domingo, 10 de noviembre de 2013

Solo 4. Edición 495, del 09 de NOVIEMBRE de 2013. Año IX

LA CITA:

«La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión».


Albert Camus

LO ÚLTIMO: Whynot 18, desde este lunes


Ya no necesita presentación: Whynot magazine sale, a partir de este lunes,  en su decimoctava edición.
Con este número de noviembre - diciembre traerá consigo, entre los “Grandes maestros” a Eugene Smith, un perfil sobre la incomparable Mercedes Sosa, el portafolio gráfico de Materia Dispersa —un colectivo español que sorprende con su ingenio e irreverencia— y una interesante selección de frases célebres en el cine.
Además, tenemos un curioso artículo navideño sobre Mamá Noela, una crónica sobre los maravillosos personajes de Chespirito, una infografía sobre los lenguajes, y los esperados Datum, El descorche, la entrevista, Class: teoría del color, tecnología y mucho más.

Sesenta páginas a todo color, impresas con la mejor calidad y contenidos, nada que envidiar a otras publicaciones de la capital, demostrando que la región central del país tiene un producto para el mundo. Búsquela en librerías Íbero y La familia, y en todos los quioscos de nuestra ciudad. Si no la tienen, ¡exíjala!

El día en que un loro aprendió a soñar

Juan Carlos Suárez Revollar

Este jueves Isabel Córdova Rosas —la escritora más traducida en la historia de la literatura peruana— presentará su novela infantil y juvenil Las aventuras de Pico de Oro (Acerva, 2013). A continuación, un interesante examen de esta obra a partir de lo percibido por el editor que se encargó de convertirla en el libro que ya circula por Huancayo.


¿Podemos aprender de los animales? A partir de esa pregunta, Isabel Córdova Rosas nos entrega Las aventuras de Pico de Oro (Acerva, 2013), una tierna novela protagonizada por un simpático loro amazónico que tiene la peculiaridad de pensar y hablar (nunca al revés) como si se tratase de una persona.
Pero la fuerza que gana el personaje es a través de su contacto con una familia joven que lo acoge. La presencia de los dos niños, hijos del matrimonio, canaliza el contacto entre el loro parlante y las demás personas que desfilan por el libro; aunque el verdadero equilibrio llega con la tía Asun, una mujer mayor, solitaria y buena como él, ligada a la familia por haber criado a Mari Carmen, la madre de los niños. Es elocuente la empatía —casi complicidad— que se establece entre Asun y Pico de Oro, probablemente bajo la misma premisa de aquellas almas solitarias llamadas a hacerse compañía.
La novela da muchas lecciones de vida al lector, sin limitarse por eso, empero, a ser solo una historia didáctica o moralizadora, como apunta acertadamente Carlos Villanes Cairo. El verdadero fondo —la parte de denuncia— es el tráfico de animales exóticos de la Amazonía, entre cuyas víctimas se encuentran, además de la madre y la novia de Pico de Oro, él mismo, al haber quedado desamparado tras la desaparición de aquellas. Aunque caricaturesco (por el público para el que está pensada la novela), el retrato de los malvados conforma una dualidad dispareja pero complementaria: uno es Caimán, un rufián que llega desde la civilización a la jungla para arrasarla, y lleva consigo trampas y otros trastos propios de su mundo para capturar, someter y finalmente lucrar con los animales; el otro es el brujo Mokoloco, quien al aliarse con Caimán, traiciona a los suyos, pues dota a este del conocimiento para comprender la selva. Sin esa asociación el cometido de Caimán sería infructuoso.
En un contexto citadino y hasta doméstico, Pico de Oro vive diversas y sencillas aventuras que nos van delineando el verdadero objetivo de su travesía: la larga lucha para encontrar a su madre y a su novia Chocolatina, en la que los miembros de su nueva familia se involucran desde el inicio. Otra de las tesis que esgrime la autora es que los animales —como las personas— también pueden extrañar a sus seres queridos, como ocurre con Pico de Oro, cuya aflicción tiene como causa la separación de ambas loritas.
La novela es además una hibridación de la animización y humanización propia de la fábula —donde objetos y animales hablan entre sí—, pero llevada a una máxima avanzada, y convertida así en narración larga. Y como en la fábula, Isabel Córdova Rosas no olvida dotar a su historia de pequeñas anécdotas humorísticas, que hacen más atractiva su lectura, y claro, también de valiosas enseñanzas a partir de lo vivido por los personajes.
Algunas historias suelen conducirnos a la aventura de crecer. Definitivamente, la novela protagonizada por Pico de Oro es una de ellas.

