miércoles, 24 de agosto de 2011

Solo 4, “379”, del 20 de agosto de 2011


LA CITA

“De dónde viene, no lo sé. Pero a dónde va, puedo decíroslo: va al infierno”.
Alejandro Dumas, El conde de Montecristo

LO ÚLTIMO

I Concurso Nacional de Novela Corta “Premio Ciudad Incontrastable - 2011”
La Municipalidad Provincial de Huancayo y el sello editorial Bisagra Editores, con el propósito de contribuir al desarrollo literario y cultural de la región centro del Perú, convocan al I Concurso Nacional de Novela Corta “Premio Ciudad Incontrastable - 2011”, donde podrán participar todos los escritores peruanos mayores de edad, con temas totalmente libres.

El Jurado es presidido por el escritor Carlos Calderón Fajardo, acompañado por los escritores Julián Pérez y José de Piérola. El premio del certamen consiste en la suma de S/.6000 Nuevos Soles, más diploma de honor y la publicación total de la obra. Las bases completas las podrán encontrar en nuestro blog y en el de Bisagra Editores, además, en el perfil de Facebook “Suplemento Solo 4”.



Arte Africano, raíz de la humanidad


César Pastor

Han transcurrido tres años desde la primera exposición de arte africano organizada por el ICPNA Región Centro, años que reflejan las huellas de los nuevos acontecimientos ocurridos en el mundo entero y, en particular, en el continente africano.
Los países más afectados con los cambios políticos y sociales están en el norte de África. Son Túnez, Libia, Argelia, Marruecos y Egipto, habitados principalmente por una población de origen árabe. Hubo también transformaciones y cambios sustanciales en países del África negra; por ejemplo, el sur de Sudán se independizó después de más de 50 años de enfrentamientos y Costa de Marfil al fin conoció un nuevo gobierno después de 10 años de fallidas promesas electorales.
Se produjeron igualmente cambios en el mundo sobre la concepción y la valoración de la cultura africana y de sus descendientes. En lo particular, se observa el creciente interés de la comunidad internacional en relación a los afrodescendientes, al respeto de la multiculturalidad y a la universalidad de los derechos humanos. Como consecuencia de ello, 2011 ha sido declarado “Año internacional de los afrodescendientes”, por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Dentro de este contexto, visualizar la cultura como el derecho a la educación y al saber es trascendental. Innovar la reflexión analítica de la población sobre la riqueza cultural de los pueblos como maduración de una nueva conciencia nacional es un deber de todos.
Consideramos que una visión universal de la cultura se basa en principios y respeto a la creación histórica de los pueblos, grupos, etnias y comunidades. El Arte africano es una multifacética creación de los hombres africanos, desde la moderna África del Sur, pasando por pueblos de Guinea, Costa de Marfil, Benin, Liberia o Camerún.
El conjunto maravilloso de cada objeto representa y refleja motivaciones matizadas de creencias religiosas, costumbres de los pueblos, expresiones de la vida diaria, simbología mística en las máscaras de sus deidades y dioses; otros objetos son dedicados a las actividades agrícolas, siembra y cosecha, a actividades sociales como el matrimonio, fetiches, culto a los antepasados, al periodo de iniciación, o simplemente a visiones o sueños.
Aunque muchas culturas florecieron en África a lo largo de milenios, poco, de las riquezas culturales y las tradiciones, fue escrito; casi todo lo que conocemos fue plasmado en sus obras de arte y en su tradición oral. Así como la Huaconada, expresión artística del valle del Mantaro, lleva un mensaje moral, ético y costumbrista; las máscaras, estatuas, pinturas, “batiks”, los tallados en bronce, hacen parte de la visualización de una cultura viva. Esta perdura desde tiempos anteriores a la colonización de África por Francia, Italia, Inglaterra, Portugal, Bélgica, Alemania y España.
Esta exposición tiene por objeto mostrar la vigencia, riqueza y vitalidad de esa cultura y la belleza de su arte. Con ella queremos también rendir tributo a uno de los hombres más grandes de la historia africana y mundial, Nelson Mandela, “Madiba”, a 93 años de su nacimiento. No solamente su historia ha sido ejemplar, sino también su visión del mundo moderno. Maestro de maestros en política internacional, Mandela enseñó a resolver los conflictos más agudos de racismo de una manera pacífica, demostrando que los hombres de diferentes colores pueden reconciliarse y vivir en armonía y paz.

MÁS DATOS: La muestra que se exhibe en el ICPNA Región Centro pertenece a la colección del antropólogo y consultor internacional César Pastor Ortega. La pueden encontrar en la Galería de Arte de esta institución en Jr. Ayacucho n° 169, Huancayo.

