martes, 12 de febrero de 2013

Solo 4, “456”, del 09 de FEBRERO de 2013, año IX


LA CITA:

«Todos los hombres son mortales, pero para cada hombre su muerte es un accidente y, aun si la conoce y la acepta, una violencia indebida.»

Simone de Beauvoir, Una muerte muy dulce

LO ÚLTIMO: San Valentín listo para empalagarte


Una de las fechas más queridas y odiadas de las tantas celebraciones mundiales, el Día de San Valentín, está a la vuelta de la esquina. Cientos de jóvenes y maduros enamorados inician la búsqueda desesperada de regalos y artículos propicios para esta fiesta.
Se calcula que, después de Navidad y el Día de la Madre, San Valentín es la jornada donde más se gasta, sobre todo, en restaurantes, joyas y hoteles. Asimismo, es cuando más matrimonios se realizan a nivel mundial, y más demostraciones de afecto se hacen públicas, incluso hasta el ridículo, como para empalagarnos a todos.
Sin embargo, es también, luego de las festividades de fin de año, cuando más suicidios o intentos de los mismos se registran, además de uno u otro crimen pasional. Y es que el ser humano está hecho para amar, pero con la misma intensidad puede llegar a decepcionarse u odiar. Bien lo decía Neruda: «Es tan corto el amor y tan largo el olvido».

La literatura oral en los Comentarios reales


Isabel Córdova Rosas


La estructura de “Los comentarios reales de los incas”, de Inca Garcilaso de la Vega, muy semejante a la de una extensa novela del siglo XVI, lleva a pensar, de primera intención, que esta excelente crónica es un gran relato. Algunos críticos, de la talla de Marcelino Menéndez y Pelayo, llegaron a decir que se trataba de una de las grandes novelas jamás escritas en América, y el gran caudal de información que contiene debió venir por los labios de los parientes del autor que, al no saber escribir, adquirieron el oficio de recordar.
A varios siglos de la aparición de “Los comentarios reales”, continúa despertando gran interés en los lectores y, para que tenga esta perdurabilidad, Inca Garcilaso se valió de excepcionales fuentes, que fueron las razones que movieron su inspiración: la afinidad, desde muy niño, por las narraciones orales que poblaron muchas veces su mente de imaginación y apego por la antigua cultura de su madre; la observación personal en los momentos más conflictivos de la conquista y por lo tanto, la posibilidad de entregarnos un testimonio privilegiado y; las facilidades que le brindaron los documentos de Blas Valera y otros informantes, junto a la imperiosa necesidad de reivindicar el nombre de su padre, traído a menos en un juicio público en el que, pese a su rango, se le tildó de colaboracionista con los rebeldes a la autoridad virreinal.
Por la cantidad de anécdotas, leyendas, breves incursiones míticas, cuentos históricos y hasta la interpolación de diálogos que Inca Garcilaso adentra en el texto, se podría inferir que es, en efecto, un extenso y extraordinario relato oral el cual, en ordenada cronología, narra desde la aparición de los hombres en el antiguo Perú y la antropogónica fundación del Cusco como Capital del Imperio de los Incas, hasta las acciones del último gobernante, Atahualpa, convertido en la pieza clave del desmoronamiento del Imperio.
Hay gran cantidad de textos orales y míticos con los cuales se puede mostrar el grado de oralidad al que llegó el autor para escribir esta obra, considerada como piedra angular de la historiografía americana.
Pocos libros son tan llenos de literatura oral como este y pocos elementos, como los mitemas, tan propios y útiles para analizar y rastrear en los relatos tradicionales las creaciones culturales de los pueblos.
Por el corto espacio que disponemos, vamos a poner como ejemplo uno de los más caracterizados relatos orales míticos en los “Comentarios reales”, como una muestra del excelente caudal que contiene: la leyenda antropogónica sobre la pareja primordial y la fundación del Cusco. (Manco Capac y Mama Ocllo). Ésta es muy importante desde el punto de vista de la fijación de las narraciones orales en los primeros momentos de la conquista, por la frescura y originalidad con que son presentados al poco tiempo de su recopilación, y por informantes muy calificados.
Aurelio Miro Quesada, uno de los más serios estudiosos del cusqueño dice: «A los relatos orales se unía la emocionada imagen de lo que él podía observar por sí mismo. Todavía hasta los trece años de su edad, se conservaban aunque decaídas, algunas costumbres y fiestas del Imperio: las ceremonias viriles del “huaracu”, o iniciación militar de los jóvenes; las fiestas del “sitúa”, o de la purificación, mientras los espectadores comían el “sancu”, y esperaban que llegara la noche para ahuyentar a los malos espíritus con las antorchas llamadas “pancuncu” (…) los gritos del “haylli”, que es triunfo y victoria».
Todos estos hechos fueron seguidos de minuciosos testimonios de las personas que le habían acompañado, y que el escritor recordará a lo largo de “Los comentarios reales” con verdadero respeto, por quienes a través de la tradición oral fueron los verdaderos portadores de las creaciones sociales, políticas, económicas y culturales de los incas, de las que Garcilaso se sintió depositario.
El mismo escritor dice: «Tuve noticias de todo lo que vamos escribiendo, porque en mis niñeces me contaban sus historias como se cuentan las fábulas a los niños. Después en edad más crecida, me dieron larga noticia de sus leyes y gobierno…»
Consideramos a “Los comentarios reales de los incas”, una extraordinaria obra literaria, histórica y antropológica.

