domingo, 17 de junio de 2012
PERFUME DE MUJER
El silencio de los corderos
Thomas Harris
Catherine no sabía cuánto tiempo llevaba cautiva. Sabía que se había lavado dos veces; la última vez lo había hecho de pie, mostrándose a plena luz, deseosa de que él viera su cuerpo, sin tener la certeza de que él la estuviera mirando por detrás de aquella luz cegadora. Desnuda, Catherine Baker Martin era una mujer espléndida, cortaba la respiración, y ella lo sabía.
Quería que él la viese. Quería salir de aquel pozo. Quien se acerca para follar se acerca igual para luchar, se dijo en silencio una y otra vez mientras se lavaba.
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