miércoles, 3 de octubre de 2012

I Concurso Nacional de Cuento “Premio Solo 4”

Diseño: Robhert Pimentel


El Suplemento Cultural “Solo 4” del diario Correo de Huancayo, en el marco de las celebraciones por los 50 AÑOS DE FUNDACIÓN DE CORREO en la región Junín, y la edición 444 de su suplemento, con la finalidad de contribuir a la producción literaria de nuestro país, convoca al I Concurso Nacional de Cuento “Premio Solo 4”, con arreglo a las siguientes bases:

Bases:

1.     Podrán participar todos los peruanos y peruanas mayores de 18 años.
2.     Cada participante podrá presentar hasta dos cuentos.
3.     Los participantes concursarán bajo seudónimo por cada cuento presentado.
4.     El tema es completamente libre.
5.     El cuento deberá ser INÉDITO, escrito en español, y no haber sido presentado con anterioridad a otro concurso nacional o internacional cuyo fallo esté pendiente.
6.     La extensión máxima será de 1200 palabras, digitadas a doble espacio, en fuente Arial 12.
7.     Los trabajos se presentarán en las instalaciones del diario Correo, Jr. Cuzco N° 337 – Huancayo, en un sobre de manila tamaño A4 CERRADO dirigido a: I Concurso Nacional de Cuento “Premio Solo 4”;  que deberá contener:
a)  El cuento impreso por una sola cara en papel A4, en TRES EJEMPLARES LEGIBLES, debidamente compaginados, numerados en el extremo inferior derecho. Cada ejemplar impreso deberá contar con una carátula en la que se consignará el nombre del cuento y el seudónimo del participante.
b)  El cuento en soporte electrónico, es decir grabado en un disco compacto (CD), rotulado con el título del cuento y el seudónimo del autor.
c)  Un sobre tamaño carta o similar CERRADO, que en su exterior consigne el correspondiente nombre del cuento y seudónimo, y en su interior una página con los nombres y apellidos del autor, lugar de nacimiento, dirección domiciliaria, dirección electrónica, teléfono (imprescindible) y un breve resumen biográfico, además de una fotocopia simple del documento de identidad (DNI) por ambos lados.
8.     La fecha y hora límites de recepción de los trabajos será el viernes, 05 de OCTUBRE de 2012, a las 6:00 pm. Los trabajos enviados por correo serán considerados válidos siempre y cuando se registre en el matasellos la fecha y hora mencionadas.
9.     El Jurado Calificador estará conformado por tres escritores de reconocido prestigio nacional e internacional, y se dará a conocer junto a su veredicto.
10.  El Jurado Calificador elegirá tres trabajos ganadores, que se harán acreedores a los siguientes premios:
1er puesto: S/. 1,000.00 (Mil Nuevos Soles) y diploma de honor.
2do puesto: S/. 700.00 (Setecientos Nuevos Soles) y diploma de honor.
3er puesto: S/. 300.00 (Trescientos Nuevos Soles)  y diploma de honor.
Además, según su criterio, elegirán a los cuentos finalistas que serán reconocidos por Menciones Honrosas.
11.  El cuento ganador, el segundo y tercer lugar serán publicados, indefectiblemente,  en la edición especial n° 444 del Suplemento Cultural “Solo 4” del diario Correo de Huancayo. Además, junto a los finalistas, serán publicados en los sitios web oficiales de “Solo 4”, en Facebook y en el respectivo blog.
12.  El fallo del Jurado Calificador será INAPELABLE y se publicará 30 días después del cierre de convocatoria, en el diario Correo y en su suplemento “Solo 4”.
13.  Finalizado el concurso, los trabajos que no hayan sido premiados serán incinerados.
14.  La participación en este certamen implica la ACEPTACIÓN DE TODOS LOS PUNTOS antes señalados.
15.  Cualquier omisión de cualquiera de los estamentos en las presentes bases implicará la inmediata descalificación del cuento concursante.
16.  Los casos no previstos se resolverán a criterio del Jurado Calificador y la organización.
                                                                                       
Huancayo, julio de 2012.

Solo 4, “437”, del 29 de SETIEMBRE de 2012, año IX


LA CITA:

“Si pudiera permanecer inmóvil, sin hablar ni pensar, sin suplicar, llorar, recordar o esperar, si pudiera sumergirme en el silencio más completo, tal vez entonces podría oírte.”