Cuando la imaginación crea su verdad


Jhony Carhuallanqui


El sonado relato según el cual Walter Disney habría sido criogenizado, y estaría a la espera de que la ciencia desarrolle los instrumentos y medicamentos adecuados para reanimarlo, es, sin lugar a dudas, una historia fantástica, por eso, es mi “leyenda urbana”  favorita, aunque ya está demostrado que su cuerpo fue cremado en 1966 y sus cenizas depositadas en su mausoleo familiar de California.
Seguramente, Disney “resucitado” vería con agrado como Blanca Nieves, Dumbo, Bambi, Pinocho y otras de sus producciones, son clásicos infantiles y, contemplaría con satisfacción, como Pixar (Toy Story, Nemo, Cars, Wall-E y demás) y Marvell (Spiderman, X-Men, Hulk, el Capitán América, Iron Man, entre otros) forman parte de su corporativo.
Las leyendas urbanas son narraciones populares que se divulgan sin fundamento y  se van esparciendo en el culto popular, sin cuestionamientos sólidos sobre su veracidad, por lo que sólo se propagan con tramas sorprendentes y misteriosas que aun cuando alguien no las cree, las difunde.
Sin embargo, es importante señalar que, a veces, hay excentricidades que nos suenan falsas, pero no lo son, como el caso del ataúd bañado en oro de 14 quilates donde fue depositado el cuerpo de Michael Jackson, o que Jennifer López, previo a sus conciertos, demanda una habitación donde paredes, muebles y decoración deben ser blancas.
Por otro lado, es falso que Marilyn Monroe tuviera seis dedos en los pies, como que Elvis Presley esté vivo y haya fingido su muerte para estar totalmente aislado del mundo del espectáculo, que lo arrastró a los vicios y excesos. También es falso que Paul McCartney haya fallecido en 1966 en un accidente de tránsito, y que un doble tomara su lugar para evitar la desintegración de The Beatles.
Del mismo modo, Johs Saviano (Paul Pfeiffer en la serie “Los Años Maravillosos”) no es el estrafalario Marilyn Manson, de quién se cuenta —erróneamente— se extrajo tres costillas para autofelarse.
Esta fascinación por “descubrir” secretos, también se ha extendido a corporaciones como Coca Cola y KFC. De la primera se dice que su fórmula es “secreta”, y que la policía de New York la usa para limpiar la sangre de los accidentes en las autopistas; de la segunda se afirma que en algún laboratorio secreto se crían pollos (engendros) sin cabeza, ni patas, ni alas, solo pechos, que luego son sacrificados para proveer sus restaurantes.
Las leyendas urbanas invaden el ámbito infantil: aseguran que la tierna gatita “Hello Kitty” surgió de un pacto diabólico, pues se cuenta que se trataría de una niña con cáncer a la boca, cuya madre hizo una alianza con el demonio para salvarle la vida y, a cambio, crearía una muñeca que difundiría “secretamente” su nombre: “Hello” en inglés significa “hola”, y Kitty en Chino significa “demonio”; además, por ello, el personaje no tendría “boca”.
En el caso de la serie “Supercampeones, el final es trágico, aunque cierto, por ello fue quitado en muchos países. La serie concluye cuando Oliver Attom juega la final del mundial contra Brasil y, de repente, aparece la escena en la cual él está en un cuarto de hospital y despierta para contarle lo soñado a su madre, quien lo coge en brazos para ponerlo en una silla de ruedas, pues perdió las piernas en el accidente automovilístico donde inicia la serie.
Hay situaciones que nos suenan asombrosas, pero son ciertas: Kim Peek leyó 12 mil libros y retenía el 98% de la información contenida. Amala y Kamala fueron criadas por lobos y fueron encontradas en la India hacia 1920. Sin embargo, también existen historias absurdas como que Errol Flyn podía tocar el piano con el pene, o que Albert Einstein jamás fue un alumno mediocre en matemáticas.

