domingo, 17 de junio de 2012

PROGRAMACIÓN COMPLETA DE LA FELIZH 2012

Solo 4, “422”, del 16 de abril de 2012, año VIII

LA CITA: “Vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte (…), vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.” Jorge Luis Borges, El Aleph

LO ÚLTIMO: FELIZH 2012 se inaugura este miércoles

La 4ta Feria del Libro Zona Huancayo abrirá sus puertas este miércoles, 20 de junio, a partir de las 11 am, en la explanada de la Plaza Huamanmarca. A ella arribarán muchos de los escritores más destacados de nuestro país, además de la visita de algunos internacionales como Mario Bellatín, quien nos acompañará desde el primer día. También se pondrán al alcance del público los libros de las más prestigiosas editoriales del mundo, pues sus más de 40 stands albergarán incontables publicaciones a precio de feria. En esta edición le presentamos la programación completa de la FELIZH 2012, la cual también podrá hallar en el blog y Facebook de “Solo 4”.

Renato Cisneros, con el veneno adentro

FELIZH 2012 Renato Cisneros es uno de los periodistas jóvenes más reconocidos de nuestro país. Su blog “Busco novia” lo destacó como un cronista irreverente y fresco, además de convertirlo en la voz de multitudes por las redes sociales. Hoy, a propósito de su visita a la FELIZH 2012, nos habla de su último libro “Raro”, de sus miedos, del Perú, y de la magia que te da “tener el veneno adentro”. ¿Qué expectativas tienes de la IV Feria del Libro Zona Huancayo? La de compartir, con lectores que no conozco, mis impresiones sobre el quehacer literario, y de visitar Huancayo, desde luego, una ciudad que es desde hace años una asignatura pendiente. Te iniciaste en la literatura escribiendo poesía ¿a qué se debe el cambio a narrativa? Mi paso por la prensa escrita supuso el ejercicio de la crónica y, con ella, de una prosa menos lírica, más rica en la descripción de detalles sensoriales. Esa costumbre —desplegada por más de una década— hizo que me interesara en la novela como género creativo. En una entrevista anterior manifestaste que te molestaba el calificativo de “blogger”, ¿por qué? ¿Era una limitante en tu trabajo literario? No. Lo que dije es que me molestaba el calificativo, porque no hacía verdadera justicia con quien escribe en un blog. Ese término subraya el valor de la plataforma (blog = blogger), no el insumo con que el autor alimenta su bitácora, que es la escritura. Manifestaste también que eres un periodista que podría convertirse en escritor ¿aún no te consideras como tal? Soy un periodista que escribe. Hay algo un tanto pomposo en autodenominarse 'escritor'. Algún día, cuando me dedique con más ahínco a la escritura, quizá tenga menos remilgos en considerarme un autor. ¿Qué es necesario para ser un escritor? Tener el veneno adentro. Al respecto de tu novela "Raro", ¿alguna vez te sentiste raro? ¿En qué circunstancias? Muchas. Cuando contrasto mi vida con la vida que de chico imaginaba para mí, y noto las dramáticas diferencias entre una postal y la otra, ahí me siento “raro”. ¿No crees que en esta etapa postmoderna, los escritores, o los artistas, son los seres más raros que existen? Al revés. Creo que su sensibilidad les permite dotar de cierta coherencia a la dispersa realidad que vivimos. Los que no comprenden el arte, los que no lo ven como una manera de interpelar el mundo y de autointerpelarse, los que se acostumbran a los cambios sin inmutarse y prefieren mirar el futuro que el pasado, esos sí que me parecen raros. ¿Te parece coherente ser “raro” en un país raro como el nuestro, donde pasan cosas inverosímiles? El Perú no es raro. Es exótico. Está roto y pegado con curitas. ¿Ser un Cisneros no te obliga a ser un escritor sobresaliente? lo decimos por tus tíos: el poeta Antonio Cisneros y Luis Jaime Cisneros. No me siento obligado a sobresalir. Hay mucho de los Cisneros que, como en todas las familias, resulta decepcionante.