Isabel Allende, Paula

LO ÚLTIMO: Concurso de Cuento “Premio Solo 4” cierra este 5 de octubre


En el marco de las celebraciones por los 50 años de fundación del diario Correo en la región Junín, y la próxima edición 444 de nuestro suplemento, con la finalidad de contribuir a la producción literaria de nuestro país, convocamos al I Concurso Nacional de Cuento “Premio Solo 4”, el cual ha estado abierto desde el mes de julio y cerrará la recepción de trabajos este viernes 5 de octubre, a las 6 pm.
Los premios de este certamen serán de S/. 1000 para el primer lugar, S/. 700 para el segundo y S/. 300 para el tercero. El tema es totalmente libre. Usted podrá dejar sus trabajos en las instalaciones del diario Correo, Jr. Cuzco N° 337 – Huancayo.
Las bases generales las podrán hallar en nuestro blog: www.suplementosolo4.blogspot.com; en Facebook como “Suplemento Cultural Solo 4”, y en esta edición.

Periodismo: más que el cuarto poder


Jhony Carhuallanqui



Según la Ley Nro. 26937, el ejercicio de la actividad periodística es “libre” y no amerita colegiación profesional, disposición ante la cual, el Colegio de Periodistas del Perú solicitó la inconstitucionalidad de dicha norma, pero el Tribunal Constitucional fue tajante al declarar infundado dicho pedido. Así que cualquier persona —tómese literalmente—, podrá hacer periodismo, amparado, y a veces encubierto, en el derecho a la Libertad de Expresión.
La disputa entre los profesionales y prácticos (empíricos) del periodismo es algo tan irrelevante como grotesco, pues en ambos “lados” encontramos brillantes ejemplos de sensatez, como también de infamia y negligencia, así que profesional o no profesional en periodismo, la “responsabilidad” que asumen al investigar, componer y difundir un hecho,  es lo que en verdad importa, pues como dice Alberto Fuguet en “Tinta Roja”: «El periodismo, como la prostitución, solo se aprende en la calle».
Definitivamente, un diploma no acredita la aptitud del periodista. Gabo, en su célebre discurso “El mejor oficio del mundo”, asegura que la mejor cátedra se daba en las salas de redacción, luchando por confirmar un dato ante la inminencia de la “hora de cierre” y cualquier duda se recurría al mejor catedrático: el editor, “que antes era un papá sabio y compasivo” y ahora, —a decir de Ignacio Ramonet—, es un empresario que ve a la información como mercancía,  no sabe nada de periodismo, pero sí, de negocios.
Luis Miró Quezada decía que: “El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios”, y como ejemplo tenemos El Washington Post, que se hizo famoso por el trabajo impecable de los periodistas Woodward y Bernstein que destaparon el Caso Watergate (que terminó con la dimisión de Richard Nixon de la presidencia de EE.UU.), pero también, este diario fue víctima de las artimañas de Janet Cooke, una periodista que inventaba y falseaba datos, y que tuvo que devolver el premio Pulitzer que había recibido.
La verdad es el alma de un periodismo responsable y comprometido: The New York Times tuvo que denunciar a su reportero Jayson Blair, pues en la “verificación” de sus notas, se descubrió que citaba personas a las que nunca había entrevistado y refería lugares que jamás había visitado. Sería interesante que todos los medios tuvieran un sistema de control similar.
El periodismo es el “Cuarto Poder” y en una sociedad donde el Estado es ajeno a las necesidades del pueblo, se convierte en el primero y único, sólo que hay “periodistas” que no entienden esa gran responsabilidad y fungen de “mesías justicieros” que a la larga solo empeoran los conflictos. Kapuściński en su ensayo Los cínicos no sirven para este oficio” señala que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas”.
            El periodismo también implica riesgo y persecución, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), en lo que va del año son 44 periodistas muertos, y 146 han sido encarcelados, y la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) ya ha denunciado 49 agresiones.
En un reconocimiento tardío —20 años después—, el Gobierno Peruano declaró como “Héroes de la Democracia y del Periodismo” a los ocho corresponsales asesinados en Uchuraccay, pero ello no basta, hay que formalizar mecanismos de protección que garanticen la seguridad de los hombres de prensa en su labor.
En estos tiempos modernos, o de banalidades como dice Mario Vargas Llosa en “La Civilización del Espectáculo”, lamentablemente prolifera “el periodismo irresponsable de la chismografía y del escándalo”, y sólo quedan dos opciones: nos unimos o lo combatimos.