COLUMNA: EL BUEN SALVAJE


Realidad que supera la ficción

Sandro Bossio Suárez

Nuestra tierra fértil, nuestra exuberante floresta, nuestras costumbres atávicas exaltaron desde el principio la imaginación –y a veces hasta los espejismos– de los viajeros. Así, extasiados y febricitantes, nos contaron cientos de historias.
Por ejemplo, que los antiguos hombres peruanos masticaban coca con elementos alcalinos para adormecer lengua, labios y garganta, fenómeno que en quechua se llama “kunka sukunka” (es decir “faringe adormecida”). Quien nos lo cuenta en una anécdota sabrosa es el jesuita español Bernabé Cobo. Dice que fue beneficiario del “kunka sukunka” cuando tuvo que combatir un terrible dolor de muelas.
Polo de Ondegardo, un cronista hispano que se casó con una descendiente de Manco Inca con el solo propósito de obtener los secretos de la “panaca incaica”, es decir, de las familias reales, describió cómo los médicos aborígenes cortaban la carne de los heridos en sorprendentes cirugías y, después de ella, cerraban las heridas engrapándolas con cabezas de escarabajos.
Garcilaso de la Vega, el Inca, narra que los indios “guancas” comían sabrosísimamente y bebían también sabrosísimamente la carne y la sangre de los perros andinos, y que además confeccionaban idolillos con los colmillos y tambores con la piel, porque creían que de esa manera iban a adquirir la fidelidad y ferocidad de esos nobles animales. Por esa costumbre, dice el cronista, los “guancas” fueron llamados “guancas comeperros”.
Pedro Cieza de León, en su largo recorrido por los andurriales del sur meridional del Perú, se encontró con unas mujeres solas, viejas, que se protegían en cuevas y grutas, a quienes llamó “pampa-huarmis” o “mujeres de la pampa”. En sus crónicas cuenta la terrible historia: eran mujeres públicas, prostitutas, que, por norma, no podían vivir en la sociedad incaica por exceso de edad. Estaban proscritas, prohibidas de volver a la civilidad, condenadas a morir entre los filudos incisivos del hambre y el frío. Pero muchas de ellas no morían pese a que la gente no las socorría y, verdaderas amazonas de ande, combatían a la fatalidad. Así las encontró Cieza de León y así las presentó al mundo.
Guaman Poma de Ayala, el primer cronista gráfico que tiene el mundo, recorrió gran parte del territorio virreinal del Perú anotando lo que veía, escuchaba, olía, y logró para la humanidad dos libros maravillosos que –no se sabe cómo– sacó de la Colonia sin que nadie se enterara, aun cuando las aduanas  terrestres y flotantes estaban instruidas para perseguirlos, pero, sobre todo, para destruirlos.
Cuenta en uno de los pasajes más intensos de sus memorias, que vio cómo los indios de Huánuco curaban sus males comiendo un sanco pestilente logrado sobre la base de tubérculos podridos en grandes pozas de fango y pecina. Quinientos años después, este producto se ha puesto de moda, se ha convertido en todo un boom exportable de la medicina tradicional: se llama “tocosh” y el Perú lo sigue produciendo a la usanza incaica en las zonas templadas del centro del país.
El propio Gabriel García Márquez relata que Antonio Pigafetta, el navegante florentino amigo de correrías de Magallanes, contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. También “un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo”.
El gran colombiano también nos cuenta –y es cierto– que uno de los tantos misterios nunca descifrados “es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cusco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino”.

