martes, 12 de febrero de 2013

MICROCUENTO:


Caín

Christian Solano



Decidido bajó la colina. Tomó por sorpresa a su hermano. Una vez que lo hizo, tiró la quijada ensangrentada entre las matas más espesas de unos arbustos, tal como ella se lo dijo. Alcanzó a recordar, incluso, el resto de sus palabras la noche anterior, mientras aún sudaban agitados por el amor: «Ahora ya no nos molestará más y nos quedaremos con todo para nosotros, mi amor, con todo».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí.