domingo, 3 de febrero de 2013

Solo 4, “455”, del 02 de FEBRERO de 2013, año IX


LA CITA:

«Los cadetes de tercero maldicen entre dientes cada vez que, el pie levantado para subir al tranvía, sienten una mano en el pescuezo y una voz: 'Primero los cadetes, después los perros'.»

Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros

LO ÚLTIMO:Día Nacional del Pisco Sour, ¡salud!


Aunque la controversia sobre su origen con nuestro hermano país sureño persiste, hoy el Pisco Sour, como cada primer sábado de febrero, desde hace nueve años, celebra su día a lo largo y ancho del territorio peruano.
Durante el tiempo que lleva esta festividad dipsómana, las ventas de nuestro producto bandera se han incrementado hasta en un 50%, y no es para menos. Poco a poco, se va propalando el consumo del Pisco en todas sus formas.
Desde abril de 2004, el gobierno decidió dedicar esta jornada en honor a nuestra bebida nacional por su pureza, variedades y contundente sabor. Es que el Pisco Sour es la consumación exacta del sabor peruano: intenso, dulce y muy variado. Un sábado no es suficiente para homenajearlo, démosle la semana completa. ¡Salud!

Pisco Sour, alborotador quitapesares


Jhony Carhuallanqui



El Ministerio de la Producción (PRODUCE )instituyó el “Día Nacional del Pisco Sour” el primer sábado de febrero, como un merecido reconocimiento a este prodigioso cóctel que, a decir de Noella Schink, figura ya entre los cinco más importantes del mundo, y comparte espacios privilegiados de la licorería con el “Manhattan” de Whisky, el “Cosmopolitan” de vodka, o la “Margarita” de tequila.
Al parecer, sus orígenes se remontarían al histórico Jirón de la Unión —hacia 1920—, en una taberna llamada Bar Morris (propiedad de Víctor Morris), donde se ideó como una imitación del Whisky Sour el cual, a la postre, lo habría incluso desplazado, al convertirse en el más solicitado del lugar.
Se desconoce si la receta original difiere en demasía de la actual, pero la coincidencia es unánime al catalogarla como un distintivo patrio y embajadora de la peruanidad, que hoy aplaca exigentes paladares en los mejores bares y restaurantes de New York, Barcelona, Milán, Londres, entre otros.
El día del Pisco Sour, inicialmente, se celebraba el 08 de febrero, mas en 2004 se modifica la fecha, pues ésta coincidía también con la celebración en Chile del “Día de la Piscola”, un cóctel obtenido de la mezcla de pisco y cola (gaseosa negra),lo cual generaba dilemas entre los consumidores extranjeros, pues solían confundirlas.
En 2003, el Estado instituyó que todas las dependencias públicas deberán promover el consumo de licores nacionales en actos protocolares y conmemorativos, destacando el Pisco y su cóctel distintivo, el Pisco Sour. Es más, se estableció que deberá referirse “Pisco de Honor”, en lugar de “Brindis de Honor”,para los programas e invitaciones formales.
La materia prima para este cóctel es el Pisco (aguardiente de uva), cuyo especial —y único— sabor reside en su tradicional y artesanal proceso de destilación, razón por la cual  el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) lo declaró, en 2005, “Producto Bandera”.
Así que nuestra bebida espirituosa se sitúa en un lugar privilegiado de la identidad nacional, junto a la cerámica de Chulucanas, la gastronomía, la maca, el algodón, la lúcuma, los camélidos sudamericanos, el café, el espárrago, la joyería y orfebrería de plata y, recientemente, el caballo de paso.
El impase suscitado sobre la Denominación de Origen (Propiedad exclusiva del uso del nombre) con Chile fue superado cuando en 2005, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) reconoció la nomenclatura de “Pisco” al Perú, por ello, decir Pisco Peruano, es redundar. Aquella ocasión, la celebración fue tal, que se llenaron 2000 litros de este trago en la pileta de la Plaza Mayor de Lima. En 2007, el Instituto Nacional de Cultura (INC) lo declaró Patrimonio Cultural del Perú.
En quechua “Pisscu” quiere decir “avecilla”, sin embargo, también se usaba para designar a los alfareros que elaboraban las tinajas para fermentar licores, incluso el tradicionalista Ricardo Palma lo menciona y lo denomina el «alborotador quitapesares». Es tal su prestigio que la prestigiosa cristalería Riedel ha diseñado una copa especial para brindar con él,con forma de “tulipán recto” y que «extrae la agresividad del alcohol, sin perder su aroma, ni distorsionar su sabor».
Así que a coger la coctelera (válido también en licuadora) y agregar 3 onzas de pisco (recomendable el “acholado”), 1 onza de zumo de limón (verde), 1 onza de jarabe de goma, 1 clara de huevo y 6 cubos de hielo. Agitar hasta lograr una mezcla homogénea y a disfrutar de esta agradable combinación de historia, tradición e identidad. Feliz día Pisco Sour.

