jueves, 5 de abril de 2012

Bases de los Concursos Nacionales de Cuento y Poesía Premio FELIZH 2012

El Comité Organizador de la Feria del Libro Zona Huancayo, con la finalidad de alentar el desarrollo de la creación literaria en la región Junín y en todo el país, así como fomentar la lectura y promover la oferta editorial, convoca al cuarto Concurso Nacional de Cuento y tercer Concurso Nacional de Poesía Premio Felizh-2012, con arreglo a las siguientes bases:

1.- Tanto en los concursos de cuento y poesía podrán participar todos los peruanos y peruanas, mayores de edad residentes en el Perú o en el extranjero, siempre que los trabajos presentados hayan sido escritos en español y se envíen en este idioma. Asimismo, solo participarán obras que no se hayan presentado con anterioridad a otro premio o concurso nacional o internacional cuyo fallo esté pendiente.
2.- El tema en cuento es libre. El tema, metro (métrica) y rima son libres.
3.- El cuento deberá ser inédito –no se considerará inédito el cuento que haya sido publicado aun parcialmente por cualquier medio–. La extensión mínima será de seis páginas y la máxima de ocho páginas. El cuento deberá presentarse digitado por una sola cara en papel A4, a doble espacio, en letra Arial 12.
4.- Los poemas deben conformar un poemario inédito –no se considerará inédita la obra que haya sido publicada parcialmente por cualquier medio–. La extensión mínima será de trescientos versos y la máxima de seiscientos. En caso de que se escriba en computadora, deberá usarse letra Arial 12.
5.- Los participantes tanto de cuento como de poesía concursarán bajo un seudónimo.
6.- Cada participante podrá presentar sólo un cuento. Asimismo los participantes de poesía solo presentarán un poemario al concurso.
7.- Los trabajos tanto en el concurso de cuentos y poemas se presentarán en soporte electrónico- grabado en un disco compacto (CD), con el archivo en el programa Microsoft Word- y en papel- tres ejemplares legibles, debidamente compaginados, numerados en el extremo inferior derecho. Cada ejemplar impreso deberá contar con una carátula en la que se consignará el nombre del cuento o poemario y el seudónimo del participante. Asimismo, deberán ser acompañados por un sobre tamaño carta o similar, cerrado, que en su exterior consigne también el correspondiente nombre del cuento y/o el poemario, el seudónimo, y en el interior los nombres y apellidos del autor, una fotocopia legible del documento de identidad por ambos lados, lugar de nacimiento, dirección domiciliaria, dirección electrónica, teléfono y resumen biográfico.
8.- El soporte electrónico— con el archivo del cuento y/o el poemario—, los tres ejemplares impresos del cuento y los poemas, y el sobre tamaño carta o similar con los datos biográficos del participante tanto del concurso de cuento como de poesía, deberán guardarse en un sobre manila (o similar), y se entregarán en la dirección de la editorial PuntoCom, Jirón Moquegua Nº 257 - Huancayo.
9.- La fecha límite de recepción de los trabajos en ambos certámenes será el tres de mayo del presente año. Los trabajos enviados por correo serán considerados válidos siempre y cuando se registre en el matasellos la fecha mencionada.
10.- El fallo del jurado es inapelable. El Jurado del Concurso de Cuento está integrado por los renombrados escritores peruanos: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. El Jurado del concurso de poesía está integrado por tres reconocidas y respetadas poetisas, representantes del mundo académico-literario, ellas son: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo.
11.- El Jurado Calificador en el concurso de cuento elegirá tres trabajos ganadores, que se harán acreedores a: el primer puesto a un premio de S/. 1,000.00 (mil nuevos soles) el segundo puesto a un premio de S/. 700.00 (setecientos nuevos soles) y el tercer puesto a un premio de S/. 300.00 (trescientos nuevos soles) y la publicación de la obra. En el concurso de cuento el Jurado Calificador también proclamará a los cuentos finalistas que crea conveniente, de acuerdo a la calidad estética de las obras presentadas. El cuento ganador, el segundo, el tercer puesto y los cuentos finalistas serán publicados.
12.- El premio del tercer Concurso Nacional de Poesía “Premio Felizh-2011” al poemario ganador, será del monto de S/. 700 soles (setecientos nuevos soles) más la financiación del 100% del costo de publicación de la obra con la editorial PuntoCom, el premio al segundo puesto es de S/. 300 (trescientos nuevos soles), más una mini-biblioteca.
13.- El acto de premiación y la presentación del libro con los cuentos ganadores y finalistas y del poemario ganador del concurso de poesía se realizará en el marco del programa cultural de la cuarta Feria del Libro Zona Huancayo-Felizh.
14.- Finalizados ambos concursos, los trabajos que no hayan ganado serán reciclados.
15.- La participación en este certamen implica la aceptación de todos los puntos antes señalados.
16.- Cualquier caso no previsto en las presentes bases se resolverá a criterio del Jurado Calificador de ambos concursos y los organizadores.

Huancayo, febrero de 2012.

Solo 4, “411”, del 31 de marzo de 2012

LA CITA:

“Enciende el último cigarrillo de la noche y deja caer el cerillo sobre los techos de lámina y respira la madrugada de la ciudad, el vapor de trenes, la somnolencia de la carne, los tufos de gasolina y alcohol y la voz de Ixca Cienfuegos, que corre, con el tumulto silencioso de todos los recuerdos”.

Carlos Fuentes, La región más transparente

LO ÚLTIMO: Premio FELIZH 2012: concursos de cuento y poesía

El comité organizador de la IV Feria del Libro Zona Huancayo convoca al IV Concurso Nacional de Cuento y III de Poesía “Premio Felizh-2012”, teniendo como fecha límite de recepción de trabajos el 03 de mayo del presente. Los jurados calificadores para el concurso de cuento serán los prestigiosos escritores: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. Y para el certamen de poesía estarán: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo. Las bases generales las pueden encontrar en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”.

Por la equidad de género en la danza


Consuelo Arriola Jorge

Estamos asistiendo a la Globalización como un signo de la época postmoderna, y “entre los cambios más obvios y rotundos experimentados por los modelos de realización personal o grupal, se halla el rol que ha asumido la mujer media frente a sus clásicas funciones maternas y domésticas, junto al esfuerzo de readecuación que ello le demanda a los varones”, según afirma Hugo Biagini en su libro “Entre la identidad y la globalización”.
Algunos antropólogos, como el suizo Bachofen, sostienen que a una primera etapa de promiscuidad sucedió otra de matriarcado y, en un tiempo posterior, el patriarcado, tal como hoy lo conocemos. Parece que tiene razón pues, en nuestro país, la Dama de Cao es un indicio de que la organización social también estuvo a cargo del género femenino.
¿No será tiempo de que la mujer retome su rol protagónico y participe en todo el ámbito cultural? Pese al reconocimiento de la equidad de género, ésta no puede participar en ciertas danzas como La Huaconada de Mito.
Desde tiempos inmemoriales, los varones y las propias mujeres del distrito decían que quien se pone la máscara del Huacón se vuelve “descarado” (sinvergüenza). Debe ser cierto en el mejor sentido, pues la mujer al igual que el hombre se siente empoderada al ocultarse, porque la careta puede “transformarnos”, como en el teatro, para poder dar vida a un personaje que, quizás, somos en el fondo.
Por machismo y presión social, la mujer se limita a observar con prudencia la danza o a preparar el vestuario. Sin embargo, también desde tiempos remotos no son pocas las mujeres valientes que, desafiando el riesgo y aprovechando la máscara, se integran a la pandilla en horas de la noche o a la víspera, que por las veredas del parque “Bedoya” marcan el paso al compás de la orquesta, o que en sus casas danzan al son de tarareos que se llevan en el alma.
Tenemos el ejemplo de la Srta. Ramírez a quien al hacerle el “corta rabo” (bautizo para los nuevos integrantes), fue descubierta por su sufriente exclamación de dolor. El padrino tuvo que agasajar a los reunidos para mantener en reserva el hecho, y no recibir el castigo por haber permitido la participación de una mujer.
Volviendo al tema, postulamos la participación de las mujeres en la Huaconada, conocida mundialmente desde su reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Los niños han logrado integrarse al tercer día, antes solo se iniciaban como huacones aproximadamente a los 14 años; el Huacón antiguo tiene una cuarta jornada porque se estaba extinguiendo, ya que los jóvenes prefieren el vestuario moderno. Y ¿por qué las mujeres no podríamos tener un quinto día?
Somos conscientes que falta aún mucho camino por recorrer, pero a todos los invito a reflexionar con la preclara frase de González Prada: “La elevación moral de un hombre se mide por el concepto que se forma de la mujer: para el ignorante y brutal no pasa de ser una hembra, para el culto y pensador es un cerebro y un corazón”.
Que las mujeres no sigan bailando a escondidas: la apertura permitirá ampliar los horizontes de la danza. Cuando ella tome de manera renovada su rol de “sacerdotisa del Dios Kon” en estos tiempos de postmodernidad, sobreviviremos a la globalización sin perder nuestra identidad.

