luego, se inicia el “chakitincuchi” o “igualado de pies”
al compás de las orquestas de cada barrio. El segundo día realizan el “botija apalay” o cargado de la botija,
que consiste en el traslado a las chacras de chicha con flores de dalia y con
la bandera peruana. Se realiza una misa en honor a los patrones de los barrios,
salen en procesión por la plaza con orquestas, se hace el “panco cuchuy” o corte de carne, plato
típico de esta fiesta. El tercer día se da el “chacmeo” o “champa ticlay”,
que consiste en levantar bloques de tierra con las “chakitaqllas” y es asistido por los “calchicos”, personajes que ayudan
a voltear la tierra con las manos.
Durante el día,
con cohetes, son llamadas las “vasallas” para
llevar el “panco”, a la chacra de cada
barrio. Éste será degustado por toda la población. Por otro lado, las “vasallas” son mujeres vestidas con
traje tradicional de la región, serpentinas y pañuelo en mano, con alegría y
coqueteo, rinden reconocimiento a los “taqlleros”. El cuarto día realizan
el “botija apalay” y llevan los botijones de chicha a los
terrenos y continúa el “chacmeo”
en las chacras, animados por las orquestas y música de la “chirísuya”.
El quinto día, el “chacla juntay”, es el fin del trabajo
agrícola para trasladarse a las chacras
de los barrios. Se inicia el concurso de “taqlleros”, participan los barrios, se
comparte el almuerzo y se elige nuevos mayordomos para el siguiente año. El
sexto día, se realiza el “corta monte”,
todos se concentran en la Plaza Cívica, donde se hace el “despacho" o “chaccha”: en
cada esquina de la plaza se dispone una mesa ritual que consiste en el tendido
de mantas sobre las que se colocan hojas de coca y cigarros, entonces tenemos
la “hualla”,
ceremonia en la que familiares y asistentes colocan dinero en un poncho que
entregan a cada mayordomo como apoyo. Al caer la noche, se despide a La fajina que se realiza en el mes de
febrero, días antes o después de los carnavales.
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