El Arte africano es una multifacética creación de los hombres africanos, desde la moderna África del Sur, pasando por pueblos de Guinea, Costa de Marfil, Benin, Liberia o Camerún.






Los “malditos”

Pedro Guillén

Arturo Jauretche, ensayista argentino, autor de “Los profetas del odio” y “El paso de los libres” designó como los “malditos” a los condenados al silencio y al olvido por la superestructura cultural manejada por la clase dominante. Se trata de los Quijotes que tuvieron la osadía de levantar su palabra contra los mitos consagrados, negándose a la complicidad con intelectuales, artistas y políticos que lograban fama a cambio de “lamer la propia cadena que los esclavizaba”. Los grandes diarios, revistas, radios, cine y televisión les negaron su acceso para impedir que con sus ideas construyan una auténtica cultura nacional que pusiera en cuestionamiento a la política antinacional para reasegurar el coloniaje económico, político y social.
Entre aquellos “malditos” estaría –entre tantos– Manuel Ugarte, otro ilustre argentino que luchó incansablemente por la unidad latinoamericana, al igual que Víctor Raúl Haya de la Torre en sus años aurorales; también, Facundo Cabral, el gran ausente, el juglar del sector marginal, el trovador y ciudadano del mundo: “No soy de aquí, ni soy de allá”; Héctor Roberto Chavero, conocido como Atahualpa Yupanqui, quien por su militancia comunista solía decir: “Me acusaban de todo, hasta del crimen de la semana que viene”; también, fue considerado como “maldito” el ícono de la juventud, Elvis Presley, en la década del cincuenta, acusado de pervertir a la juventud norteamericana, “el único blanco que cantaba como negro”, investigado por la Comisión McCarthy del Senado por la supuesta infiltración del comunismo en el Rock and Roll, con el Ku Kux Klan quemando millones de sus discos; o el gran maestro y filósofo Homero Manzi, también escamoteado orador, escritor, poeta y político argentino, con su espíritu auténticamente creador que enriqueció la cultura universal.
Iniciamos estas disquisiciones siguiendo la larga lista negra de “malditos” con uno de los connotados intelectuales de Argentina: Enrique Santos Discépolo (1901-1951) poeta, músico, teatrista y un auténtico revolucionario luchando contra toda la maquinaria oficial que quería borrar su recuerdo; ni la expurgación de su nombre en las antologías por parte de los plumíferos bienpensantes no han logrado acallar su voz. Con Discépolo no “ha podido” la superestructura cultural, productora de tontos en serie, porque la protesta de sus versos nace en las bocas del pueblo ante las reiteradas “Décadas Infames” que debe afrontar.
No logrando silenciarlo, se ha empleado contra él otra vieja técnica: la deformación, intentando esterilizar su imagen en algún santuario oficial de las dictaduras. Si componía tangos, lo hacía a través de “ese pensamiento triste que se puede bailar”, donde podía expresar el dolor, la frustración y la protesta de las multitudes. Además, se ha intentado desfigurarlo encasillándolo como masoquista, chistoso y “otariote” sentimental; en un país al cual los grupos dominantes se empeñaban en achicar día a día, como dijo Antonio Machado de su patria: “… nos la dejan pobre, escuálida y beoda… de carnaval vestida”.
En el cancionero popular, no fue un letrista más, sino una implacable radiografía económico-social de aquellos tiempos tormentosos; ni siquiera los que ostentaban la bandera del arte comprometido lo superaron. Discépolo, uno de los mayores poetas, no se dejó enredar con directivas partidarias, ni modelos extranjeros; percibió el cuadro infame de la Argentina vasalla, verificando lo que significa el arte entroncado en la lucha popular, construyendo una auténtica cultural nacional y revolucionaria en plena semicolonia. No una “revolución en las imágenes” como postulaba Borges, ni tampoco el pretendido arte revolucionario según consignas de una burocracia lejana, sino simplemente “sentir como propia, la cicatriz ajena” y poseer la capacidad poética para recrear ese sentimiento como “arte cuestionador, inclaudicable, tozudamente acusador”.
Asimismo, sus versos abren un curso distinto entre el mensaje panfletario, y, a veces, truculento de la literatura, frente a la exquisita evasión de la pituquería. Ese es el Discépolo auténtico, el que mantiene una consecuencia inquebrantable, el joven de simpatías anarquistas, admirador de Goya y los escritores rusos, vinculado a artistas sociales, el lector fervoroso de Pirandello y el que “lucha por levantar el sainete al nivel del grotesco”, el que percibe la tremenda angustia popular de los años treinta y la recrea en sus tangos, impactado por la alegría de las multitudes después del 45; se suma al combate a través de sus charlas de 1951, exultante de entusiasmo ante una política de liberación económica y justicia social. Recurriendo a deleznables maniobras, el gobierno volvió a perseguir a Enrique Santos Discépolo, aún después de su muerte, para cobrarle el pecado de mantener toda su vida en una permanente lealtad a su pueblo.

