María Teresa Zúñiga
Por el Día Mundial del Teatro, 27 de marzo del presente, el Ministerio de Cultura llevó a cabo, en la Sala de Ceremonias del Museo de la Nación, el reconocimiento: “Personalidad Meritoria de la Cultura”, destinado a homenajear a siete destacados actores, directores y grupos de teatro peruanos, por su trascendental labor artística y su aporte al desarrollo de la cultura, dentro y fuera de nuestro país. Esta ceremonia estuvo encabezada por el Ministro de Cultura, Luis Peirano, acompañado por una serie de personalidades del arte escénico.
Así, es meritorio mencionar a César Escuza Norero, director del Grupo “Vichama Teatro” en Lima, quien al recibir tan preciado reconocimiento no solo pone en alto a la escena nacional, sino a Huancayo, su tierra natal.
Hace treinta años, después de algunas experiencias teatrales en nuestra ciudad con el Grupo “Sierra intensa” y “La muralla”, Escuza viaja a Lima e inicia una tarea titánica en Villa El Salvador: una experiencia teatral que se manifiesta dentro de la historia de esta ciudad que en la década de los ochenta se ha de convertir en uno de los bastiones democráticos del país. Por aquí, transita la presencia de aquellos pobladores sin tierra que van a levantar una ciudad sin límites, hoy, uno de los distritos más progresistas de la capital; así mismo, la presencia de María Elena Moyano y las luchas de las mujeres por el respeto y la vida con una organización vecinal digna de ser imitada. Todo ello hizo que Villa El salvador fuera reconocida con el “Premio Príncipe de Asturias” de España.
Escuza, va a ser parte de esta historia al poner en escena obras teatrales que expresen el sentir de los pueblos, haciendo de esta experiencia un laboratorio de interculturalidad. Su labor de años dentro del Centro de Comunicación Popular hizo que se acercara a muchos jóvenes que más adelante sentarían los cimientos de esta actividad teatral, que se multiplicaría a través de diversos grupos representativos en todo Villa El Salvador.
Hoy, César Escuza está considerado como uno de los directores más importantes del país, quien evoca el principio de un teatro transformador, visionario y sanador. Así, el teatro comunitario es el principal espacio para su creación. Actualmente, participa en diversos festivales en Colombia, Canadá, Brasil, China, Taiwan, Corea y Chile, como director y pedagogo internacional, conjuntamente con su grupo. Él afirma: “Para nosotros el arte es una manera de estar en el mundo, de defender el derecho a la creación, para que deje de ser un privilegio y sea accesible a todos. Pensamos que el teatro es un laboratorio de vida y un espacio que permite meditar y actuar sobre la historia”.
Para quienes hemos seguido de cerca su trabajo teatral, nos complace sobremanera el reconocimiento que se le ha otorgado: “Personalidad Meritoria de la Cultura”, que nos convoca a referirnos sólo a él, porque hoy Huancayo se inclina ante uno de sus hijos más virtuosos, y levantamos sombreros y sembramos “huapidos” al aire en señal de regocijo.
Resaltamos así mismo a otros grandes artistas que fueron reconocidos con esta distinción: Tomás Temoche, Eduardo Valentín, Ana Correa, Alfonso Santiesteban y Jorge Guerra.
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