¡Diablos en la literatura oral andina!


Juan Carlos Suárez Revollar



La literatura oral ha constituido, desde el albor de los tiempos, la mejor forma de transmitir saberes e ideas de una generación a otra, a través de historias que funcionaban como parábolas o lecciones de vida. Con el paso de los años, y ya en tierras americanas, los conquistadores españoles comprendieron que podía utilizarse como una potente herramienta de control social.
Esa es una de las conclusiones que esgrime la escritora huancaína Isabel Córdova Rosas en su ensayo «El diablo en la ideología del mundo andino». Pero la afirmación más relevante del estudio es que la figuración demoníaca y todas sus variantes no formaban parte del imaginario andino prehispánico, sino, más bien, fueron introducidas con la llegada de la cultura ibérica a la sierra central.
Debido al limitado alcance de las leyes para reglamentar el comportamiento de las gentes, había la necesidad de buscar una forma de rebasarlas para establecer reglas de conducta que eliminaran faltas como la lujuria, el incesto o cualquier otra actuación inmoral, como parte de un control social sistemático. Es entonces que se echó mano de las mitologías occidentales: la dualidad de Dios y el diablo para cumplir la función de castigar el comportamiento pecaminoso en una esfera mística y sobrenatural que rebase el alcance humano.
El mundo de los wankas prehispánicos —nos dice Córdova Rosas— estaba dividido en tres estadios: el superior, o de las deidades; el medio, de los hombres y animales; y el interno, de los muertos y gérmenes. «El diablo o demonio —agrega— no habita en ninguno de esos espacios», ni siquiera en el último, que «jamás podría ser considerado el lugar de castigo o el infierno de la civilización occidental». Eso prueba que el diablo no existía en el imaginario andino antes de la inserción de la cultura europea.
La primera identificación formal del término «diablo» —o supay— en quechua fue en 1608 por el jesuita Diego González Holguín. Para entonces ya se había incorporado su figuración entre los hombres andinos. Pero no se trata del mismo diablo europeo, sino de un personaje basado en este, que incluyó elementos tomados de las tradiciones locales para matizarlo, hacerlo más creíble y, específicamente, entendible y fácil de interiorizar. En la tarea de implantarlo en la cosmovisión del aborigen —nos dice Córdova Rosas— «intervino con un rol preponderante la literatura oral para establecer el control social. De esa forma, a la prédica, al sermón y al exorcismo se unieron relatos orales con los que se trataba de inculcar la existencia del demonio y los castigos a los que se verían sometidos quienes cayeran en sus redes».
El momento de la inserción del diablo al pensamiento colectivo andino habría sido cuando el español descubrió que pervivían diversos «actos litúrgicos aborígenes destinados a rendir culto a las deidades nativas», por lo que se recurrió al diablo como culpable de esa «actitud resistente a la ideología religiosa prehispánica». La autora afirma que «fue entonces cuando se aprovechó con eficiencia la mentalidad animista y supersticiosa del aborigen  para inculcar, dentro de sí, una serie de mitos sobre el diablo, que la literatura oral se encargó de difundir, acrecentar, retocar y, en la mayoría de las veces, darle un carácter burlesco».
Córdova Rosas ha identificado al menos seis categorías de la figuración demoníaca en la narrativa oral: diablos, condenados, mulas, jarjarias, joljolias y uman tactas. Destacan los relatos donde el diablo es más bien burlado y el héroe de la historia —que por sus características, sería más bien un antihéroe— sale bien librado y dueño de una inmerecida recompensa. Pero también hay una connotación erótica, pues el diablo siempre seduce a las mujeres que muestran predisposición demasiado lasciva o ambiciosa, por un lado, o ingenua y crédula por otro.
El ensayo de Córdova Rosas demuestra que la riqueza de las culturas —en particular la andina a través de la narración popular— se encuentra en su capacidad de impregnarse de las otras antes que colisionar con ellas. Esa es la magia que irradia la literatura.