En el cancionero popular, no fue un letrista más, sino una implacable radiografía económico-social de aquellos tiempos tormentosos.



Enrique Santos Discépolo

MICROCUENTO

Ecuación
Jomar Cristóbal

Giácomo es igual a la mitad de dos más cinco dedos elevado al cubo sobre trescientos sesenta y cinco días por siete a lado de Almudena.

PERFUME DE MUJER

“Amor ciego”
Rosa Montero

Sin dejar de mirarle, Tomás arrastró suavemente su mano hacia arriba: la punta de sus dedos se metió por debajo del ruedo de mi falda. Yo era una tierra inexplorada de carne sensible. Me sorprendió descubrir el ignorado protagonismo de mis ingles, la furia de mi abdomen, la extrema voracidad de mi cintura. Por no hablar de esas suaves cavernas en donde todas las mujeres somos iguales.


COLUMNA: DESDE EL ATELIER


El río narra la historia

Josué Sánchez

El río narra la historia, navegando río arriba, río abajo: “Allí está la mujer que se metió a vivir con el tigre... Allí, la joven embarazada de un sapo, desde cuyas entrañas se escucha el croar del hijo.... Allí habita la mujer violada por la Luna, que dio a luz al Sol”.
En la verde azul floresta de la selva peruana, el Amazonas, el río mítico, narra la historia. La historia de los seres humanos transformados en aves o reptiles y condenados a vivir lamentándose en busca de redención. La historia del tunchi que vive en la oscuridad y se alimenta de las personas codiciosas que buscan riquezas mal habidas. La historia de los seres de la selva, hombres y bestias, árboles y plantas.
Seres como el “chullachaqui” de pies desiguales, que encanta a las mujeres y, cual guardián de la naturaleza, se encarga de alejar a los cazadores codiciosos, asustándolos con su presencia. Jóvenes que viven acompañados del “ajútap”, el espíritu de los antepasados, que les ayuda a discernir el bien del mal, que les da valor para luchar contra sus enemigos y conocimiento para caminar hacia el futuro libres de culpa; y, de ese modo, convertirse en “waimakos”, una vez probados, limpios de cuerpo y espíritu.
Entre los “aguaruna” –la gente de las aguas–, los “waimakos” son los hombres que viven en armonía con su familia y la naturaleza. Hombres que conocen las propiedades curativas de las plantas, que no depredan la selva y cazan y pescan exactamente lo necesario para alimentarse, viviendo siempre en armonía con el “apajuí” y la “nankui”.
El “apajuí” es el Dios padre, el que da la luz, el aire y está arriba. La “nankui” es la diosa del subsuelo, la que enseña a las mujeres cómo cuidar a los hijos, cómo cocinar y usar la arcilla para hacer las ollas; la que enseña a estar en contacto con el fuego.
De esta manera se explica la realidad, a diario, de boca en boca, en el quehacer cotidiano, mientras se va preparando la merienda. Entre comentario y comentario de lo vivido en el día, narrando historias al hijo. Mitos, leyendas, historias que pasan del abuelo al padre, del padre al hijo, así como el río narra la historia en cada estación, en cada crecida.
En los atardeceres, cuando llegan las sombras, en los frescos bohíos donde la familia se reúne a beber el espeso masato y a comer la nutritiva yuca, flora y fauna comienzan a romper el silencio. Loros, otorongos, tapires, sachavacas, cotomonos, bejucos, lianas, guayabas, pacaes, nogales, palo rosas, diablo fuertes, orquídeas hablan y hablan, se pasan la voz, murmuran al paso de las hormigas, las arañas y las moscas; mientras mariposas turquesas, rojas, amarillas y negras conversan con las temidas serpientes de bocas sagradas que guardan el secreto ancestral de los que viven en la selva.
Nuevas y extrañas gentes han llegado a estas tierras. Huyendo de sus propias guerras, de sus propios miedos, o por el deseo de hacer fortuna; migrantes, colonos y perseguidos por la justicia, descienden asombrados y medrosos de las tierras altas y se aventuran por el río desconocido, entre la lujuriante vegetación, oyendo el canto de los pájaros. A estos aventureros la selva finalmente les roba el espíritu y los atrapa en su encanto, hermanándolos con la naturaleza, porque al fin y al cabo, llegan de las serranías andinas igualmente mágicas.
Otros, sin embargo, encerrados en sus rascacielos de vidrio, no han sentido jamás la tibieza del viento, no han visto al Sol desplegar en mil colores las gotas de lluvia, no han oído el canto del grillo, no han vivido la auténtica vida y no les importa arrebatarnos la nuestra. Sólo quieren quitarnos el río, la dulzura del agua, la limpieza del aire, nuestras historias, nuestras esperanzas y nuestro futuro. Así, mientras navegamos río arriba, río abajo; así, poco a poco, los colores de la verde azul floresta se están desgarrando.