IMPRESCINDIBLES / DISCOS:


Selección y textos: Pentafónica Radio

Grey  Oceans

Cocorosie



Cocorosie  es el proyecto francés de las hermanas Sierra y Bianca. Su Disco Ocean Grays, lanzado en 2010, tiene la peculiaridad de ser dulce, caótico, ruidoso, lúdico, elegante y callejero. El manejo de varios sonidos y ritmos que intercalan en muchas frecuencias, juegan con tus estados de ánimo, te pueden llevar a la profunda tristeza o a la alegría extrema en una sola canción, como  con “Lemonade” y “Gallows”, mis temas  favoritos. Si estás buscando nostalgia pura, este es un disco para ti.


M V B

My Bloody Valentine



Después de 22 años, el 2 de febrero de este, tras anunciar meses atrás que se juntaban otra vez, sacaron su tercer disco, con mucha expectativa, tanta que se sobresaturó la página oficial de esta banda de culto. Si te quedaste extasiado con “Loveless”, te cuento que te enamorarás de este álbum. Nueve temas con las dulces voces de Bilinda Butcher y Kevin Shields, más ese sonido sucio “low-fi”, hacen la perfecta combinación para escucharlo bajo una noche de lluvia.



Turn on the Bright Lights

 Interpol


A 10 años del lanzamiento del “Turn on the Bright Lights”, la disquera Matador lanza una edición remasterizada con videos, demos y “booklet”. Es la oportunidad para disfrutar de la banda que revisó el postpunk de finales de los 70, con resultados memorables. Es imposible olvidar a Joy Division al escucharlos, pero no se puede caer en la comparación facilista. Interpol supo traer la oscuridad del postpunk al presente, con un disco tenso y afilado, que debes tener en tu colección y hacer de tu habitación un mejor lugar.