Treinta años construyendo una nueva historia

María Teresa Zúñiga

Por el Día Mundial del Teatro, 27 de marzo del presente, el Ministerio de Cultura llevó a cabo, en la Sala de Ceremonias del Museo de la Nación, el reconocimiento: “Personalidad Meritoria de la Cultura”, destinado a homenajear a siete destacados actores, directores y grupos de teatro peruanos, por su trascendental labor artística y su aporte al desarrollo de la cultura, dentro y fuera de nuestro país. Esta ceremonia estuvo encabezada por el Ministro de Cultura, Luis Peirano, acompañado por una serie de personalidades del arte escénico.
Así, es meritorio mencionar a César Escuza Norero, director del Grupo “Vichama Teatro” en Lima, quien al recibir tan preciado reconocimiento no solo pone en alto a la escena nacional, sino a Huancayo, su tierra natal.
Hace treinta años, después de algunas experiencias teatrales en nuestra ciudad con el Grupo “Sierra intensa” y “La muralla”, Escuza viaja a Lima e inicia una tarea titánica en Villa El Salvador: una experiencia teatral que se manifiesta dentro de la historia de esta ciudad que en la década de los ochenta se ha de convertir en uno de los bastiones democráticos del país. Por aquí, transita la presencia de aquellos pobladores sin tierra que van a levantar una ciudad sin límites, hoy, uno de los distritos más progresistas de la capital; así mismo, la presencia de María Elena Moyano y las luchas de las mujeres por el respeto y la vida con una organización vecinal digna de ser imitada. Todo ello hizo que Villa El salvador fuera reconocida con el “Premio Príncipe de Asturias” de España.
Escuza, va a ser parte de esta historia al poner en escena obras teatrales que expresen el sentir de los pueblos, haciendo de esta experiencia un laboratorio de interculturalidad. Su labor de años dentro del Centro de Comunicación Popular hizo que se acercara a muchos jóvenes que más adelante sentarían los cimientos de esta actividad teatral, que se multiplicaría a través de diversos grupos representativos en todo Villa El Salvador.
Hoy, César Escuza está considerado como uno de los directores más importantes del país, quien evoca el principio de un teatro transformador, visionario y sanador. Así, el teatro comunitario es el principal espacio para su creación. Actualmente, participa en diversos festivales en Colombia, Canadá, Brasil, China, Taiwan, Corea y Chile, como director y pedagogo internacional, conjuntamente con su grupo. Él afirma: “Para nosotros el arte es una manera de estar en el mundo, de defender el derecho a la creación, para que deje de ser un privilegio y sea accesible a todos. Pensamos que el teatro es un laboratorio de vida y un espacio que permite meditar y actuar sobre la historia”.
Para quienes hemos seguido de cerca su trabajo teatral, nos complace sobremanera el reconocimiento que se le ha otorgado: “Personalidad Meritoria de la Cultura”, que nos convoca a referirnos sólo a él, porque hoy Huancayo se inclina ante uno de sus hijos más virtuosos, y levantamos sombreros y sembramos “huapidos” al aire en señal de regocijo.
Resaltamos así mismo a otros grandes artistas que fueron reconocidos con esta distinción: Tomás Temoche, Eduardo Valentín, Ana Correa, Alfonso Santiesteban y Jorge Guerra.

A la luz del amanecer



Betty Martínez

Son cerca de las 6 de la tarde (16 de junio de 2011), y estoy cómodamente instalada en el sillón de mi dormitorio, leyendo, realmente ensimismada, “A la luz del amanecer”, preciosa novela que Edgardo (Rivera Martínez) acaba de dar por finalizada en estos días. De pronto asoma él por la puerta, me mira de esa especial manera que tiene para mí, y con gesto entre cómplice y gracioso me reprocha que en la mañana no lo dejara arrodillarse “para rendirme pleitesía o algo así”. Me río, sorprendida, él hace una venia y sin más me toma de la mano y me pide ir un momento a su estudio.
Allá vamos, y ya desde el pasillo escucho, como muchas veces, esas tonadas griegas que suelen acompañarlo cuando escribe. Leo el breve texto que me señala, relacionado con la novela. Cuando termino y me dispongo a salir me toma de las manos y empieza a bailar. No me cuesta seguirlo, nos dejamos llevar por la música, iluminados, y no me importa que en Grecia las mujeres no bailen, pues en ese momento somos dos Zorbas encantados, felices, porque Edgardo, esta mañana, ha puesto un punto final y porque, imagino, los dos sabemos que será difícil que nos olvidemos de mirar a las estrellas.
La música termina, Edgardo me da un beso y vuelve a su escritorio, yo a mi dormitorio, pues tengo urgencia por seguir leyendo mi bellísima novela. Mientras camino, me figuro a Azrael caminando por los campos anochecidos de Quishuar.

IMPRESCINDIBLES / CARICATURA:

Selección y textos: Roberto Loayza

Blanco y negro

Sergio Langer



Una manera de entender el humor gráfico como un gesto destructor y liberador al mismo tiempo. “Blanco y negro” es el primer libro del extraordinario Sergio Langer, en donde recorremos maravillados por los caminos favoritos del autor, el poder y sus abusos. Nuestra deformación inexorable vista con tanta crueldad y honestidad.


Monos y monadas

Selecciones Varias



Desde 1905 este semanario de caricaturas y sátiras políticas fue infaltable dentro de nuestra fauna periodística, incluso el célebre Abraham Valdelomar colaboró con esta legendaria publicación en la parte gráfica. El más importante proyecto de humor político de nuestra historia, creado por Leonidas Yerovi, sigue vivo más de 100 años después en http://monosymonadas.blogspot.com/


Grandes de lo macabro

Joan Boix



Una recopilación de obras propias y geniales adaptaciones de escritos de Lovecraft, Kafka, Conan Doyle, Becquer, Victor Hugo, Poe. El Español Boix y su siniestro trazo nos trasladan a 20 pesadillas exquisitamente graficadas. Verdaderos clásicos de los 70 y 80. Un macabro e imprescindible hallazgo.

COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO

J. Edgar: el poder, la soledad y el amor



Jorge Jaime Valdez

John Edgar Hoover fue un protagonista importante de la política norteamericana del siglo XX. Fundador del FBI, fue durante más de cuarenta años el poder a la sombra; por sus manos y “oídos” pasaron ocho presidentes, y un sinnúmero de políticos, artistas y más. Fue un personaje complejo de muchos matices y Clint Eastwood se encargó de retratarlo con maestría.
“J. Edgar” es un “biopic”, una biografía filmada. Nos cuenta la vida de este antihéroe durante varias décadas con una narración que va y viene, entre años mozos y su vejez solitaria, a través de “flashbacks”. Ya viejo, Hoover dicta, a un biógrafo, su versión de la historia, empañada siempre por los caprichos de la memoria o, acaso, por la mitomanía compulsiva que lo caracterizaba. También es la historia de los Estados Unidos, donde se van alternando presidentes, pero el poder sigue siendo el mismo. Hoover es un personaje huraño, solamente tres personas influyeron y lo acompañaron en vida: su madre que lo marcó definitivamente, su leal secretaria, y su compañero de siempre: Clyde Tolson.
La película es sombría y oscura como el propio protagonista. Leonardo Di Caprio encarna a Hoover y lo hace con notable solvencia. Demuestra, con creces, que ya maduró y es un buen actor, cuatro filmes con el maestro Scorsese han decantado su oficio. La cinta muestra a un ser contrariado, triste, temeroso, débil que sin embargo, debe mostrar lo contrario. Lo esconde todo y lleva una doble vida. Su vida pública es tan secreta como la privada. No puede mostrar afecto, es calculador, megalómano, frío y mitómano, aunque en el fondo sienta, sufra y tema como el común de los mortales. Hoover odiaba, en proporciones similares, a los comunistas y a los homosexuales, a los negros y a los Kennedy. Vivía y sufría su sexualidad reprimida. En una parte de la cinta su madre le dice: “Prefiero a un hijo muerto que a un hijo maricón”. Escondió su homosexualidad como escondía los archivos y grabaciones de mucha gente, y a través de éstos podía chantajearlos y someterlos a sus intereses.
Las virtudes de esta película compleja y extraordinaria son muchas. Clint Eastwood, como pocos cineastas, puede dar vida, es una suerte de demiurgo, y sus personajes dejan de ser ficticios para convertirse en seres de carne y hueso. Un antihéroe como Hoover en manos de Eastwood se convierte en un personaje entrañable, y la actuación de Di Caprio le da los matices necesarios. Todo el tiempo su rostro nos trasmite duda, miedo, fragilidad, pero también sarcasmo y cinismo. Es tremendamente injusto que Di Caprio no fuera nominado al Oscar y que este filme no recibiera ninguna nominación. Debe incomodar mucho a los conservadores miembros de la Academia que una cinta, de un maestro del cine, cuente una historia vergonzosa para algunos nacionalistas norteamericanos. Es una producción políticamente incorrecta y seguramente ese motivo la dejó fuera de competencia. De lejos es mejor que muchas de las nominadas.
La música precisa es compuesta, como en sus últimas cintas, por el propio Eastwood. La fotografía es oscura, llena de claroscuros, que le dan el clima opresivo, sórdido, descolorido a la historia. La vida “edípica” de Hoover debió verse de ese color. “J. Edgar” es también una hermosa historia de amor: sorprende que el viejo Eastwood cuente a sus 82 años, una historia de amor homosexual con tanta sutileza y respeto; quién imaginaría al duro policía o al vaquero de rostro inmutable dirigiendo y poniendo en escena, con singular maestría, dramas humanos tan profundos y complejos.
Finalmente, “J. Edgar” pasa a formar parte de esa notable lista de grandes obras que nos deja Eastwood, probablemente, esté al mismo nivel de “Los imperdonables”, “Un mundo perfecto”, “Los puentes de Madison” (con la que comparte una leyenda de amor eterno),”Río Místico”, “Million Dollar Baby”, su díptico sobre Iwo Jima (con los que coincide en el tema histórico contemporáneo) y “Gran Torino”.