DATO: Las aventuras de Pico de Oro será presentada este jueves 14 en el auditorio principal de la Casa de la Juventud y la Cultura de Huancayo. Acompañarán a Isabel Córdova Rosas el narrador Héctor Meza Parra y el dramaturgo Eduardo Valentín Muñoz, así como el editor del libro, Juan Carlos Suárez Revollar.

Isabel Córdova Rosas:

Autora de más de 25 libros, se trata de la escritora más traducida en la historia de la literatura peruana. Destaca por su valiosa producción narrativa infantil y juvenil. Su obra Neruda para niños (1987) fue seleccionada por el Banco del Libro de Venezuela como «uno de los mejores libros para niños y jóvenes publicados en lengua española»; asimismo, Literatura oral andina para niños (1990) obtuvo el Premio al Fomento Cultural; y El zoo de verano (1993) fue finalista en el Concurso Internacional de Novela Edebé. Actualmente prepara la edición peruana de la novela infantil El lobo Florindo, que será publicada por el sello huancaíno Acerva.

Ayni y reciprocidad

Raúl Arias Sánchez


Muchos investigadores como Donnan (1985), Feldman (1985, 1987) y Bueno (1997) concuerdan que los megalíticos e imponentes edificios religiosos, políticos y de servicio de los antiguos pueblos andinos fueron producto del trabajo colectivo. Sin embargo, el estudio de los tipos de organización del trabajo comunitario empleados en esas arquitecturas no ha sido abordado sistemáticamente debido a la ausencia de un método comparativo entre las fuentes etnohistóricas y etnográficas con las arqueológicas.
En este sentido, consideramos que esta forma de desenvolvimiento de las sociedades andinas, en cuanto a su arquitectura y vida social, debe analizarse teniendo en cuenta dos principios ancestrales presentes durante el Tawantinsuyu y aún en nuestros días, nos referimos a las categorías de ayni y minka.
En la actualidad, estas dos formas de trabajo (andino) son vistas equivocadamente como sinónimos, sin embargo, cada una posee características y significados propios. En el presente artículo hablaremos sobre la primera de ellas.
Empecemos con la referencia de etnohistoriadores como Porras (1986), Espinoza (1990, 1997), Pease (1991) y Rostworowski (1992), quienes concuerdan en que una de las formas de organización social del trabajo en el Tawantinsuyu fue el ayni, el cual se constituía en un sistema de trabajo de reciprocidad familiar generalizado entre los miembros de los diversos ayllus en los que estaba compuesta una llacta. Este sistema estaba destinado a realizar: 1) los trabajos durante el ciclo agrario (preparación de la tierra, abono, siembra, cosecha y almacenamiento), 2) la construcción de estructuras públicas como puentes, muros, almacenes, caminos, entre otros; y 3) al apoyo social en caso de la muerte de un familiar o algún curaca.
En resumen, podemos decir que el ayni se convertía en el intercambio de la fuerza de trabajo entre los grupos que componían un ayllu (familias, simples o compuestas), realizado a través de la prestación de servicios por un individuo o por grupos, a un individuo o a grupos, y tenía que ser “devuelto” con la misma fuerza de trabajo y reciprocidad con que fue otorgado anteriormente. Es decir, este mecanismo de servicios se convirtió en una obligación que implicaba una deuda ética. Asimismo, éste tenía la regla de que un miembro del ayllu podía negarse al sistema ayni, en el caso que sucediese esto, el que se haya negado se atenía a la pena de no recibir ayuda de otro dentro de esa misma modalidad.
Con todo esto, es interesante reflexionar que con este y otros sistemas de trabajo colectivo, el hombre, a lo largo del tiempo y espacio, necesita la cooperación de los que tiene al lado para hacer realidad sus sueños e ideales.

En la actualidad, este sistema de trabajo colectivo es frecuente en las poblaciones andinas del Ecuador, Bolivia y de nuestro país. Además, en las zonas de lengua quechua, al norte del Ecuador y Perú, el vocablo ayni es traducido como Minka o Minga, respectivamente, como categorías sinónimas. Sin embargo, son términos diferentes, esto lo aclararemos próximamente.