Padres de la cultura

Solo 4 Los padres han destacado en nuestras vidas como los soportes de la fuerza, de la seguridad y la entereza en la familia. Cuando teníamos miedo, papá era nuestro protector; si teníamos hambre, él daba de sí para saciarla; si caímos, nunca nos levantaba, nos daba el impulso necesario para hacerlo por nosotros mismos. En “Solo 4” no es la excepción. Este suplemento se ha forjado por el esfuerzo de sus colaboradores, padres que lo han nutrido, desde un inicio, de la fortaleza suficiente para levantarse y mantenerse, por más de 8 años, difundiendo cultura por toda la región centro del Perú. Este es un pequeño homenaje en su día. Héctor Mayhuire, director de Correo. Un padre que supo darnos el soporte para nacer y seguir adelante, a quien reconocemos por su arduo trabajo a la cabeza de nuestro medio y que, hasta hoy, nos respalda con su paternal confianza. Josué Sánchez, columnista de “Solo 4”. Su carácter ecuánime y paciente, junto a su basta experiencia y talento, lo han convertido en un pintor excepcional, en una lumbrera de las artes que nos enorgullece tener como colaborador. Sandro Bossio, “El buen salvaje”. Este escritor huancaíno se ha convertido en el punto de referencia de la literatura regional, por su amplio trabajo en el periodismo cultural y en las letras, que descuida cuando Oriana y Fabiola, sus hijas, lo llaman para hacer las tareas. Roberto Loayza, colaborador de Solo 4. Es el papá que, creemos, sabe más sobre música en toda la región centro de nuestro país. Nunca hemos visto a alguien que, literalmente, respire melodías ni que tenga un gusto tan sofisticado y extenso para escuchar como el suyo. Luis Cárdenas Raschio, el guardián de nuestra historia. Hace poco nos dejó, marcando nuestro suplemento con un enorme vacío. Su dedicación a la historia y el folclor lo encumbraron como el padre y guardián máximo de nuestras tradiciones. Aunque ausente, él continúa con su obra en “Solo 4”.

PERFUME DE MUJER

El nombre de la rosa Umberto Eco Y mientras yo no sabía si esca¬par de ella o acercármele aún más, mientras mi cabeza latía como si las trompetas de Josué estuviesen a punto de derribar los muros de Jericó, y al mismo tiempo la deseaba y tenía miedo de tocarla, ella sonrió de gozo, lanzó un débil gemido de cabra enternecida, y solté los lazos que cerraban su vestido a la altura del pecho, y le quité el vestido del cuerpo como una túnica, y quedó ante mí como debió de haber estado Eva ante Adán en el jardín del Edén.

Un método peligroso

Álvaro Sánchez Schwartz David Cronenberg ha dicho en relación a su película: «Un método peligroso, se trata de un “ménage a trois”». Básicamente es cierto, si lo entendemos como una relación no sexual o de cercanía entre tres personas. Así, el filme nos muestra una parte de la historia del psicoanálisis centrada principalmente en la figura de Carl Jung, discípulo predilecto de Sigmund Freud, y su relación con una paciente y posterior médico y psicoanalista Sabina Spielrein. Los tres, desde diferentes ópticas y circunstancias desarrollarían, o tienen ya desarrollado como en el caso de Freud, un conocimiento de la enfermedad que aqueja a Sabina. El tema principal es la construcción de un “Yo” y la búsqueda certera de esa definición; Freud, en esa época todavía conceptualizaba el “Yo” como la dinámica entre inconsciente, censura y pre consciente. Jung, Freud y Spielrein diferirían sobre este punto. La repercusión que esta relación tuvo en la teoría e historia psicoanalítica fue sutil y palpable. En la producción, Cronenberg nos ubica en la época en la cual Jung, médico psiquiatra, se interesa por las teorías psicoanalíticas de Freud y con dichos postulados —método— trata a una paciente histérica: Spielrein. Con el paso de los meses la relación pasa de médico-paciente a una relación de médico-amante gracias a un personaje que Jung analizó también en la realidad: Otto Gross, quien fue un partidario de la liberación sexual, de ideas nihilistas, gran admirador de Nietzsche, que en la película es utilizado como el “Ello” de Jung, la parte pulsional sexual del psiquiatra que termina ganando la batalla a la realidad instaurando en él un estado anárquico y sensual. Paradójicamente, la paciente histérica, Sabina, la mujer casi en estado de escisión, logra su unidad completa gracias al método psicoanalítico, pero también a través de su rol de amante. La cinta nos muestra esta unidad o este “Yo” en formación de Sabina, en las escenas donde ambos amantes son vistos progresivamente a través del espejo. Y aquí el director le hace un guiño a otro gran teórico del psicoanálisis como lo fue Jacques Lacan, quien nos dice en su teoría conocida como “El estadio del espejo”, que todo Yo es una construcción de tres, la madre (o un tercero), el espejo y la persona en construcción, es decir, se construye con la ayuda de otro —Jung en este caso— por tanto “todo Yo es un otro”, mientras que Jung, alejado cada vez más de Freud y cuestionando sus métodos pasa a un estado de angustia con la partida de la amante. “Un método peligroso” es rica en contenido, como aquella en donde se comenta acerca de un ensayo polémico de Freud acerca del origen egipcio del Judaísmo y por consiguiente del Cristianismo, nos da una visión cercana de dos de los referentes más importantes de la primera etapa del psicoanálisis: Freud y Jung. Su cercanía y desavenencias, así como de las profundidades del inconsciente sus pulsiones sexuales y destructivas, junto a las racionalizaciones, represiones, proyecciones y todos los mecanismos de defensa que configuran las realidades de cada uno de sus protagonistas. Sin embargo, Cronenberg no se detiene sólo en ellos, pues en uno de los tramos finales nos muestra a un Jung, es cierto, en su inevitable camino hacia lo místico y religioso, pero también nos muestra al Ser Sartreano, “atrapado” en la nada, ya que su conciencia está proyectada hacia el mundo en un devenir profético y trágico como el mismo lo intuye y sería, ciertamente, la primera guerra mundial; cuando ya iría quedando para la historia y el mito psicoanalítico, el encuentro, la amistad y conflictos originados entre el maestro Freud y el discípulo amado primero, y repudiado después, Carl Jung.