MICROCUENTO:

Distracción



Guadalupe Espinoza

Yo estaba tan feliz. "Pellízcame para saber si esto es real", le pedí a mi hermanita. Ella, toda chiquita como sólo las hermanitas menores pueden serlo, me miró con sus ojos precisos y preguntó: "¿Por qué?, ¿acaso si te duele significa que es verdad?". Yo qué le iba a responder. La pellizqué, pero fue un pellizco chiquito nomás, como para distraerla.

PERFUME DE MUJER

Historia de O



Pauline Réage

De pronto, ella perdió el equilibrio y cayó hacia atrás, ¿Qué brazos la sostenían?, mientras alguien la obligaba a abrir las piernas y le separaba suavemente los labios vaginales. Unos cabellos le rozaron el interior de los muslos. Oyó decir que había que ponerla de rodillas. Y así lo hicieron. Estaba mal de rodillas, pues debía mantenerlas separadas y al tener las manos atadas a la espalada había que inclinar el cuerpo hacía adelante. Entonces le permitieron que se sentara sobre los talones.

Centros culturales: espacios para la construcción de interculturalidad



Manuel Perales Munguía

En los últimos años la actividad cultural en Huancayo se ha visto animada por el quehacer de nuevos espacios institucionales gracias a los cuales numerosos artistas e intelectuales, oriundos de la región o foráneos, han podido compartir con el público local sus experiencias y producción. Estos espacios, representados por centros culturales de instituciones académicas de nuestra ciudad, han hecho posible el acercamiento entre distintos actores culturales del medio, de la mano con la participación activa de colectivos y agrupaciones culturales de naturaleza diversa, y con el apoyo permanente de profesionales de la comunicación y medios como el Suplemento Cultural Solo 4.
Sin embargo, pese a estos avances importantes en la promoción de la cultura en nuestra ciudad, aún tenemos en frente nuestro un conjunto importante de retos que debemos asumir si es que queremos posicionar mejor a Huancayo en la escena cultural del país. Quizás uno de los retos más grandes es el de articular mejor la labor de las distintas instituciones comprometidas con la cultura, y ello implica el establecimiento de alianzas que hagan posible desarrollar una oferta cultural de primera calidad y más atractiva para nuestro público. En el caso de los centros culturales, por su propia naturaleza, deben constituirse en espacios para la creación cultural, además de ser entes productores de este tipo de actividad. Esto implica entender a un centro cultural como un escenario para la convergencia de conocimientos y experiencias entre lo local y lo global, en donde podamos comenzar a reconocernos a partir del intercambio entre las contribuciones culturales nuestras y aquellas que nos ofrecen otros pueblos. Es decir, los centros culturales deben constituirse, en última instancia, en los espacios para la construcción de aquella interculturalidad de la cual tanto se habla, pero que aún se mantiene etérea en nuestra realidad.
En este contexto tenemos la grata satisfacción de comunicar a nuestros lectores el relanzamiento del Centro Cultural de la Universidad Continental, con el mismo compromiso de trabajo y servicio que este pionero espacio institucional asumió desde su fundación algunos años atrás. Expresamos, asimismo, nuestra decisión de desarrollar un trabajo concertado con instituciones, artistas, intelectuales, académicos y público en general, a fin de asumir, a una sola voz, los retos que hemos señalado líneas atrás. Huancayo nos necesita unidos, porque Huancayo lo merece.

Jurados de lujo en la FELIZH 2012

Para el concurso de cuento

Alonso Cueto (Lima, 1954)

Este reconocido escritor, miembro electo de la Real Academia de la Lengua desde el año 2009, es uno de los narradores nacionales más reconocidos dentro y fuera de nuestro país. Entre sus obras más destacadas están “La hora azul”, que ganó el Premio Herralde (2005) y “El susurro de la mujer ballena”, premio Planeta Casa de América (2007). Entre otros de sus libros encontramos: “La batalla del pasado”, “El tigre blanco”, “Los vestidos de una dama”, “La hora azul” y más.

Giovanna Pollarolo (Tacna, 1952)

Es destacada narradora es también poeta, ensayista y guionista. Estudió literatura y lingüística en la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde también ejerció la docencia. Entre sus publicaciones tenemos: “Atado de nervios” (1999), en relato; Dos veces por semana (2008), novela; y “Donde mis ojos te vean”. También ha publicado los poemarios “Huerto de los Olivos” (1987), “Entre mujeres solas” (1991), y “La ceremonia del adiós” (1997). Además, ha incursionado en el cine como co guionista en los largometrajes “La boca del lobo” y “Caídos del cielo”.

Gaby Cevasco (Ica)

Periodista y escritora, ha publicado los libros de cuento “Sombras y rumores” (1990) y “Detrás de los postigos” (2000). En poesía nos entregó “Nuevo Testamento” (2010). Sus relatos han sido comentados en distintas revistas especializadas de nuestro país y el extranjero. Es Directora Ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana “Flora Tristán”, y realiza investigaciones sobre la teoría feminista, especialmente en relación a la literatura y a la filosofía.


Para el concurso de poesía

Rossella Di Paolo (Lima, 1960)

Su obra poética ha sido reconocida y reseñada en diferentes países, ha publicado los poemarios “Prueba de galera” (1985), “Continuidad de los cuadros” (1988), “Piel alzada” (1993), y “Tablillas de San Lázaro” (2001). Durante su carrera literaria ha estado a cargo de diversos talleres de creación poética en la Casa José Carlos Mariátegui, Corriente Alterna, y en la Casa de Poesía Eguren; y ha sido escritora invitada en la Escuela de Escritura Creativa del Centro Cultural de la Universidad Católica.

Carmen Ollé (Lima, 1947)

Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos la carrera de pedagogía y se especializó en Lengua y literatura. Entre sus publicaciones se encuentra “Noches de adrenalina” (1981), poemario emblemático en la poesía peruana; “Todo Orgullo humea la noche” (1988). En narrativa ha publicado las obras “¿Por qué hacen tanto ruido?” (1992), “1994: Las dos caras del deseo” (1994), “Pista falsa” (1999) y “Una muchacha bajo su paraguas”. Su novela más reciente se titula “Halcones en el parque” (2011).

Ana María Gazzolo (Lima, 1951)

Realizó estudios de letras y literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Católica y en Universidad de los Estudios de Florencia. Publicó poesía por primera vez en la revista “Creación & Crítica”. Ha entregado trabajos de crítica sobre literatura peruana contemporánea en la prestigiosa revista “Cuadernos Hispanoamericanos”, de Madrid. Es autora de los poemarios “Contra tiempo y distancia” (1978), “Cabo de las tormentas” (1990) y “Arte de la noche” (1997).

Solo 4, “410”, del 24 de marzo de 2012

LA CITA



Quino

LO ÚLTIMO: Edición especial de Solo 4: Comic

En esta edición queremos presentar a todos nuestros lectores, un especial dedicado al Comic, a ese híbrido perfecto de imagen y texto que cautiva por más de un siglo a grandes y pequeños, en todo el mundo.
En este número, consideramos a los personajes más trascendentes desde Norteamérica y Europa hasta el Perú. Sin embargo, el mundo de la iconografía es tan extenso que considerar a todos sería una tarea imposible. Este es el caso del “manga” japonés, para el cual dedicaremos, en lo próximo, una edición completa. Disfrute de este homenaje a Mafalda, Superman, Tin Tin, Condorito y más, a todos esos personajes que hasta hoy nos hacen vibrar de emoción con solo mirar sus figuras hechas de tinta viva.

Las mujeres de mi vida

Sandro Bossio Suárez



A los siete años me enamoré perdidamente. Y de tres niñas al mismo tiempo. Y con el consentimiento de mi padre, quien patrocinaba –y alimentaba– el triple romance. Era él quien las traía a casa cada semana.