Amor


Roberto Loayza Cárdenas



Al terminar de ver esta cinta, tiemblo al pensar que la vejez debe ser únicamente para valientes. El alemán Michael Haneke ya nos estaba acostumbrando a mostrarnos la parte más terrible de la naturaleza humana, solo basta echar un vistazo a “Juegos macabros” (Funny Games, 2007) o “La profesora de piano” (La pianiste, 2001), por eso sorprende que con su filme más personal e íntimo, también el más atípico, logre su obra cumbre.
Cuando anunció para el Festival de Cannes que su nueva película se titularía simplemente “Amor” (“Amour” en buen francés) esperábamos otra de sus historias retorcidas, esas para no dormir, esas para no creer. La cinta empieza con una escena de muerte, de olores fétidos, parece la escena de un crimen, pero es todo lo contrario, es la escena de una de las más hermosas demostraciones de amor que el cine nos ha regalado últimamente.
Los restos mortales de una elegante dama, rodeada de flores disecadas, se sazonan con la exquisita música que Haneke propone, en esta ocasión las tonadas de Beethoven, Bach y, especialmente, Schubert nos abren las puertas del hogar de la pareja de esposos Georges y Anna. Dos de los mejores actores que el “País de las Luces” nos haya entregado: Jean-Louis Trintignant (el enfermizo y apasionante juez de “Rojo” de Kieslowski) y Emmanuelle Riva (la inolvidable protagonista de “Hiroshima, Mon Amour” de Resnais). Él tiene 82, ella está por cumplir 86, y nos regalan las actuaciones de sus vidas: una pareja de profesores de música retirados, que nos transmiten la paz que solo los años y el verdadero amor pueden brindar.
Haneke no hace concesiones, nos cuenta el final del filme en los primeros minutos y nos lleva de la mano en un recorrido tan extremadamente doloroso como bello, en poco más de dos horas.
Georges ama a Anna como todos alguna vez quisiéramos hacerlo y la prueba más grande de ese amor es cuando la tragedia disfrazada de enfermedad llama a la puerta. Sin embargo, el director no podía dejar de lado su implacable forma de mostrarnos su cine: las escenas son por momentos en demasía dolorosas, como la vida misma suele serlo, pero lo hace con ternura y sencillez al mismo tiempo. El rostro impávido de Trintignant y la fenomenal transformación de Riva, de una bella y distinguida dama a un ente casi inmóvil, hace sangrar al espectador que al acabar de ver esta obra maestra, termina con una inevitable sensación de vacío y sufrimiento.
Su Palma de Oro en Cannes queda corta, cualquier premio o reconocimiento a esta monumental película no bastarían para agradecerle a Haneke el habernos regalado su mejor cinta, la más filosófica de su ya admirable carrera y, tal vez, la más simple, pero que definitivamente quedará como una de las mejores de todos los tiempos, así de simple. Nada sería suficiente para agradecer al bávaro tremenda muestra de amor, tan cruda, tan hermosa, tan adolorida, tan real.
Como es un hecho que “Amor” va a ganar el Óscar a Mejor Película Extranjera, existe la pequeña esperanza de que la estrenen en pantalla grande, y si no es así, tomen el riesgo de buscarla y tener una idea más clara de eso que solemos llamar amor. (Para M. B.)

PERFUME DE MUJER:


Cómeme

Linda Jaivin



Se subió la falda un poco más, hasta dejar el liguero al descubierto, se metió dos dedos en su propio fruto, lleno de jugos frescos y punzantes, y empezó a frotárselo al tiempo que movía las caderas, cada vez más rápido. Se sacó los dedos, muy despacio, se los introdujo en la boca y se los chupó con fruición. Un hilo de papilla de fresa le resbaló por la barbilla. Hurgó en su bolso hasta encontrar un espejo. Agachada, con el culo apuntando hacia Adam, situó el espejo entre sus piernas, se abrió el sexo con sus dedos y se estudió a sí misma con atención.

MICROCUENTO:


Caín

Christian Solano



Decidido bajó la colina. Tomó por sorpresa a su hermano. Una vez que lo hizo, tiró la quijada ensangrentada entre las matas más espesas de unos arbustos, tal como ella se lo dijo. Alcanzó a recordar, incluso, el resto de sus palabras la noche anterior, mientras aún sudaban agitados por el amor: «Ahora ya no nos molestará más y nos quedaremos con todo para nosotros, mi amor, con todo».

Poema 12


Pablo Neruda

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Tomado de “20 poemas de amor y una canción desesperada”.