COLUMNA: EL BUEN SALVAJE

La discreta reconciliación

Sandro Bossio Suárez

La última producción literaria del Nobel peruano Mario Vargas Llosa, El héroe discreto, es una novela que, pese a todo lo que se ha dicho de ella, tiene enormes cualidades que merecen la pena sopesar. En general, es una novela que nos acerca a un íntimo mundo de reencuentros, y he ahí su primer valor. Se trata de un voluminoso libro, un dilatado microcosmos, donde convergen los personajes más emblemáticos (y los más ubicuos) del escritor. Tenemos, en primer lugar, a los entrañables Lituma y los Inconquistables, a quienes conocimos en los primeros cuentos del autor y, sobre todo, en La casa verde, de donde fueron traslapados, en los noventas, a Lituma en Los Andes.
Por las páginas de este libro se pasean también personajes enternecedores, como don Rigoberto, el de los cuadernos; Lucrecia, la de las contemplaciones erógenas; y Fonchito, el de la madrastra y la luna. Encontramos también al comisario Silva (“gordo, retaco y de bigotes”) convertido ahora en capitán después de haber descubierto al asesino de Palomino Molero cuando era apenas un teniente.
A pesar de que no aparecen con sus nombres y rostros, hay también otros personajes reconocibles, como el fiel Ambrosio Pardo de Conversación en la Catedral, que asoma ahora reencarnado en el cuerpo de Narciso, el leal chofer de don Ismael Carrera.
De ese mundo reconocible, de sus riquísimas y variopintas «imágenes de la resistencia, la rebelión y derrota del individuo», está lleno este nuevo libro. La diferencia radica en que las ciudades (Piura y Lima) por donde los actores se mueven son ahora unas ciudades modernas, adelantadas, radiantes, muestra presuntuosa de la nueva situación económica por la que atraviesa el Perú.
Por ello, es claro que Vargas Llosa nos presenta este relato a la vez truculento y humorístico, caricatura de negros dramas familiares, como testimonio de su propia reconciliación tanto con el Perú como con sus demonios paternales. En efecto, encontramos no ya un país carcomido por la corrupción castrense, por la violencia, con un futuro incierto y siempre oscuro, sino una patria nueva, progresista, segura de sí misma, plagada incluso por un nuevo tipo de delincuencia nacida de su nueva posición social: bandas organizadas y sicariato.
Pero también está la reconciliación con su propio padre. Haciendo un seguimiento a sus personajes, caemos en cuenta de que, en sus obras anteriores, la figura del padre machista, inmoderado, inicuo (como fue el suyo), aparece constantemente. Ahí están el padre de Ricardo Arana, don Fermín Zavala “Bola de Oro”, Augustín Cabral “Cerebrito”. Sin embargo, a partir de Travesuras de la niña mala, vamos encontrándonos con padres mucho más ennoblecidos, más humanos, que llegan, como en el caso de esta última novela, incluso al sacrificio para mejorar la condición de sus hijos. Así tenemos al padre de Felícito Yanaqué, y a éste mismo, que son capaces de desprenderse de sus orgullos con tal de terminar en paz con sus vástagos.
En el plano narrativo, Vargas Llosa apuesta por contar esta historia en clave de melodrama no exenta de humor. Y ahí está el otro valor: es una novela que debe leerse con una sonrisa, sin creérsela mucho, porque está llena de guiños risueños. ¿Pero Vargas Llosa no apuesta en este libro? Por supuesto que sí y mucho: nos hallamos nuevamente con saltos temporales, diálogos cruzados en el tiempo, monólogos, cambios en los puntos de vista.

Lo dijo Borges, «Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo», y de eso trata precisamente la novela: de los laberintos que nuestro país tuvo que atravesar para llegar a donde llegó y de los laberintos del propio hombre por alcanzar su destino.

Convocatoria al XII Encuentro “Manuel Jesús Baquerizo”

El XII Encuentro Nacional de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo”, organizado por el Gremio de Escritores del Perú y la Municipalidad Provincial de Tarma, es un espacio cultural que reunirá, de la manera más amplia posible, a escritores, investigadores, docentes, estudiantes, editores y promotores, residentes en el país o en el extranjero, con el fin de valorar la trascendencia de la obra literaria y cultural de la literatura del valle del Perené.


La convocatoria a este importante espacio de diálogo, que se realizará en Tarma, del 21 al 23 de noviembre de 2013, aún está abierta, y los participantes podrán inscribir sus ponencias, enmarcadas en el temario del encuentro, enviando una sumilla de 15 líneas a gremio_de_escritores@yahoo.es, donde también podrán inscribirse y/o solicitar mayor información.