Solo 4, “421”, del 09 de abril de 2012, año VIII

LA CITA: "Después de la muerte de mi hija Paula, pasé tres años tratando de exorcizar la tristeza con ritos inútiles. Fueron tres siglos con la sensación de que el mundo había perdido los colores y un gris universal se extendía sobre las cosas inexorablemente." Isabel Allende, “Apología de los culpables”

LO ÚLTIMO: Resultados de los concursos nacionales de la FELIZH 2012

Esta semana y después de un muy arduo trabajo, los Jurados Calificadores de los Concursos Nacionales de Cuento y Poesía “Premio FELIZH 2012” publicaron resultados: El primer lugar, en el certamen de cuento, se lo llevó Roberto Carlos Mansilla Nieto, por su relato “La casona”. A él le siguieron Javier Alejandro Mariscal Crevoisier con “Luz Noche”, y Juan Carlos Suárez Revollar por “Esas ilusiones al otro lado del mar”, en el segundo y tercer lugar respectivamente, además de cuatro menciones honrosas. En el concurso de poesía, el ganador absoluto fue Julio Salvador Fabián, por su poemario “Darkness”. La premiación será durante la FELIZH 2012, que se realizará del 20 de junio al 01 de julio, en la Plaza Huamanmarca de Huancayo, donde también se presentarán los libros que reúnen todos los trabajos ganadores. Las actas oficiales de calificación las puede encontrar en el perfil de Facebook de “Solo 4”.