“Los mataperros” no son pícaros


Daniel Gutiérrez Ventocilla



Cuando apareció “Los mataperros” causó un impacto colectivo por tres razones: la primera es que el título, por ser sugestivo, nos dibuja una sonrisa disimulada, motivándonos a ojear y leer, aunque el primer nombre que tuvo, cuando el texto apenas era un manuscrito —que el autor me dejó ver—, es el que considero más apropiado: “Me llamo Ángel, pero soy un diablillo,” debido a que la novela está dirigida a un público preferentemente juvenil.
La segunda se debe a que con la trayectoria del autor, Héctor Meza Parra, con su pluma amena, ágil y refrescante, aprendemos que las cotidianeidades de la vida pueden ser una gran aventura.
Como tercera razón los capítulos pueden ser leídos de forma continua o aleatoria, el lector no pierde el hilo temático. Por ello, nos da la sensación de ser una novela compuesta de cuentos enlazados.
Cuando escuchamos la palabra “sirena” (refiriéndose a la mitología), podría jurar que, en la mente de muchos, se dibuja una imagen femenina perfectamente delineada hasta la cintura, y con la extremidad inferior como la de un pez. Pero si vamos al diccionario de la Real Academia, encontraremos la descripción: «Ninfa marina con busto de mujer y cuerpo de ave, que extraviaba a los navegantes. Algunos artistas la representan improvisadamente con torso de mujer y parte inferior de pez». Cito este hecho porque muchos calificaron a “Los mataperros” como “picaresca”, teniendo en cuenta la travesura de los personajes. Mejor analicemos la terminología.
Luis Alberto Sánchez, describiendo a la novela picaresca dice: «Refiere la vida pintoresca de truhanes, ampones, tahúres, vagabundos». Cuyas novelas emblemáticas son “Lazarillo de Tormes”, “La pícara Justina”, “Rinconete y Cortadillo”, entre otros.
En “Los mataperros”, solo el capítulo “¿Quién conoció a la señora Graciela Baylón?”, los protagonistas cumplen con estos perfiles ya descritos, pero no es suficiente para encasillarlos en ese canon. Pues, aunque toda la novela tuviera personajes picarescos, ya no se les llamaría como tal, pues este género se desarrolló como parodia de los personajes caballerescos de la literatura, (el Quijote, el Cid, los Nibelungos, etc.) contraponiendo los valores: cobardía–valentía, pesimismo–optimismo, robo–honestidad, complicidad–lealtad, y más.
Eso no significa que los pícaros desaparecieron de la literatura, solo se han mudado de género con características menos jocosas, pero más optimistas, así tenemos a los siguientes niños: Oliver Twist, Tom Sawyer y Huckleberry Finn, aunque con tono melodramático, dignos personajes de la literatura realista.
Por todo lo expuesto no podemos catalogar a “Los mataperros” como “pícara”, sino como “biográfica–anecdótica”, ya que, recurriendo a la remembranza, describe (en primera persona) las travesuras, con final infausto, de tres niños que se exponen a diversas situaciones riesgosas, enarbolando la lealtad como estandarte de amistad sincera, lejos de la recreación individualista y adictiva de los juegos tecnológicos, motivados solo por el afán de explorar el mundo circundante con métodos improvisados e ingenuos, como los del entrañable Zezé en “Mi planta de naranja lima”.

Un año sin Spinetta


Solo 4

Se cumplió este viernes un año de la muerte de Luis Alberto Spinetta con innumerables conciertos en su homenaje.
"El Flaco" nació en Buenos Aires el 23 de enero de 1950 y, desde sus primeras incursiones en la música, generó algunos de los mayores álbumes del rock en español que el mundo pueda conocer. Siempre con la carga estética y audaz del pensamiento, las notas prolijas y la necesaria fortaleza que vertía a través de las melodías.
Entre algunos de los hitos de su repertorio tenemos: “Almendra”, “Kamikaze”, "El anillo del capitán Beto", "Barro tal vez", "Rutas argentinas", "Fina ropa blanca", "El enemigo", "La bengala perdida", "Bajan", "Seguir viviendo sin tu amor" y "No te alejes tanto de mí".
Basta con escucharlo para entender que la música es más que una exquisita forma de arte, es la mejor forma de darle sentido a una vida. Gracias Flaco.