Los memes

Jhony Carhuallanqui


Fue el teórico evolutivo, Richard Dawkins, quien acuñó el término 'meme' en su obra El gen egoísta, cuyos postulados, en su momento, fueron aplaudidos con el mismo ímpetu con el que lo criticaron, ya que plantea una perspectiva diferente en la transmisión y evolución cultural, pues refiere que a la par de un desarrollo genético, el cerebro y el sistema nervioso 'aprehende' información —por enseñanza, imitación o asimilación— que identificamos, evidenciamos y practicamos en hábitos, ritos, creencias, costumbres y tradiciones.
En el libro, el meme es entendido como una vía de instrucción perpetua de la cultura, es decir, «una unidad de transmisión cultural o unidad de imitación» básica que permite adjudicar características culturales propias de un grupo humano a sus miembros y que se transmite generacionalmente, logrando así la supervivencia de la cultura y su constante 'reproducción' para diferenciarla de otros grupos. El término 'meme' se crea en clara alusión al gen, por ello es común denominarlo también 'gen social'. E. Wilson y C. Lumsden le llaman 'culturgen'.
Sin embargo, el concepto y la utilidad que hoy le han dado las redes sociales distan mucho de su idea original, pues los memes se han convertido en un medio alternativo de expresión que, a través de fotografías o ilustraciones, de personajes célebres o comunes, en lugares privilegiados o habituales, con sobreposición de texto o imagen, crea un mensaje que recorre la crítica y reflexión que, acompañado frecuentemente de un ácido sentido del humor, nos dice algo que tiene gran aceptación y tolerancia entre los llamados nativos digitales, y es que esta generación —llamada también los 'amixer'— ha sobrepasado ya los típicos 'emoticones': :-) :-( :-/ =), que parecen no alcanzarles para expresar sus ideas y acaso quejas en una sociedad donde viven, pero no gobiernan formalmente.
Estos nuevos 'memes' tienen dos características importantes: primero, tienden a tratar un tema actual o de trascendencia, así tenemos memes sobre la corrida de toros, la amenaza de Obama de invadir Siria, el homenaje a Micky Mouse en Arequipa, así como el 'look' de Fujimori en el juicio por los diarios 'chicha', la designación de César Villanueva como Premier o la de Martha Chávez como coordinadora de Derechos Humanos en el Congreso, o sobre Nicolás Maduro que adelantó la navidad para dar «suprema felicidad». 
En segundo lugar, tienen un efecto 'viral', es decir, se propagan por las redes sociales de una manera veloz, pues como dice el experto en comunicación web Christian Bauckhage, su retransmisión es, en sí, su existencia, de lo contrario se extinguirían, aunque hay que reconocer que la mayoría nace y muere en algunos días (en el mejor de los casos), y el compartirlos y reproducirlos es lo que les da vigencia y continuidad.
No se puede negar ni desmerecer el enorme trabajo creativo que demanda cada uno de ellos y que, a veces, llegan a tener más audiencia —y hasta credibilidad— que un medio 'tradicional' de información: los memes sobre Laura Bozzo y el show mediático que armó como rescatista fueron más vistos y compartidos en las redes sociales que los informes oficiales del huracán que afectó Coyuca de Benítez (México).
Son una forma de expresión no regulada, ni controlada, pero presente y creciente, con una fuerte credibilidad y empatía, tal vez por eso algunas agencias publicitarias ya les han 'puesto el ojo' para usarlos como plataformas de ventas; sin embargo, al ser una creación social es difícil que los admitan, pues como decíamos, si los cibernautas no los 'comparten', terminarán siendo olvidados al mismo tiempo que fueron creados.

Así que a seguir disfrutando de los 'memes' y a empezar a crear algunos esperando que su réplica sea masiva.

PERFUME DE MUJER:

El cuarteto de Alejandría: Justine

Lawrence Durrell


Los amantes no están nunca bien aparejados, ¿no te parece? Siempre hay uno que proyecta su sombra sobre el otro, impidiendo su crecimiento, de manera que aquel que queda en la sombra está siempre atormentado por el deseo de escapar, de sentirse libre para crecer. ¿No te parece que éste es el único lado trágico del amor?