El otro Huancayo: una aclaración necesaria

Manuel F. Perales Munguía Hace unos días se ha conmemorado la denominada “fundación” de la ciudad de Huancayo que, según Waldemar Espinoza, habría ocurrido un 1 de junio del año 1572, en un acto a cargo del visitador Jerónimo de Silva, bajo las órdenes del virrey Francisco de Toledo. Al respecto, destacamos el término “fundación” entre comillas toda vez que, en primer lugar, parece que entre los especialistas aún no hay consenso acerca de las características que tenía dicho procedimiento en el caso de las reducciones de indígenas. En segundo lugar, si bien el nuevo pueblo de Huancayo fue establecido bajo la advocación de la Santísima Trinidad, deberían hacerse más investigaciones para conocer si en el caso de los “pueblos de indios” necesariamente la fecha de “fundación” podría corresponder a la de las celebraciones en homenaje a sus “santos patronos”. No obstante lo que acabamos de manifestar puede resultar polémico, no es nuestra intención detenernos en ello, sino más bien expresar la preocupación por el tratamiento ligero que recibe la historia en torno a los orígenes de nuestra ciudad, tal como podemos observar en el caso de un texto publicado el año 2011 por la Municipalidad Provincial de Huancayo. En él, su autor señala que el proceso de “fundación española” de Huancayo fue apoyado por los curacas Pablo Carguachumbi, Juan Paucar y Francisco Cabaque, basándose, evidentemente, en el estudio publicado por Waldemar Espinoza, en el tomo 32 de la Revista del Museo Nacional, del año 1963, el mismo que ya ha sido cuestionado en el ámbito académico especializado por las razones que presentamos a continuación: En el citado trabajo de Espinoza, titulado “La guaranga y la reducción de Huancayo”, este historiador publicó un valioso documento para la etnohistoria andina, redactado por el funcionario español Juan Martínez Rengifo, quien había llevado a cabo la “visita” de los repartimientos y pueblos de Guancayo, Maca y Guaravni en el año 1571. En su análisis del manuscrito, Espinoza afirma categóricamente que esta “visita” correspondía a un procedimiento administrativo efectuado en el Valle del Mantaro, probablemente inducido por el nombre de uno de dichos pueblos –Guancayo– y por la cercanía de las fechas correspondientes al momento de ejecución de la indicada visita y la Real Provisión emitida por el Virrey Toledo, el 5 de enero de 1571, donde ordena la reducción de un pueblo en el tambo conocido con el nombre de Guancayo, en la jurisdicción del antiguo repartimiento de Hananhuanca. Sin embargo, una lectura crítica del estudio de Espinoza nos permite descubrir que dicho autor forzó los datos para desarrollar su interpretación de la “visita” de Martínez Rengifo, cuando ésta en realidad se refiere a repartimientos que se encontraban en el valle del Chillón, Lima, río que era conocido antiguamente como Collique, tal como indica Martínez Rengifo, pero que Espinoza dice que era el Shullcas. Es más, en la “visita” de Guancayo, Maca y Guaravni se señala que en dichos pueblos se producía coca, ají y lúcumas, información que Espinoza también fuerza al afirmar que dichos productos sí se daban en el Valle del Mantaro hacia el siglo XVI. Finalmente, nombres citados por Martínez como los de Pablo Carguachumbi, Juan Paucar y Francisco Cabaque corresponden a curacas del valle del Chillón y nada tienen que ver, en absoluto, con nuestra región y el antiguo pueblo de la Santísima Trinidad de Huancayo, tal como ya lo expresara años atrás María Rostworowski. Estas líneas no tienen la intención de atacar a un historiador o “hacer escarnio” de la historia de Huancayo. Sencillamente buscamos que se tomen con más cuidado y sentido crítico los escritos y publicaciones que versan sobre el pasado antiguo de nuestra ciudad, y que no nos dejemos llevar por un conocimiento superficial y erróneo que muchas veces se acepta como verdad absoluta.

IMPRESCINDIBLES / MÚSICA:

Selección y textos: Ricardo Rodríguez Viva Hate (1988) Morrisey En la década del 80, Manchester tuvo a gran parte de las bandas más importantes de esa época y Morrisey, tras la separación de The Smiths aprovechó la fama y su capacidad creativa para iniciar una carrera solista. “Viva Hate” es su primera producción como solista, un disco que parece ser el cuarto de The Smiths por conservar su poesía, melodía, y melancólica. Con “Viva Hate”, Morrisey escribé uno de los himnos de la historia del rock: “Every day is like Sunday”. Bloom (2012) Beach House Beach House es una banda estadounidense de “dream pop”, sus sonidos siempre están llenos de atmósferas y texturas, melodías suaves que se enredan en la magnífica voz de Victoria Legrand, quien comparte el protagonismo con la guitarra de Alex Scally. Este dúo parecer haber repetido el éxito de “Teen Dream” (2010), “Bloom” bien pudo ser el lado B del anterior álbum, pero con canciones de un lado A, enigmáticas, sublimes, etéreas y estremecedoras. “Bloom” puede llegar a ser el mejor disco de este año. A escucharlo. Monarch (Lay Your Jewelled Head Down) (1999) Feist Cuándo dices Canadá y piensas en música, no es fácil que venga el nombre de un grupo musical a la mente, pero este país tiene muchas de las mejores bándas que han salido en los últimos 15 años: Arcade Fire, Death frome Above 1979, Tokyo Police Club, y entre un largo etcétera está Broken Social Escene, de donde salió Leslie Feist para regalarnos “Monarch”, su álbum debut, lleno de melodías “folk”, y sonidos con aproximaciones al barroco. “Monarch” no es el mejor disco de Feist, pero escucharlo puede llenar el alma de mucha paz.