La primera se llamaba Periquita, y era una criatura encantadora, ingeniosa, voraz, un torbellino. Era tan distinta a mí, que me pasaba las tardes cuidando de no ensuciar mis ternitos y corbatas michi para evitarme las palizas de mamá. Periquita era libre, encantadora, pragmática, y casi siempre andaba confundida. Se apellidaba Ritz y era mayor que yo, pues tenía ocho años. Vivía con tía Dorita (esa hermosa rubia de cintura de avispa, parecida a mi hermana Mariella, aficionada a la música country). Periquita había venido al mundo en 1922, de la mano de Larry Whittington, pero tres años después había sido adoptada por Bushmiller. Mi noviazgo con Periquita fue largo y tortuoso.
Yo, enamorado hasta los tuétanos, la celaba con Tito Pérez, un niño calvo y holgazán, inseparable de ella. Creo que las repetidas escenas de celos por causa de este arrapiezo fueron mermando la relación. Así fue como después de un largo romance, terminamos mal, sin hablarnos más (nos cruzamos varias veces en el Facebook, pero ninguno de los dos quiso darse por enterado), porque ella me mintió: no se llamaba Periquita sino Nancy, Nancy Ritz. Y lo peor es que Tito sabía su secreto y los dos me lo habían ocultado.
En fin, nuestro rompimiento fue atenuado por la presencia de mi segundo amor: Lulú Mota. Todos la conocían como La Pequeña, y se trataba de otra traviesa, rapaz y desenfadada niña que todo lo podía. Se parecía algo a Periquita, probablemente en lo lista, pero, a la distancia, la veo más decidida y peligrada. Me encantaba cuando se vestía de “cowgirl” y salvaba la diligencia de unos malhechores con mascada. Cuánto la amé, Dios mío, sobre todo cuando con igual valentía se enfrentaba a la banda del panzón de Tobi Tapia. A él también yo le tenía celos, hasta cierta envidia, sobre todo cuando asumía sus aires de detective y se hacía llamar “La Araña” (“La tarántula”, le decía yo, muerto de celos, cada vez que él lograba resolver un caso, descubriendo al “enemigo público número uno”, es decir a don Jorge Mota, mi suegro). Tobi y su pandilla (Fito, Lalo, Memo, Tino) me caían muy mal, pero no tanto como Pepe del Salto, ese rubio superficial del cual estaban enamoradas todas las chicas (la bella Gloria, Anita, Susi, Cati), inclusive la propia Lulú que tanta fidelidad me juraba, pero, en cuanto lo tenía delante, se derretía como un helado en verano.
Con Lulú, felizmente, no terminamos tan mal, pero, igual, un día tuvimos una grave desavenencia debido a una trastada de Chobi y Robi, los primos de Tobi. Estoy seguro que todo fue planeado por éste, gordo y traicionero, quien después del incidente se me reveló como un felón de mala entraña.
Terminar fue, probablemente, lo mejor, porque para entonces ya mi corazón tenía otra dueña: Mafalda. Con ella viví el amor más imperecedero de los tres. Nuestra relación se extendió mucho más que los anteriores, porque, del impacto inicial, de la gran fascinación que sentía por ella, nació esta pasión que todavía quema en mis venas. La admiración por su inteligencia será eterna. Con ella aprendí a interpretar el mundo, a filosofar sobre las gansadas de la política, a aborrecer las guerras y las dictaduras, a repeler la sopa y a armar trabalenguas con los fideítos de letras. Con ella aprendí cosas sobre el Congo y Burundi. Realmente, fue mi primera maestra y, ahora que lo pienso, lo sigue siendo.
Era menor que yo (me avergüenza reconocerlo, pero solo tenía cuatro años, y de ese modo a mí hasta podían acusarme de pedófilo). Además, recién estaba en el jardín de infantes, mientras que yo ya cursaba el cuarto grado de primaria. Aun así ella me enseñaba cosas: a idolatrar a los Beatles y al Pájaro Loco, a jugar en el parque a los vaqueros, a esconder la sopa y el huevo sancochado, a comer solo panqueques con manjar blanco. Me contaba sus planes de vida: viajaría, estudiaría idiomas y trabajaría de intérprete en la ONU para contribuir con la paz mundial.
Compartió sus travesuras, su idealismo, su quijotería conmigo. También sus amigos. Por buenos años anduvimos juntos en patota: Mafalda, Manolito Goreiro, Susanita (Susana Clotilde Chirusi me enteré que se llamaba), Miguelito Pitti y la diminuta Libertad que a todo le llamaba “morondanga”.
Tiempo después, ya terminando la primaria, me enteré que mi gran amor tenía un papá biológico, que se llamaba Quino y al que todo el mundo adoraba tanto como a ella. Quino, después, se descubrió como el padre más lúcido y brillante de todos los padres de la generación, porque supo insuflarle vida, talento y brillantez a su regordeta y rebelde hija desde 1964. Guille, mi pequeño cuñado, también nos acompañaba. Un día de elecciones (Belaúnde le devolvía a democracia al país), caí sentado sobre Burocracia, la tortuguita de mi gran amor, y ese fue el inicio del fin.
La fractura de mi relación con Mafalda, que ya había crecido y tomaba cuerpo ideológico en defensa del feminismo y la revolución social, fue traumática. Nunca lloré tanto, ni me sentí tan solo, ni perdí el apetito (creo que desde entonces me puse así de flaco) cuando no respondía a mis llamadas.
Al parecer, mi padre se dio cuenta de mi calamitoso estado, así que un buen día llegó a casa y me dijo: “Un clavo saca a otro clavo, hijo, nunca lo olvides”. Y me presentó al cuarto amor de mi vida: Marvila, la Mujer Maravilla. Pero esa es otra historia.

Historia del comic

Lezlie Caporata

martes, 3 de abril de 2012

Vargas Llosa

Omar



Mi paisano, el laureado escritor, es el personaje que caricaturicé hace ya algún tiempo. Hace un tiempo hice una caricatura de nuestro afamado escritor, que luego se la obsequié en una visita que le hice en su hermoso departamento barranquino en Lima. La hice a lápiz y él está sonriente como es su característica.

El cuy

Juan Acevedo

MICROCUENTO:


Honestidad

Amilcar Gamarra Casanova

Las luces estaban apagadas y un hilo frío de sudor rodó por sus mejillas. Se persignaba y pedía a todos los santos salir de esta terrible situación, tan perplejo que ni la cabeza podía mover. Luego de cinco minutos respiró fuerte y caminando abandonó, en blanco, su examen de admisión.

PERFUME DE MUJER

Fusilamiento

Horacio Altuna

COLUMNA: DESDE EL ATELIER



Georg Grosz, en la trinchera del humanismo

Josué Sánchez

“Yo estaba lleno de luz, de color y de júbilo", decía Georg Grosz, el más grande dibujante satírico alemán del siglo XX en sus memorias, publicadas en 1946, refiriéndose a su obra europea, mordaz e intensa como un látigo que golpeaba las conciencias. Vivía entonces en Nueva York, sumido en el olvido y la resignación, con una obra ajena a lo mejor de su talento. Había llegado a Estados Unidos en 1933 huyendo del poder nazi, al cual había cuestionado duramente. Pero, como diría años más tarde, el “sueño americano resultó ser una burbuja de jabón”, había perdido la furia, sus trazos ya no tenían vida. Sus dibujos, que años atrás hablaban y denunciaban las injusticias y los excesos del poder, ya no tenían la facultad de interpelar a la sociedad.
Mientras unos escogen el vivir de espaldas a la realidad y la encubren con la comicidad de la risa, Grosz, apenas un joven de 21 años cuando estalló la I Guerra Mundial, vivió los terrores de ésta y denunció la gangrena social de la Alemania de la posguerra decadente y pro nazi en sorprendentes dibujos, pinturas y litografías, que muestran un extraordinario manejo del lenguaje visual.
Principal exponente del movimiento “Neue Sachlichkeit” (Nueva objetividad) y uno de los fundadores del dadaísmo, adhirió a la corriente expresionista, pero estuvo fuertemente influenciado por los pintores cubistas y futuristas, con los que estuvo en contacto durante su estancia en Francia, el año 1913. Tres años después, luego de ser dado de baja en el ejército prusiano víctima de una fuerte neurosis de guerra, su experiencia en el frente le llevaría a realizar dibujos y litografías en los que a través de la caricatura social y la sátira política, mostró todo el horror de la guerra y la crisis moral de la casta militar prusiana.
Desde entonces se volvió un implacable enemigo del naciente Partido Nacionalsocialista Alemán y de su líder Adolfo Hitler, logrando gran celebridad con sus dibujos políticos, en los que fustigó duramente el totalitarismo y la absurda ideología militarista nazi; así como la avaricia y depravación de las clases dominantes de la posguerra. De esa época, la década de 1920, datan sus libros de dibujos “Ecce Homo” y “El rostro de la clase gobernante”, por los que fue multado al ser considerados como injuriantes al ejército y a la sociedad alemanes. Otra de sus obras “Dios con nosotros” fue destruida.
En 1933, impelido por el asfixiante clima político alemán, la continua hostilidad nazi y la imposibilidad de seguir con sus impresiones litográficas y dibujos, Grosz se trasladó a Nueva York de donde no regresaría a Alemania hasta el año de su muerte, acaecida en 1959. Para la posteridad han quedado sus brillantes y ácidos dibujos de sus primeros tiempos, su despiadada crítica de la barbarie de la guerra y la doble moral burguesa, y sus memorias, recogidas en el libro “Un pequeño sí y un gran no”, retrato de un artista capaz de iluminar las conciencias con el fulgor del pincel.