De esta manera se explica la realidad, a diario, de boca en boca, en el quehacer cotidiano, mientras se va preparando la merienda.


Pintura: “Selva real maravillosa”, Josué Sánchez


Pintura: “Selva mágica”, Josué Sánchez

ARTÍCULO PRINCIPAL:


Una redención llamada Bob Marley

Omar Arzapalo

Una voz, puede hacernos sentir bien. Una canción puede ayudarnos a ver que la luz al final en verdad existe, aún como una estrella, quizás como un gran sol, o una lámpara al lado de la cama, un farol sobre la banqueta donde abrazamos el amor.
Hizo de su voz y su música, Bob Marley, esa luz, que nos enseñó a cantar y a compartir más con nuestro prójimo; ese halito luminoso en cada paso de idas o regresos. Siempre hay motivos para sentirnos bien, mejor aún si somos más.
Disfunciones ideológicas sobre la raza, que se percibían en su entorno, edificaron en él una fuerza inagotable, indiferente a lo que decía, sin vergüenza ante la sociedad jamaicana de entonces. La escasez no le fue ajena, peor aún sin padre, pero con una madre generosa que le hizo saber que para generar la luz se necesita energía y ésta siempre está en nosotros, solo necesitamos alimentarla.
Tuvo devaneos de amante, una descendencia impropia, pero respetuosa a su legado musical que será lo sobresaliente, porque el éxito existe y puede conseguir todo lo que deseas, eso lo supo bien y ya en su agonía cancerígena dijo: “El dinero no puede comprar la vida”.
Hoy son 30 años que Bob Nesta Marley pasea por el nirvana, en redención absoluta, porque si haces bien las cosas serás una persona inolvidable. “Solo has lo correcto si quieres que te recuerde como una luciérnaga entre matorrales nocturnos, cuando sonría al ver las figuras en el cielo sin sol, la fe es cierta, pacífica forma de alcanzar los sueños”.

Disfunciones ideológicas sobre la raza, que se percibían en su entorno, edificaron en él una fuerza inagotable, indiferente a lo que decía, sin vergüenza ante la sociedad jamaicana de entonces.




BREVIARIO:


Sociedad NN
Manuel Alanya, Bruno Colqui, Giancarlo Morales y Luis Puris nos entregan esta importante y muy necesaria compilación (La guerra florida edit., 2011), donde este cuarteto de poetas rompe nuestra concepción del verso y nos transmite su desencanto por la sociedad, “el prójimo”, la pareja y la familia que, en ocasiones, encuentran al escritor como un defecto. Esta publicación de lujo demuestra, una vez más, que hay muchos prodigios escondidos.




Whynot N° 10
Muy pocas revistas de nuestra región han logrado lo que este magazine de bolsillo: una diagramación muy estética e impecable, y la mejor calidad editorial, congregando a los mejores periodistas, articulistas y escritores de nuestra ciudad. A un precio de regalo (S/. 2), encuéntrela en la librería “La familia” y en sus distintos puntos de venta.



Derramado cielo
Esta publicación (Hiedra editores, 2011) es la compilación total de los ganadores del premio de poesía “Presencia Xauxa”, donde encontraremos los valiosos poemarios de novísimos precursores del verso, que a fuerza de su juventud y de la necesidad de plasmar los entretelones de la sociedad en la que viven, forman este libro. Es una interesante apuesta por la pluma regional.



AGENDA SEMANAL

Sesión de cuentacuentos: "Cuentos de la tierra en otoño"
Cuentacuentos: Miguel Meza Nieto
Organiza: ICPNA Región Centro
Fecha: jueves, 25 de agosto
Hora: 7 pm
Lugar: Auditorio del ICPNA Región Centro - Jr. Ayacucho 169, Huancayo.
INGRESO LIBRE

“2da Muestra de Arte Africano”
Colección César Pastor Ortega
Organiza: ICPNA Región Centro
Exposición abierta
Lugar: Galería de Arte del ICPNA Región Centro - Jr. Ayacucho 169 Huancayo.
INGRESO LIBRE




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