POESÍA: Columna al otoño

Jorge Eduardo Eielson

Se pierde el tiempo, las sedosas sombras
Que ruedan entre esferas de esmeralda
Hacia la muerte. Frente al otoño
Respiro como un ángel, escucho el silbido
De las flores vivas, veo grandes cielos,
Y corrientes frías de olvidados rostros
Pasan por mi frente. Yo sé bien,
Corazón mío, gorgona púrpura y girante,
Cómo es de oscura tu sonrisa y cómo se agita
Tu corona de gusanos en la sombra. Rey vulnerado
Por las detonaciones lilas del otoño,
Heme aquí, transido ante los fuegos estelares,
Mirando cómo arden en una azul columna,

Agreste y solitaria, mi corazón, los árboles y el viento.

La India en el Valle del Mantaro

Pedro Benavides


En una pradera escondida del Valle del Mantaro, hace unos días, fue colocada la primera piedra de la aldea ecológica de Tapován, por el líder de la misión mundial Vrinda de bakty yoga, originaria de la India, Srila Atulananda Acharya, culminando un festival de cuatro días que convirtió a Huancayo en la capital  cultural del misticismo védico.
El suceso, lejos de pasar desapercibido en una metrópoli floreciente como la Incontrastable, corroboró el interés de su pueblo por la literatura, la filosofía y el estilo de vida de los estudiosos y practicantes del yoga.
En esta perspectiva, la comunidad de yogas huancaínos, compuesta en su mayoría por jóvenes emprendedores, invitó al reconocido poeta, sanscritista y traductor Srila Atulananda Acharya, a dictar una serie de conferencias sobre la condición humana.
El autor llegó en compañía de poetas y monjes yoguis que cautivaron a la urbe con su alegría y repertorio de canciones en idioma sanscrito. Centenares de jóvenes y adultos colmaron los auditorios del Gobierno Regional y la Universidad Continental, donde coincidieron con las enseñanzas del poeta sobre una existencia vegetariana sin drogas, alcohol, tabaco o juegos de azar para lograr la perfección, aplicando el pensamiento de Krishna.
Recitales poéticos y presentaciones teatrales de textos de la literatura universal, al estilo de la India, mostraron los avances de una sabiduría que es materia de estudio y enseñanza en las más prestigiosas universidades del mundo, como un fenómeno cultural, patrimonio de la humanidad.
El Valle del Mantaro vibró con el encuentro auspicioso de dos culturas: la huanca y la védica, por la búsqueda de alternativas de solución a los conflictos del ser y de la vida moderna. Huancayo cuenta con cuatro centros de yoga pertenecientes a escuelas hermanas, que la convierten en un centro cultural muy importante para el desarrollo tangible del conocimiento acerca de la trascendencia, contenido en tratados como el Bhagavad Gita que reúnen las enseñanzas de Krishna.
El festival culminó con un recorrido por el Valle del Mantaro, la laguna de Paca y el campo, en el distrito de Apata, donde fue colocada la piedra fundacional de Tapován, la “Aldea de la Verdad Absoluta”, a orillas de un río que fue bautizado con el nombre sánscrito de nuevo Yalangui o Sarasvati, en homenaje a uno de los afluentes del Ganges.
Edificaciones con materiales tradicionales como tapiales, adobe, madera y piedra, diseñados como santuarios, residencias, con salas de meditación y auditorios, componen el futuro “ashram” ecológico. Una comunidad para refugiar a los jóvenes sin discriminaciones de raza, credo o posiciones sociales, como son las comunidades de Vrinda, permitirá igualmente impulsar el turismo cultural y ecológico hacia uno de los lugares más privilegiados por la naturaleza.
En esta tierra, Acharya ofició, como se estila desde hace miles de años en la India, una ceremonia del fuego en ofrenda a la Pacha Mama, dio iniciación mística a siete nuevos “bakty” yogas y casó a dos parejas de devotos huancas con el colorido ritual y vestimentas de la cultura védica. Además, metido hasta las rodillas en las aguas del nuevo Yalangui, ofreció un recital de poesía trascendentalista, entonando a la manera de los bardos de los tiempos antiguos, sendos cantos al Río Ganges y la Pacha Mama. Los poetas invitados como Prabhu Autaria, Prabhu Rupa y Prabhu Caitanya Gour Vanachary Das cantaron a la naturaleza.

A estos originales actos culturales, pocas veces vistos en nuestra localidad, asistieron intelectuales y místicos de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, Suiza, Perú y numeroso público de Jauja y Huancayo.