Solo 4, “409”, del 17 de marzo de 2012

LA CITA

“Hay golpes en la vida, tan fuertes. ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma. ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son. Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte”.


César Vallejo, Los heraldos negros

LO ÚLTIMO: Premio FELIZH 2012: concursos de cuento y poesía

El comité organizador de la IV Feria del Libro Zona Huancayo convoca al IV Concurso Nacional de Cuento y III de Poesía “Premio Felizh-2012”, teniendo como fecha límite de recepción de trabajos el 03 de mayo del presente. Los jurados calificadores para el concurso de cuento serán los prestigiosos escritores: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. Y para el certamen de poesía estarán: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo. Las bases generales las pueden encontrar en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”.

Vallejo, el incendiario


Luis Puente de la Vega Rojas


Vallejo vaticinó casi con exactitud el advenimiento de su muerte, pero jamás imaginó que a 120 años de su nacimiento nadie dudaría de su inmortalidad. Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, un escritor completo en todas sus vertientes, un hombre cabal que revolucionaría nuestra literatura, uno de los pocos poetas capaces de incendiar las mentes y de darle belleza al sufrimiento.


Vino al mundo en Santiago de Chuco, una localidad en la sierra de La Libertad, el 16 de marzo de 1892, “un día que Dios estuvo enfermo”. Su padre lo educó para entregarlo al sacerdocio, tal vez de ahí es que se desprenden tantas referencias religiosas en sus escritos.
En 1910 ingresa a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, que abandona por falta de ingresos —situación que lo acompañaría por toda su vida—. Al año siguiente viaja a Lima para matricularse en la Escuela de Medicina de San Marcos, pero por la misma razón tiene que frustrar este proyecto. Regresa a Trujillo para retomar sus estudios en Letras y trabaja como maestro en el Colegio Nacional de San Juan, donde tendría como alumno a Ciro Alegría. Para 1917, ya habiendo terminado la universidad, retorna a Lima, a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, para obtener su doctorado en Letras y Derecho.
Se dice que Vallejo dio un discurso dirigido a la juventud, donde afirmaba que los jóvenes debían actuar, hacer algo, lo que sea, y nunca estar pasivos, que debían ser incendiarios, pero que no podían estar dormidos. Sin embargo, ésta era una metáfora, “el incendiar las mentes para revitalizar las sociedades”. Poco después, en 1920, unos soldados por falta de salarios, incendiaron la casa de unos potentados norteños, la familia Santa María Calderón. Así, lo acusan de haber azuzado a las masas y pasa 112 días de prisión en Trujillo.
Sale bajo palabra y viaja a Lima, donde en octubre de 1922 publica “Trilce”, que según Antenor Orrego: "Inicia una nueva época de la libertad, de la autonomía poética, de la vernácula articulación verbal". Este libro funda el vanguardismo, llevando a la lengua española a límites desconocidos, desnudando la palabra, recreando la sintaxis y dejándose llevar por el Dadaísmo y el Surrealismo. Sin embargo, fue muy criticado y vapuleado por los intelectuales de la época.
Vallejo se deja invadir por la desazón de la “mediocridad” poética del momento, y viendo en peligro nuevamente su libertad, se marcha del Perú a bordo del vapor Oroya, en 1923, para nunca más volver y jamás olvidar su origen. Sus dos primeros años en París fueron de mucha pobreza, tanta que muchas veces tuvo que dormir a la intemperie. Sin embargo, contacta con importantes intelectuales afincados en Europa, como Pablo Neruda, Miguel de Unamuno, Federico García Lorca o Rafael Alberti, iniciando en él, un nuevo periodo de producción e inspiración, donde descarnaría la angustia de la humanidad y exhibiría impúdicamente sus sentimientos, para con ello dejar al mundo impávido ante la grandeza de su obra.
En el viejo continente profundiza sus conocimientos sobre el Marxismo, viaja a Rusia y a su retorno a París, funda el Partido Socialista, que a su vez será replicado por su amigo José Carlos Mariátegui en nuestro país.
Como algunos de los más grandes artistas, vive atormentado por los amores, la decepción y la soledad, pero en Francia, parece conseguir, después de mucho, cierta estabilidad al lado de Georgette Philippart Travers, con quien se casa en 1934.
El 24 de marzo de 1938, Vallejo es hospitalizado por una enfermedad desconocida para entonces, pero que luego se confirmaría como la reactivación del paludismo que había sufrido de niño. Así, fallece el 15 de abril, un viernes santo con aguacero en París, pero no un jueves, como había vaticinado. El 3 de abril de 1970, 32 años después y en invierno, su viuda, Georgette, cumplió el sueño más caro del poeta: trasladó sus restos al cementerio de Montparnasse, dejando en su epitafio: “He nevado tanto para que duermas”.

DESLECTURAS: Stieg Larsson, Millennium


El reino de los malditos

Juan Carlos Suárez Revollar

Una mirada rápida a las tres partes de la trilogía «Millenium» parecería mostrar que los personajes son, en todos sus niveles, infames gentes de alma retorcida, con desórdenes sicológicos, intolerancia, corrupción o simplemente avaricia, a las que Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist se empeñan en combatir. Cualquiera de las tres puede leerse de manera independiente, aunque hacerlo secuencialmente configura un todo de amplia solidez. Fueron publicadas poco después de la repentina muerte de su autor, el periodista y escritor sueco Stieg Larsson, con los distintivos títulos de «Los hombres que no amaban a las mujeres», «La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina» y «La reina en el palacio de las corrientes de aire».
Lisbeth Salander es una heroína inconfundible: con una extraña moralidad y de temperamento indoblegable, es poco comunicativa, bajita y muy delgada, llena de tatuajes y “piercings” y con el cabello cortado a cepillo. Viste vaqueros negros y chaquetillas de cuero con broches de acero, a la usanza de los punkis. Gracias a su increíble habilidad para reunir información y a sus conocimientos informáticos, es capaz de acceder a cualquier computadora y, por ende, a los secretos de sus propietarios (sean estos sus rivales o aliados). Esa característica le permite un nivel de omnisciencia que no alcanza ningún otro personaje en toda la trilogía. Su «partner» —y a su modo, su contraparte— es el periodista Mikael Blomkvist, diestro investigador y cabeza de la revista «Millenium», un medio independiente y muy comprometido a la hora de denunciar a corruptos, sinvergüenzas y rufianes. Es únicamente con la combinación de esfuerzos que ambos son capaces de hacer frente y vencer a aquellos despreciables empresarios, miembros del gobierno y hasta delincuentes cuyas actividades tienen un rasgo común: violan los derechos de los otros y, en la mayoría de los casos, son misóginos, racistas o sicópatas con poder. Pero Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist no están solos. Junto a ellos hay un puñado de personajes que se juegan el futuro profesional, y aun la vida, para defender a una desconocida, por ejemplo, de la injusticia de la que ha sido víctima a lo largo de su vida, primero por un intocable padre lunático y misógino, y después por unas autoridades corrompidas hasta niveles extremos. Ese es el «bien» y el «mal» que se ha retratado tan puntillosamente en la novela: el primero vulnerable, altruista y desinteresado, cuya única arma es el buen periodismo; y el segundo dotado del poder político más infecto, de manipulación, ocultación e incluso de control de la vida y la muerte.
Un tema central de la novela es la misoginia, extendida como una epidemia en todos los estratos sociales —sobre la que Lisbeth Salander es particularmente sensible—; pero también las feroces relaciones familiares y en particular las que van en la senda padre-hijo. Hay muchos personajes memorables, como Zala, en la segunda parte, a quien es imposible no relacionar con Kurtz, de «El corazón de las tinieblas», así como el dueto Salander-Blomkvist.
«Los hombres que no amaban a las mujeres» es una historia en la misma línea que las de Agatha Christie. Se enmarca en el viejo subgénero policial del «recinto cerrado», pero en vez de una habitación o una casa, los hechos a investigar han ocurrido casi cuarenta años atrás en una isla. Si bien «Millenium» arranca como un policial convencional —al menos lo es en su armazón más superficial—, en la segunda y tercera parte de la trilogía se termina convirtiendo en un híbrido de novela de espionaje y thriller político, donde los personajes luchan contra un complot de magnitudes internacionales, y ocurren hechos de tal inverosimilitud que, a no ser por la extraordinaria pericia del autor, se estropearía la historia completa. Precisamente, la trama se ha construido siguiendo cánones formales propios de la novela de aventuras, con acción creciente, acentuada por la alternancia de hechos simultáneos —y a su vez, de puntos de vista— en los bloques aislados que son la base de su estructura; aunque, claro, Larsson incorporó también elementos de casi todos los subgéneros policiales.
La organización formal es sencilla, y a grandes rasgos, incluso lineal, salvo en los pequeños retrocesos al pasado para explicar algo más sobre un hecho o un personaje, lo cual dota de profundidad a cada arista de la historia. Las técnicas narrativas presentes son de lo más diversas, y abarcan desde aquellas más comunes, como el dato oculto (podría decirse que la trilogía completa está construida en base al ocultamiento temporal de información al lector), hasta las cinematográficas: el ojo móvil, el travelling o la cámara lenta. Por eso secuencias enteras tienen un aparente caos en el punto de vista, que salta de un personaje a otro. Lo que no hace ininteligible a la novela es que Larsson jamás pierde el hilo conductor de la historia.
Muchas veces el éxito de difusión de una novela obedece a factores tan azarosos que difícilmente tienen que ver con su calidad. Pero en el caso de «Millenium» es perfectamente justo, como ocurriera en su tiempo con otras grandes novelas de Víctor Hugo, Tolstoi o Balzac.