Los 63 años del aeropuerto Francisco Carlé


Carlos Hurtado Ames



El aeropuerto de Jauja, denominado en esa época “Jaujatambo”, se inauguró el 27 de setiembre de 1949 por la mañana, luego de que un avión del servicio de Transporte Aéreo Militar aterrizó con una comitiva compuesta por dos comandantes de la Fuerza Aérea y personas distinguidas de Jauja. El campo había sido preparado por la colectividad del lugar a través de sucesivas faenas comunales conocidas como las “jornadas de setiembre” en las que participaron casi toda la población, tanto de la ciudad como de la provincia en general. Se trató de un hecho memorable e inusitado hasta ese momento, y que sólo puede ser comparado con la gran movilización que en su defensa se ha visto últimamente.
La obra fue dirigida por José Elías Frías, director del Sanatorio de ese entonces; Virgilio Reyes, alcalde de Jauja en aquel momento; y Francisco Carlé, párroco de la provincia.
La trascendencia que ha tomado la figura del padre Carlé se debe a la continuidad que propulsó del proyecto cuando aparecieron dificultades en años posteriores. Por ello es que el terminal aéreo lleva ahora su nombre.
Para esta obra los jaujinos donaron sus bienes al Comité pro Aeropuerto, de ese entonces, desinteresadamente. Fueron 34 los propietarios que cedieron sus terrenos mediante Escritura Pública ante el notario Alberto Hurtado Dianderas.
Posteriormente, en 1955, el comité “donó” el terreno a CORPAC ante el notario Peña. De este modo es que el Estado pasó a ser el dueño, sin, literalmente, haber invertido o gastado un centavo. Esto debe resaltarse en un contexto donde mayoritariamente hay una visión paternalista de que es el gobierno el que debe dar. Aquí es al revés. Además, se debe destacar también el hecho de que fue toda la población de Jauja, tanto de la ciudad como de los distritos, organizada en faenas durante un mes de diario trabajo, la que hizo la obra, sin mediar pago alguno por ello.
Históricamente a esto se conoce como “las jornadas de setiembre”. Por eso se dice que el aeropuerto está regado con el sudor de nuestros padres y abuelos, sin diferencia de ninguna especie, y hecho con sus sueños y anhelos.
De ese momento hasta el presente, el aeródromo ha tenido un funcionamiento sostenido, lo que se puede demostrar a través de innumerables fuentes. Este 27 de setiembre se cumplirán 63 años desde que se inauguró este campo de aviación, único en el Perú debido a su historia y que es una muestra de una obra hecha por el pueblo en beneficio de la patria.
De este modo, este aeropuerto está cargado de historia, una historia que hoy intereses ilegítimos pretenden desconocer. Pero que a la vez esta misma historia es el principal sostén de su defensa y de su futuro.