Psicosis… como ningún otro problema mental

Margarita Calle Arancibia En un motel de aspecto totalmente inofensivo se desarrolla una de las historias de suspenso que marcó un hito en la historia del cine. La banda sonora de Benard Hermman, ameniza la escena en la que una joven es acuchillada salvajemente en la ducha. Sangre, mucha sangre. Nunca vi la película. Y no tengo planeado hacerlo. Me encontré de casualidad con el libro, en una tienda de segunda a un precio muy cómodo, y fue suficiente que la portada tenga en letras amarillas con fondo negro la palabra “Psicosis”, para que con entusiasmo pocas veces visto me vea envuelta en este argumento. Uno de los filmes de suspenso más conocidos que tiene como inspiración a su homónimo de Robert Bloch. Me atrapó desde el primer momento. Una lectura ágil, amena e impredecible, en la que cada línea te depara un nuevo sentimiento, una nueva sensación. Los pelos se te erizan por lo que acaba de pasar, y por lo que no sabes que va a pasar. Sin matar la ilusión, explico por qué éste puede ser uno de los mejores libros que he leído. Un día lluvioso, una joven viajera algo angustiada llega eventualmente a un motel en la vieja carretera. Norman Bates, dueño del apacible parador, introvertido y poco confiable, dominado por la presencia obsesiva de la figura materna, se incomoda por las palabras imprudentes de su visitante, que causa una profunda conmoción en su vida extraña y solitaria. Unos tragos de más, una rendija en la pared, el rostro pintarrajeado de una anciana, una navaja de afeitar… De un modo vertiginoso uno se queda atrapado en los momentos de máximo suspenso que una obra literaria puede ofrecer, hasta sumergirnos en un laberinto interior de una persona que sufre de graves problemas mentales. Así, Psicosis, obra maestra de Bloch, publicada por primera vez en 1959, ha traspasado los límites del mito provocado por el clásico de Alfred Hitchcock. Te quedas muerto —del susto—, literalmente.

COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO

El príncipe del desierto Jorge Jaime Valdez Jean-Jacques Annaud es un director de cine francés que se hizo conocido entre nosotros por haber llevado al cine la gran novela de Umberto Eco, “El nombre de la rosa” (1986), con un experimentado Sean Connery y un joven Christian Slater, como maestro y discípulo respectivamente. Para muchos ésta era una adaptación casi imposible por la complejidad de la historia detectivesca y erudita del semiólogo italiano, contextualizada en plena edad media. En 1991, adaptó otro libro a la pantalla grande, “El amante” de Marguerite Duras, logrando una cinta de fino erotismo con una nínfula llamada Jane March. “El príncipe del desierto” (2011) es la primera película, que llega a nuestra ciudad, de este cineasta considerado el más “hollywoodense” de los directores europeos. La trama está ambientada durante las primeras décadas del siglo XX en el desierto árabe, donde dos tribus se enfrentan por una franja de tierra que contiene cantidades industriales de petróleo, por ello el título original del filme es “Black Gold”, “Oro negro”. Dos jeques defenderán a su pueblo: uno ambicioso y desleal, interpretado sin convicción por el español Antonio Banderas; el otro justo y pegado a sus creencias y tradiciones. Después de un periodo de quince años, donde reinó la paz, volverán a enfrentarse por la ambición a las riquezas del emir Nesib, quien además tiene como hijos adoptivos, o trofeos de guerra, a dos hermanos, hijos biológicos de su enemigo. Uno de ellos, Auda, se enamorará de la hija de Nesib —la bella Frieda Pinto—, pero el amor será cortado por la guerra. La historia nos recuerda a las películas épicas de antes. Es una cinta amable, filmada básicamente en espacios abiertos, con escenas de batalla muy bien construidas. La fotografía es deslumbrante, y la puesta en escena también. Nos acerca a ese mundo lejano para nosotros: la cultura islámica, para los occidentales incomprensible y desconocida. Probablemente, esa visión algo maniqueísta le resta méritos a un filme que entretiene, justamente por ser una película de aventuras. Vemos que los musulmanes son buenos y que occidente, a través de los petroleros texanos, pervierte este aparente paraíso hecho de arena y viento. El dinero pronto será el motivo para que se originen otra vez los conflictos. También nos acerca a conocer el principio de los Emiratos Árabes como potencia energética por la posesión del petróleo. Como en la mayor parte de la filmografía de Annaud, esta también es la adaptación de una novela: “The Great Thirst”, escrita en 1957 por Hans Ruesch, conocida también como “Al sur del corazón”. Es muy extraño que una coproducción franco - ítalo - árabe llegase a nuestro cine, quizás porque es distribuida por la “Warner Bros.”. No deberían sorprendernos los horarios espantosos que tuvo, ni que solo estuviera una semana, pues cualquier producción que tenga algún interés, aparte de los horarios excluyentes, es confinada a las salas 6 ó 7, que son las más pequeñas y las peores en Cine Planet. El resto están llenas de “Hombres de negro”, batallas navales, espejitos, Blanca Nieves y otras piedras del montón.