IMPRESCINDIBLES / LITERATURA: El acertijo de oro



Isabel Córdova Rosas

La pérdida de un amuleto único y de gran valor sentimental provoca el nacimiento de la amistad entre Miguel y Trastolillo, un niño y un duende, quienes vivirán la aventura de sus vidas tratando de descifrar un viejo acertijo rodeado de misterio. Esta nueva entrega (Libros & Libros, 2012) de nuestra más prolija escritora internacional, es un homenaje a la solidaridad y a la fantasía que a pesar de su perfil de libro para niños, tiene lo suficiente para enternecer y deleitar a jóvenes y adultos. Definitivamente imprescindible.

IMPRESCINDIBLES / LITERATURA: Horrores cotidianos



David Roas

“Ya sé que es imposible fundir el realismo mágico gallego de Cunqueiro con el horror gótico de Lovecraft y los relatos fantásticos de Cortázar, pero esa fusión existe y se llama David Roas. Después de leer 'Horrores cotidianos' uno advierte las sutiles conexiones entre los mundos de Conrad y Groucho Marx, pues él no deja títere sin cabeza”. Es así como Fernando Iwasaki describe, este libro (Borrador editores, 2009): con contundencia y fascinación. Definitivamente imprescindible.

IMPRESCINDIBLES / LITERATURA: Tras los pasos de Joaquín de Almeyda



Camilo Espinoza Beas

“Era septiembre del ochenta y nueve, vivía en ciudad Esperanza, tenía once años y faltaban pocos meses para nuestra fiesta de promoción de primaria”, así empezamos a seguirle los pasos a Joaquín, desde su infancia hasta una adultez compleja y anecdótica, llena de amores y desventuras, depresión y melancolía, pero siempre con una halo de esperanza a donde lo lleve. Esta es la primera novela (Mesa Redonda, 2011) del autor, quien promete. Una buena historia que merece ser compartida. Imprescindible.

COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO


El Oscar no llega a Huancayo

Jorge Jaime Valdez

Hace poco pasó la fiebre de los Oscar. Las películas que fueron nominadas, en su mayoría, se proyectan o proyectaron en Lima y en algunas ciudades del país. En los meses próximos a la entrega de la codiciada estatuilla, la cartelera se anima un poco, para volver, luego, a su mediocridad habitual. Pero esa alegría, aunque pasajera, nunca llega a la cartelera local. Los filmes que vemos son los mismos de siempre, (“Blockbusters Hollywoodenses”) y la fórmula de programación se repite incesantemente: una o dos de terror, una comedia, una para niños y “blockbusters” para la masa. Los cinéfilos huancaínos no podemos ver las películas que ven en la capital y eso es tremendamente injusto.
De todas estas cintas que, se supone, son lo mejor que produce Hollywood, solamente vimos y comentamos la estupenda filmación de Martin Scorsese: “La invención de Hugo Cabret”, y nada más. Llegó también “Historias cruzadas” de Tate Taylor, pero resultó fallida. Llena de buenos sentimientos e intenciones, pero previsible, manipuladora, efectista y sobre todo melodramática. Salvo las notables actuaciones de las protagonistas negras, Viola Davis y Octavia Spencer, las demás resultaron decepcionantes. Es una historia agradable, hecha con la intención de aleccionar y gustar. Nos cuenta los abusos y vejámenes que sufren unas sirvientas negras en el sur de los Estados Unidos, en la década de los 60, a manos de sus desalmadas y racistas amas blancas.
Sin embargo, la lista de películas que no llegaron y probablemente nunca lleguen como sucedió antes con otros filmes, incluso ganadores del Oscar a mejor película, es deprimente. Nos preguntamos si traerán una cinta arriesgada como “El Artista” que es muda y filmada en blanco negro, si no trajeron largometrajes tan comerciales como “La chica del dragón tatuado” de David Fincher, que es el “remake”americano de la exitosa trilogía sueca: “Millennium” de Stieg Larsson, “El juego de la fortuna” (“Moneyball”) con Brad Pitt, “Caballo de guerra” de Steven Spielberg, “Los descendientes” con George Clooney, o “La dama de Hierro” que le dio su tercer Oscar a Meryl Streep. Tampoco llegó la cinta italiana de Nanni Moretti, absurdamente exhibida como si se tratara de una comedia: “Un papa en apuros”. Otras olvidadas fueron: “Poder y traición”, la aclamada cinta de George Clooney, o “Un cuento chino” que cuenta con una actuación excepcional del gran Ricardo Darín, que, seguramente, es el mejor actor argentino de los últimos tiempos. Tiene papeles memorables, que ya muchos quisieran exhibir, sino recuerden: “Nueve reinas”, “El aura”, “El hijo de la novia”, “Carancho” o “El secreto de sus ojos”.
Con este panorama desolador posiblemente no llegue a nuestra ciudad el último trabajo de Clint Eastwood que hizo un “biopic” poderoso sobre J. Edgar Hoover, que es un personaje, de por sí, fascinante. Un hombre oscuro, homofóbico y homosexual a la vez, cazador de comunistas y el poder a la sombra detrás de varios presidentes de los Estados Unidos. Además cuenta con la interpretación soberbia de Leonardo Di Caprio, que se ha convertido en un buen actor después de ser perfeccionado por el maestro Scorsese, ahora es dirigido por el maestro mayor, con resultados que fueron injustamente ignorados por la academia en la reciente entrega del Oscar —“J. Edgar”, no fue nominada en ninguna categoría—. Otras películas esperadas que no se estrenaron fueron: “Medianoche en París” de Woody Allen, “El árbol de la vida” de Terrence Malick, “Melancolía” del danés Lars Von Trier, y “La piel que habito” de Pedro Almodóvar.
Lo curioso es que todas estas cintas se pueden encontrar en DVDs “piratas” con gran facilidad. Las distribuidoras y los cines se jalan los pelos ante la “piratería”, pero no se dan cuenta que es la única forma que tenemos, los que amamos el cine y queremos ver películas de calidad, de acceder a historias que no llegarán al cine local. Es un consuelo de tontos, pero qué nos queda, viajar a Lima para ver algunas buenas películas o verlas en casa pagando dos soles cincuenta.

MICROCUENTO:


Piropos

Jorge Quiñones

Héctor solía decirle muchas cosas bonitas a Marianela. Al principio ella se reía o se sonrojaba, pero últimamente las escuchaba y se molestaba un poco.
Un día fueron a la playa. Héctor la fue a recoger a su casa y al verla con su shortsito y top le dijo: “Amorcito, ahora sí te como toditita”.
Desde entonces Marianela no ha regresado a su casa y a Héctor lo anda buscando la policía.

PERFUME DE MUJER


La ciudad de los herejes

Federico Andahazi

Entonces sus cuerpos se conmovieron en espasmos, como si los demonios se resistieran a abandonarlas, asumiendo posiciones insólitas, proternándose en el suelo, arrastrándose con el trasero, yendo y viniendo con los músculos increíblemente separados (…) las monjas se entrelazaban entre sí, alternándose unas con otras de a dos, de a tres o bien todas juntas. Durante este trance, por momentos suplicaban de rodillas a Jesús y luego ofrecían sus partes posteriores descubierta al demonio.

Luna de agua y su riqueza ancestral



Lilia Figueroa Manyari

Toda obra literaria es creada a partir del mundo que rodea al autor, es él quien reflexiona, analiza, cuestiona y propone respecto de su entorno histórico social. Por ello es importante analizarla a partir de dos momentos: el contexto interno de la obra en sí, y a partir de la perspectiva históricosocial que rodea al texto. Es de esta manera que podremos profundizar la intencionalidad, fundamentación, leivmotiv y, así, extrapolar la intencionalidad de su creación.
En el caso de la obra literaria “Luna de agua”, del escritor Gerardo Garcíarosales, el tratamiento temático, el lenguaje y la estructura textual están ligados indisolublemente al pensamiento del hombre andino. Por ello podemos enmarcar a “Luna de agua” como una magnifica representación de la literatura andina. Julia Centurión Morton (de la Universidad Randolph-Macon, Virginia) enfatiza esta característica básica como un aporte a la literatura peruana, pues entrecruza en cada uno de sus relatos elementos andinos reales —la visión del hombre del valle del Mantaro sobre la luna— y su sentido de pertenencia a partir de su interpretación metafísica. Pero además Garcíarosales entiende, interpreta y crea a partir de ello relatos que se fundamentan en este pensamiento.
Por otro lado, el tratamiento del lenguaje, al igual que el tratamiento temático, está elaborado en dos niveles: el habla tradicional, popular, en labios de la abuela y el nieto. Y la interpretación connotativa de la vida colocada bajo las reflexiones del narrador múltiple, dando de este modo la posibilidad de entender con mayor profundidad la visión del mundo y la capacidad interpretativa de la vida en el valle.
En cuanto a la estructura narrativa, Garcíarosales ha optado por brindarnos una nueva propuesta organizacional en que dos personajes se encuentran inmersos en un diálogo donde, curiosamente, sólo se escucha la voz de la abuela, quien revela, confiesa y transmite su experiencia; mientras el nieto, en forma introspectiva, reflexiona, relaciona y toma como suya la información recibida; reproduciendo de esta manera el sentido oral existente en las comunidades y/o sociedades con arraigo histórico. Es esta cualidad narrativa la que hace de “Luna de agua” un libro único, como remarca Edgardo Rivera Martínez en el prólogo.

