Oswaldo Reynoso, es uno de los escritores más importantes de nuestro país. Autor de “Los inocentes”, “En octubre no hay milagros”, “El goce de la piel”, o “Los eunucos inmortales”, para nombrar solo algunos de sus libros que han marcado a más de dos generaciones de peruanos. Él cumple 80 años de una prodigiosa vida y 50 años de haber marcado nuestra literatura con su inocencia. Durante la FELIZH 2011 se le rinde un merecido homenaje que lo encumbra como uno de los escritores más queridos en nuestra región, y donde pudimos hacerle esta breve entrevista.
Para usted mismo, ¿Quién es Oswaldo Reynoso?
Me es muy difícil, totalmente difícil. En todo caso, las personas que me quieren conocer como soy deberían leer mis libros, porque un escritor se expresa a través de lo que escribe.
¿Cómo se inicia usted en su camino por la literatura?
Bueno, yo tuve un padre muy amante de la lectura y desde que abrí los ojos vi que mi casa, en la sala destinada al estudio de mi padre, estaba llena de libros. Y ahí empecé a leer. Con precisión, no recuerdo qué es lo que leía a los siete u ocho años. Mi papá y mamá me daban las lecturas, pero la novela que me impresionó de sobre manera fue “Germinal” de Émile Zola.
¿Siempre quiso ser escritor o había algo más que usted quería ser?
A los catorce o quince años, intuí que mi vida se iba a orientar en dos caminos: la creación literaria y la docencia, y estas dos actividades las he cumplido a lo largo de mi vida.
¿Quiénes fueron sus escritores referentes?
Lo que me impresionó más a mí, a pesar de que soy narrador, fue la poesía, los poetas malditos como Rimbaud, Verlaine, Baudelaire. Luego ya comencé a leer las novelas de Alejandro Dunas, Víctor Hugo, de Dostoievski. Después ya pasé a Stendhal, Flaubert y lo que también me impresionó fueron dos libros: “La montaña mágica” de Thomas Mann, como “La muerte en Venecia”, y “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust.
¿Cuál cree usted que es su libro más personal?
Todos mis libros, para mí, son iguales, puesto que he llegado a la conclusión que solamente he escrito un libro con diferentes personajes y diferentes asuntos, ya que lo que siempre he perseguido ha sido la búsqueda de un estilo, el trabajo del lenguaje en su sentido poético.
¿Hay algo en especial que quiera expresar a sus lectores con sus libros?
Un creador escribe y esta obra puede tener diferentes apreciaciones deacuerdo con el lector, porque él, cuando lee, pone en juego toda su experiencia vital y cultural, de tal manera que un libro puede tener diferentes formas de apreciarlo y de comprenderlo deacuerdo con la experiencia del lector.
Hoy con más de 50 años de escritor, ¿qué es lo más grato que le ha sucedido como tal?
Un escritor siente cierta satisfacción cuando ve que su libro ha tenido acogida y que los lectores se entusiasman con la lectura de este libro.
Usted considera que la lectura podría sacar al Perú de la pobreza, ¿por qué?
Sí, un pueblo culto es una persona que comprende su situación en el mundo, a qué clase social pertenece, cuáles son sus intereses, y eso lo lleva a una actitud para exigir que en el mundo haya igualdad y justicia. Un hombre que no tiene cultura es fácilmente manejado por los demagogos o por personas que pueden comprar sus conciencias con limosnas.
Usted ha afirmado su respeto a Vargas Llosa a pesar de sus innumerables diferencias políticas e ideológicas. Hoy un grupo de personas quiere hacer una quema pública de la obra de este escritor, ¿qué opina sobre esto?
Opino que ellos son unos estúpidos, esa es la palabra, unos estúpidos. A veces no tiene que ver con la preparación académica o la realización de una profesión. La estupidez se da en todos los sectores.
¿Usted conoció a José María Arguedas?
Sí, en la Universidad Nacional de La Cantuta. Ahí trabajó él como profesor y ahí pude hacer amistad, a través del poeta Manuel Moreno Jimeno.
¿Su obra ha sido marcada por él?
Por supuesto, sobre todo por Warmaqullay y por algunos pasajes de ese hermoso libro: “Los ríos profundos”.
En la III Feria del Libro Zona Huancayo se le está rindiendo un merecido homenaje, ¿qué es lo que más le gustaría en esta celebración?
Nada, simplemente para mí es una gran satisfacción el recibir este homenaje.
Un pueblo culto es una persona que comprende su situación en el mundo, a qué clase social pertenece, cuáles son sus intereses, y esto lo lleva a una actitud para exigir que en el mundo haya igualdad y justicia.
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