MICROCUENTO:

Por una cabeza Alessandro Pucci Toda mujer descrita en el tango “Por una cabeza”, cuando lo canta Gardel o lo baila Pacino, toda mujer resumida —pero no apocada— exuberante, extasiada… Todo tango “Por una cabeza” es mujer, y sobre el rapto de ese violín final uno puede torcerse alrededor de un alfiler incandescente y llorar muy despacito.

PERFUME DE MUJER

El silencio de los corderos Thomas Harris Catherine no sabía cuánto tiempo llevaba cautiva. Sabía que se había lavado dos veces; la última vez lo había hecho de pie, mostrándose a plena luz, deseosa de que él viera su cuerpo, sin tener la certeza de que él la estuviera mirando por detrás de aquella luz cegadora. Desnuda, Catherine Baker Martin era una mujer espléndida, cortaba la respiración, y ella lo sabía. Quería que él la viese. Quería salir de aquel pozo. Quien se acerca para follar se acerca igual para luchar, se dijo en silencio una y otra vez mientras se lavaba.

Limpieza del fuego eterno

Eloy Jáuregui El Dante habita en nosotros, lo pensé como una luz que me ilumina mientras voy leyendo “En los altos infiernos”. Entonces los poemas son una provocación. El infierno tan temido siempre queda abajo, y aquí el poeta le cambia su plomada. Invierte su hallazgo y hace eterna una musicalidad que sube del cielo. De esta manera, oírlo es un arte de constricción, acaso de un amortiguamiento espiritual. Ese es secreto de este sumergirse en el socavón de una poética espacial que opone su lógica. Este conjunto de poemas demuestra que la escritura ejerce un acto de salvación, purificación y limpieza. Ariel Marzal sabe que del infierno también se redime, y se libera de lo asimétrico y caótico. Por ello, en este libro, hay un ejercicio de perfección con el texto redentor. A la confusa disposición del perturbado orden, el vate, a punta de cincelar su arte poética, asume una prosodia coherente con la mirada de su lampo manumisor. El arriba/abajo desintoxica aquel “Muro del subsuelo”. Así, cuando uno lo lee en los versos: “Te hundes en el suelo impuro y cuerdas apagadas/ y frágiles tripas precipicios y precipicios, arenas y arenas”, está logrando a contracorriente, la salvación de una textualidad que se encuentra en dos poetas que descifran aquel sino de ese Cerro de Pasco de tajos abiertos, César Gamarra y Ángel Garrido Espinoza. Marzal ha reunido un conjunto de poemas con una pulcritud de escritor ducho, pese a que solo se le conocía con un libro inaugural: “Cuarta pared”, del 2009. El uso ahora de una poética que trata de desenmarañar la muerte a secas, más su articulación al escenario de la dicotomía infierno/cielo o al revés, nos explica el destino final del humano concreto. De esta manera, su impronta es reveladora y se rebela. Toca la parte material de lo incorpóreo. Es poesía impalpable por ser precisamente contingente. Qué más poético puede ser el estilo de uno que escribe en ese “Tempestuoso existir” donde todo huele a flores muertas de muertos vivos, de remordimiento de haber sido asmático, estático, caótico, de innombrables glaciales vanos. Entonces Marzal anímico, crea un orden y ahí planta su etéreo reclamo en su canto mayor. Hay poemas que siempre “joden” la existencia de tanto refregar el vientre de las cosas dispuestas en discordancia. La existencia es así, injusta y retorcida. Pero hay libros que subsanan esta ira de la providencia. El de Marzal ya es uno de ellos. Escribir es queja, ruptura y nueva simetría. El mérito de este manual de quinta esencia es pues esa sensación que nos deja verso a verso, ese diseño estructural de un poeta en eterna búsqueda de una justicia rotunda, que ve cómo al hecho de estilar le infringe el tropo de la revelación. La vicaría poética de los creadores de esta región bien puede saludar a esta nueva voz consolidada en un ejercicio mayor de alta poesía. Marzal con su libro logra este reconocimiento con esta obra que libra bien el foco de la última/primera batalla. El vencer el destino de lo intocable con poesía de notificación salvadora, con confidencia de un desgarrado sino, con la atribución que tiene las letras mayores, la poética de un requerimiento tantas veces desvivido y que ahora está en sus manos.