En una conversación con el autor pudimos entender su interés por plasmar una de las riquezas de nuestra cultura madre, como modo de transmisión de nuestra interpretación del mundo. Es decir, la importancia de la transmisión oral para la preservación de nuestra riqueza cultural, pero además la urgencia de evidenciar un recurso importante de comunicación. Podremos, así, entendernos y preservar de este modo nuestra singularidad frente a la globalización.

Solo 4, “408”, del 10 de marzo de 2012

LA CITA:

“Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado; sus perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria; retener vivo todo el cuerpo. Solo habría que buscar la conservación de lo que interesa a la conciencia.”

Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel

LO ÚLTIMO: Premio FELIZH 2012: concursos de cuento y poesía

El comité organizador de la IV Feria del Libro Zona Huancayo convocan al IV Concurso Nacional de Cuento y III de Poesía “Premio Felizh-2012”, teniendo como fecha límite de recepción de trabajos el 03 de mayo del presente. Los jurados calificadores para el concurso de cuento serán los prestigiosos escritores: Alonso Cueto, Giovanna Pollarolo y Gaby Cevasco. Y para el certamen de poesía estarán: Rossella Di Paolo, Carmen Ollé y Ana María Gazzolo. Las bases generales las pueden encontrar en esta edición, y en el blog y perfil de Facebook de “Solo 4”.

De Huancayo para Cambridge



Luis Puente de la Vega Rojas

Silvia Montano Palomino es una Latinoamericanista que al terminar el colegio decidió emigrar hasta Suecia. Ahí, después de mucho esfuerzo, inicio un periplo que la llevaría hasta Australia, y más tarde a estudiar becada en una de las universidades más prestigiosas y antiguas del mundo: Cambridge, convirtiéndose así en la única Huancaína que ha llegado hasta esas latitudes académicas. ¿Quiere saber más de ella? Acompáñenos en la siguiente entrevista.
¿Qué hacías en Suecia?
Trabaje por bastante tiempo en ONGs, todas relacionadas al apoyo para Latinoamérica y también en un hogar para el cuidado de ancianos.

¿Por qué te vas para Australia?
Me casé de la monotonía y decidí que era tiempo para la universidad. En ese momento, las universidades australianas estaban siendo muy promovidas en Suecia, así que envié mi solicitud y afortunadamente ingresé a la Universidad de Melbourne. Así me fui al otro lado del mundo.

Una vez ahí, ¿qué estudiaste? ¿Cuáles fueron los temas que más te interesaban?
Estudié Historia y Ciencias Políticas. Bueno, me interesaba cualquier tema que me pareciese apasionante. En historio hice desde la Rev. Francesa hasta Brujas y brujería en la Europa del s. XVIII. Elijo un tema y no me importa pasarme horas leyendo, investigando, buscando; es fascinante.

¿Y te fue difícil llegar hasta Cambridge?
Bueno, fácil no es. La institución intimida bastante. Académicamente exige la excelencia a las personas que van a solicitar. Pero, como todos ya tienen méritos académicos, tienen que distinguirse por otras cosas, como el liderazgo, o el trabajo voluntario que puedas haber hecho.

¿Cómo fue tu llegada ahí?
Fue bastante interesante. Tienes muchas expectativas de a quién o qué te vas a encontrar y, además, la sensación de que estás ahí por error (risas), pero es algo muy común allá, y muy interesante también. No solamente por la gente que está ahí, sino lo que han pasado y han dejado huella. El solo hecho de caminar por sus calles de piedra que tienen cientos de años, ya es una inspiración. Tu sales y te dicen: “Esta era la casa de Darwin”. Más allá: “Este es el árbol de Isaac Newton”. Todas esas cosas te rodean, te envuelven. Es muy impresionante y estimulante.

Sin embargo, tú eres un caso excepcional, pues estás becada, ¿verdad?
Sí, en realidad, yo estudio en Cambridge gracias a la generosidad de Bill Gates. Mi beca es la que otorga su fundación, “Gates Cambridge Trust”. Es una beca muy competitiva, cada año, entre 5000 y 8000 alumnos la solicitan, y solo alrededor de 100 son aceptados.

En Cambridge, ¿cuáles son tus estudios?
En la maestría he hecho estudios culturales con enfoque en Latinoamérica, en el Centro de Estudios Latinoamericanos. En realidad, yo trabajo en el tema deDerechos Humanos, comisiones de la verdad y transiciones a la democracia. En el doctorado continuo con este tema, pero esta vez es más antropológico.

En tu condición debecaria, has llegado a conocer a personalidades sumamente importantes. Cuéntanos sobre eso.
Bill Gates visita Cambridge una vez al año, y nos juntamos en una cena con él, básicamente, para poder conversar. Le interesa mucho saber lo que los alumnos hacen. Uno de sus principales intereses es promover la salud y la educación. Aparte, me dieron otra beca llamada “Duke of Edinbrah Schoolarship”. Este Duque es el esposo de la Reina (Isabel II de Inglaterra), y así los becarios somos invitados a cenar con ellos una vez por año, con la misma meta: conversar sobre nuestros proyectos.

¿Hay más huancaínos en Cambridge? ¿Peruanos?
Huancaínos, no hay ninguno. Soy la única. Había un muchacho mitad inglés mitad huancaíno que estudió también en Cambridge hace años. Peruanos, hoy, tampoco ninguno. Había una chica becada hace dos años, que ahora vive en EE. UU.

Para terminar, ¿cuáles son tus metas?
Me gustaría siempre estar en contacto con el Perú. Me agradaría trabajar en una organización internacional como la ONU, o en una ONG grande. Lo veré en el futuro. De todas maneras, quiero retornar, al menos una vez al año. Además, quiero que el trabajo que voy a desempeñar siempre sea para el beneficio de nuestro país. Ésta ha sido desde siempre una motivación para perseguir este sueño académico.

Kasandra y nueve mentiras menores



Juan Luis Espinoza Chinchón

Sandro Bossio Suárez nuevamente sale a la palestra literaria con su manojo de cuentos “Kasandra y nueve mentiras menores” (Acerva Ediciones, 2011). Este libro, aparentemente pequeño, es un portento en contenido y calidad artística.
Apenas me llegó el libro a la lejana Huancavelica, lo leí con gran placer; esa fue mi primera impresión. Cada cuento me cautivó de principio a fin, puesto que están elaborados magistralmente.
El primer cuento es clásico en la narrativa breve de Bossio: “El hombre que habló con la muerte”, en que su solitario protagonista, Jonás, es visitado por la Muerte, y se origina un hermoso diálogo entre ellos.
En el libro hay cuentos nuevos: “Sedas de medianoche”; los de terror “El hambre de Anabela” (publicado antes en volumen suelto, pero acá en una versión definitiva) y “Entidades insidiosas”, una alegoría de cómo el hambre puede trasformar a los hombres en fieras sanguinarias; “Tatuaje”, un cuento fantástico con argumento realista; el original microcuento “La ventana”, que es policial; y el metaliterario “El capítulo de los obsesos”, que nos enreda con la idea de un posible nuevo capítulo del “Quijote”.
Los otros cuentos ya son conocidos de Bossio, como “En busca del Paititi”, sobre la ambición que domina a la razón; o el que da título al libro, “Kassandra”, de una mujer de maldad disimulada. También tenemos “El largo tren del olvido”, relativo a la época del terrorismo.
Indudablemente, los cuentos de Sandro Bossio Suárez son joyas imprescindibles para la imaginación. Lo interesante de este libro es que en él se puede encontrar todas las características de la obra de su autor, por lo que leerlo permite, especialmente a los estudiantes como ocurrió con mi plan lector, conocerlo mejor. Por eso invito a su lectura.