Nuevas lecturas de un antiguo culto


Diana Casas



Los primeros días de octubre, a la hora del crepúsculo, cuando Jauja se sumerge en el éxtasis azul dorado del ocaso, notables y humildes se reúnen para rezar avemarías y padrenuestros y, con sus preces, coronar de rosas, que eso significa “rosario”, a la patrona de la antigua y señorial ciudad: Mamanchic Rosario, la  Virgen cuya efigie de tamaño natural llegó a inicios de la colonia desde la lejana España.
La devoción a la Virgen del Rosario proviene del siglo XIII y se atribuye a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los dominicos. Según la tradición, el rezo del santo rosario fue el arma poderosa que ayudó a la Liga Santa cristiana a obtener la victoria sobre los otomanos en el célebre combate naval de Lepanto.
A América, el culto mariano bajo esta advocación llegó con los dominicos, los poderosos frailes del abrigo y la capucha negros sobre la blanca túnica de lana, que jugaron un papel principalísimo en la evangelización de las colonias. Fueron los dominicos los que tras la fundación española de Jauja, se establecieron  en la ciudad,  instituyéndola como cabeza de doctrina, para desde allí propagar el cristianismo y “extirpar las idolatrías”.
Según Pablo Macera, fue entonces cuando la institución española de la cofradía se “instrumentó” para ejercer un control religioso sobre el campesinado indio. Definidas como “familias artificiales de solidaridades consentidas” (Le Bras), las cofradías se formaron por personas la mayoría de las veces compelidas a afiliarse, destinadas a socializar y adaptarse al cambio a través de ellas y, en el proceso, a enriquecerlas con sus bienes.
En Jauja, la cofradía del Rosario —dividida muy probablemente en una sección de españoles y en otra de naturales y pardos— llegó a ser la más importante. El poder eclesiástico parecía haber logrado su objetivo, pero en 1595, la cofradía reclamó su autonomía económica del clero y la obtuvo.
¿Cómo pudo ocurrir aquello? Es de todos conocida la crisis estructural que produjo la violencia de la irrupción hispana en el mundo andino. La población indígena fue diezmada y las instituciones que habían permitido el florecimiento de la admirable cultura andina se vieron amenazadas con la desintegración. Frente a ello, los estudios de Olinda Celestino y  Albert Meyers sugieren la posibilidad de que las cofradías se hayan convertido en refugio de la más importante de estas instituciones: el ayllu, permitiendo “la continuación de antiguas solidaridades e identificaciones étnicas y parentales”, y posibilitando, con el paso de los años, cambios en las relaciones de poder económico y de prestigio social.
Macera desestima la hipótesis de que el ayllu haya podido ser suplantado por la cofradía, antes bien, considera que durante la colonia y hasta muy entrado el siglo XIX continuó siendo la unidad social básica indígena; pero las investigaciones de Celestino y Meyers le suscitan sugestivas interrogantes: “¿podría ser que el ayllu manipulara a la cofradía para asegurar su propia reproducción cultural y económica? ¿Por eso… fue que la nobleza indígena quiso a menudo ocupar altos puestos dentro de las cofradías?” Lo cierto, afirma Macera, es que las cofradías están “al servicio de una ética del trabajo y la redistribución de riquezas dentro de una compleja dialéctica que premia con prestigio al que produce siempre que ponga su producto al servicio y goce de los demás miembros de la comunidad a través de la fiesta.” Así es como el grupo logra su reproducción cultural y económica, preserva su identidad y afirma su carácter igualitario y democrático.
Las derivaciones de los nuevos estudios son múltiples y apasionantes. Involucran aspectos diversos; algunos vinculados al problema de las identidades, como en el caso de la coexistencia de Mamanchic Chapetona y Mamanchic Rosario, pero también económicos como los relativos a los circuitos económicos involucrados en la fiesta, tema que actualmente es investigado por Simeón Orellana.

MICROCUENTO:


Don Alberto

Giulissa Segura



“Pero no digas que nunca confié en ti, amada mía. Lo hice y no debiste dudarlo, de lo contrario, ¿de qué otra manera te hubiese encontrado aquella noche en el hotel, cuando me dijiste que ibas, como siempre, a ver al leguleyo para firmar nuestro divorcio, hace ya dos años?”, dijo don Alberto, con nostálgica mirada, a la tumba de su mujer.

PERFUME DE MUJER


Los aires difíciles

Almudena Grandes


Rodeó con un brazo el cuerpo de Charo para atrapar uno de sus pechos, el objeto de aquella lejana y grosera exhibición, y lo amasó, y lo apretó, y lo estrujó, y lo pellizcó mientras, en su cabeza, la voz de un chico torpe y sin suerte que hablaba con Dios y decía te quiero sin mover los labios (…) Ella no se quejó, no dijo nada, pero la pinza que se había cerrado sobre su pezón derecho precipitó quizás su siguiente movimiento, y Juan pudo anticiparlo, interpretó sin dificultad sus intenciones cuando Charo decidió cambiar de objetivo y separó la cabeza de la suya para zambullirse sin transición alguna en su vientre, y ahora aquellos labios que parecían tan satisfechos antes de sangrar en vano recorrían las paredes verticales de su sexo para procurarle un placer creciente, razonable, conocido.

BREVIARIO: Héctor Meza Parra es reconocido como hijo ilustre de Jauja




El escritor Héctor Meza Parra fue distinguido como hijo ilustre de Jauja por la municipalidad de esa provincia y le fue entregada la medalla de honor. El reconocimiento se hace por «poseer una producción literaria sostenida y de calidad en la Región Junín». En una carta de la Municipalidad de Jauja se señala que, debido a que esa institución “no olvida a sus mejores hijos, se ve en la obligación de merecidamente galardonarlo”. El autor de «Los mataperros» se mostró complacido y expresó su profundo agradecimiento a la población de Jauja, donde nació. “Me siento realmente honrado y muy contento con esta distinción”, señaló.