Spinetta, inspiración viva



Ricardo Altamirano Acosta

Para los músicos, la música es el aire que respiramos por los oídos, nos alimenta, nos nutre de lo esencial, nos hace soñar y amar: nos permite vivir.
A los once años, tuve la curiosidad de escuchar la gran cantidad de cassetes que mi padre tenía en un estante. Escogí uno que titulaba “Almendra”, pensando en los temas infantiles de “Nubeluz”, y sucedió que me encontré con el antiguo sonido de una guitarra sutil y suave, la voz intensa de un loco enamorado cantando a su “muchacha ojos de papel”, pidiéndole “soñar un sueño despacito, entre sus manos”. Era el flaco Spinetta, aquel que transitó por los caminos melódicos por donde su alma le guió, sin adormecerse en ninguna moda, signo inequívoco del artista libertario, del genio creador. Desde entonces, la curiosidad se convirtió en necesidad: necesidad de hacer, vivir y sentir la música.
Fue un encuentro trascendental a mis once años, “Fermín”, “Laura va” o “Figuración”, me encausaban e involucraban en un mundo distinto, nuevo. Las joyas de “Pescado Rabioso”, “Invisible”, “Spinetta Jade”, “Los Socios del Desierto” por nombrar algunos de sus discos tan originales, distintos unos de otros, todos llenos de poesía. El 2005, Spinetta y su grupo, en el Hotel María Angola, inició el concierto con “Resumen porteño”, y ocurrió la magia: el tema invadió y conectó las emociones del artista y su público, arrancando sentimientos encontrados de algarabía y llanto. Grande flaco, sólo un grande como tú podría lograrlo.
Luis Alberto Spinetta logró el sueño del músico independiente sin proponérselo: la Sony Music lo contactó en 1995 para grabar sus temas. Él puso como condición que ninguna de sus composiciones sufriera variación alguna —las disqueras proponen melodías, armonías y letras que “vendan”—, lo cual fue aceptado y grabó lo que quiso (el disco Salió en 1997).
Hoy quiero rendirte este humilde homenaje, recordándote e interpretando tus canciones, por tu grandeza en la modestia, tu mensaje de paz y amor, de un mundo mejor, tu consecuencia y por ser la voz e inspiración de muchas generaciones. Con el flaco me convenzo de que no todo tiempo pasado fue mejor: mañana es mejor. Aunque “el mar fuera de llanto”, gracias Flaco, que tu voz y guitarra nos acompañen por siempre.

IMPRESCINDIBLES / CINE: Las uvas de la ira


John Ford

Estrenada en 1941, la obra maestra de John Ford, es una desgarradora visión de la gran depresión que aún tenía sangrando a toda Norteamérica. El libro de John Steinbeck cobra vida espectacularmente y convirtió a Tom Joad, interpretado por Henry Fonda, en un ícono. Lo mejor, Jane Darwell como la matriarca de la familia.

IMPRESCINDIBLES / CINE: Alien


Ridley Scott

Ridley Scott y su mejor película. Un rótulo bastante polémico, sin embargo la claustrofóbica “Alien” es una de las grandes cintas de ciencia ficción de todos los tiempos. Inspirada por “Odisea del espacio” y “Star Wars”, el monstruo sin ojos, sin consciencia ni perdón sigue siendo hoy en día uno de los asesinos seriales más temidos de la pantalla grande.

IMPRESCINDIBLES / CINE: La invención de Hugo Cabret


Martin Scorsese

El 3D es una gran herramienta, pero casi nunca es bien aprovechada. Sin embargo, Martin Scorsese lo logra magistralmente contando la historia de Hugo Cabret, un jovencito que vive solo en una estación de tren en París, en la década de los 30, y que adora las películas del gran Melies. Un bello homenaje al cine que debió llevarse el Oscar, de no ser por “The Artist”.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER


El arte inmortal de Auguste Rodin

Josué Sánchez

La primera vez que vi una escultura de Auguste Rodin (1840-1917) fue en el Kuntz Museum de Basilea en Suiza. Era un bronce representando a seis personajes que marchan hacia la muerte con hidalguía, caminando semidesnudos, el cuerpo enérgico y la mirada heroica, el primero de ellos con la soga al cuello. “Los Burgueses de Calais” es un conjunto escultórico magistral que inmortalizó en bronce el sacrificio del héroe francés Eustache de St. Pierre, quien en compañía de otros valientes se entregó a la muerte en defensa de la villa de Calais, sitiada en el siglo XIV por los ingleses.
Pero si la réplica de Basilea resulta grandiosa en la dignidad de su belleza austera, visitar la casa taller de Rodin en la 77, “rue de Varenne” en París, significa entrar a un mundo de formas cargadas de un “elan” vital de singular fuerza. En el inmenso jardín nos espera “Balzac” con la expresión dominante en el rostro delineado al detalle, la cabeza imponente resaltando sobre el cuerpo perdido en la vestimenta sin mayores detalles. Una manera diferente de plasmar la figura hasta entonces vista, que busca transmitir de manera inmediata la esencia espiritual y subjetiva del modelo. Está “La edad del bronce”, obra que fuera expuesta en 1877 en Bruselas provocando un escándalo por el modelado tan vibrante que parecía mostrar un cuerpo vivo —en esa oportunidad, Rodin fue acusado de haber sacado el molde directamente de un cuerpo haciendo calcos del natural—. Está ahí como alejada de la realidad, palpitante y descuidada a la mirada del público.
En las amplias salas del atelier del artista, hoy Museo Rodin, se encuentra casi la totalidad de sus obras. Es de admirar la terracota “Mujer joven”, que data de 1865; la célebre escultura “El pensador”, en bronce; el mármol “La mano de Dios”, donde la mano divina modela a la primera pareja. Resaltan también los mármoles “El beso” y “Dánae”. En “El beso”, el ardor y la intensidad exaltada del amor parecen brotar de los cuerpos vigorosos y flexibles unidos en el abrazo, es el realismo que se doblega frente al ideal y la pasión. “Dánae” es un desnudo femenino, tal vez el más bello realizado por Rodin, es un cántico a la belleza, una melodía sin fin que recorre el cuerpo. “La catedral”, en piedra, son dos manos de diferentes personas que se rozan apenas con los dedos formando una cúpula, tan expresivas que parecen dotadas de una vida independiente mostrando las huellas y la deformación ocasionadas por el trabajo cotidiano. Los retratos escultóricos poseen una firmeza en el modelado que revela el extraordinario dominio del artista sobre la arcilla y su capacidad para reflejar a partir del material el carácter del modelo. Eso se puede apreciar en “Mignion”, el mármol que le hiciera a su discípula y amante, la gran escultora Camille Claudel, y en el bronce dedicado a su compañera Rose Beuret .
En el Museo de Orsay en París, una vieja estación de trenes remodelada, donde se aprovechan los grandes desniveles para mostrar las diferentes obras de arte, Rodin ha sido privilegiado con los mejores espacios para mostrar algunas de sus esculturas originales en yeso, listas para ser pasadas al bronce o a la piedra, como “La puerta del infierno” que fuera inspirada en la “Divina comedia” de Dante Alighieri. Esta escultura, que inició en 1880 y dejó finalmente inconclusa, fue un tormento en su vida y a la vez una fuente inagotable de inspiración. De allí nacieron “El pensador”, “Adán”, “Eva”, “El mártir”, “El hijo pródigo”, “El beso”, “Dánae”, “El Conde Ugolino”, entre muchos otros.
La impetuosidad y energía de Auguste Rodin lo llevaron a comprometerse con muchas obras. Al empezarlas las hacía con tal intensidad que dibujaba, hacía croquis, investigaba la vida de los personajes y modelaba la arcilla una y otra vez hasta obtener una figura que le agradase. Luego, ganado por el entusiasmo de una nueva idea, abandonaba la obra contratada para dedicarse a realizar sus obras personales, distanciándose de todos los que le rodeaban. Hubo momentos en que trabajó en 5 talleres distintos y alejados para no ser ubicado fácilmente. Decía Rodin a su secretario, el escritor Rainer María Rilke: “Siempre viví como un obrero, pero la felicidad de trabajar me hizo superar invariablemente toda dificultad. Por otra parte, apenas estoy inactivo me aburro, y me resultaría insoportable no producir nada. El descanso es monótono y evoca la tristeza de todo lo que se termina”. Nunca descansó y su obra inmortal aún continúa re-creándose en los ojos, la mente y el corazón de quien las observa.

MICROCUENTO:


Sopa de letras

Ricardo Calderón Inca

Óscar, al ver que no pudo aprobar el examen de literatura, tomó al pie de la letra las sabias palabras de Gonzalo:
—Cómete los libros pe', muchachón.
Horas más tarde fue hospitalizado de emergencia. Al interior de Óscar yacían papeles y mariposas en total armonía.

PERFUME DE MUJER



Millennium I: Los hombres que no amaban a las mujeres

Stieg Larsson

Se inclinó y le besó en la boca. Sus intenciones no podían estar más claras. Se subió rápidamente a la cama y se quedó sentada mirándole con ojos inquisitivos. Puso una mano sobre la sábana que cubría su estómago. Como no protestó, ella se inclinó y le mordió un pezón. Mikael Blomkvist estaba completamente perplejo. Al cabo de unos segundos la cogió de los hombros y la apartó para poder ver su cara. Él no parecía indiferente (…) ella le quitó la sábana y se puso a horcajadas encima de él.