Guy de Maupassant, cuentista


Juan Carlos Suárez Revollar



Como Poe y Chéjov, Guy de Maupassant (Francia, 1850-1893), el otro gran cuentista del siglo XIX, murió poco después de cumplir los cuarenta. Es autor de más de 390 cuentos, el grueso de los cuales se publicó en diarios entre 1877 y 1891. Algunos son, más bien, breves ensayos y reflexiones, como «El afeminado» o «Historia de un perro». Este último, una suerte de manifiesto para la protección canina, tiene una segunda versión, narrada ya como cuento y publicada dos años después con el título de «Mademoiselle Cocotte».
Una estructura habitual es el relato como una anécdota referida por un personaje narrador, protagonista o testigo, a su auditorio. Aunque de temáticas diversas, podría clasificarse la cuentística de Maupassant en al menos tres grupos: los de costumbres, los de guerra y los de locura y horror. Entre los primeros se encuentra un subtópico recurrente: el galante, de conquistas e infidelidades, entre los que se halla «Un día de campo» o «La mansión Tellier», genuinas piezas maestras. Todos estos cuentos recogen su larga experiencia en «affaires» amorosos. Pero también se encuentran otros contenidos, desde retratos citadinos hasta historias sobrenaturales.
La ocupación prusiana es otro importante tema. Como veterano de la Guerra Francoprusiana, Maupassant escribía, con afán revanchista, cuentos donde destacaba el patriotismo, la entrega y los triunfos de algunos franceses —únicamente relevantes en términos personales— sobre sus rivales, aunque ello significara su perdición. A este grupo pertenecen «Mademoiselle Fifí», «La loca», «San Antonio», o el que le diera la consagración y formara parte del libro colectivo «Las veladas del Médan»: «Bola de sebo», en que el autosacrificio de la mujer despreciada la hace superior a sus compañeros de viaje, a quienes se supone decentes (el trasfondo de esta trama también fue abordado por Chéjov en su cuento «La corista»).
Los últimos, y sin duda los más perturbadores, tratan la locura y el horror. Corresponden al periodo tardío de Maupassant y se atribuyen a su ya agravada degeneración mental. Priman entre ellos cuentos como «El Horla», «La cabellera» o «¿Él?». Evidentemente influido por Poe, se halla formas afines de abordar la atmósfera del relato y la psicología del personaje, como la perversidad gratuita, tan bien retratada en «El loco» de Maupassant, o coincidencias temáticas: «El tic» de éste con «El entierro prematuro» de aquél.
El cuento de Maupassant no tiene la perfección formal de Poe, ni la profundización en el personaje de Chéjov, pero sí una desenfadada —y genial— sutileza en el trazado de costumbres como soporte de la historia.

La música en el proceso de aprendizaje


Luis Alberto Peralta Castro



La música posee una indudable importancia para la educación y debería ser aplicada como una saludable estrategia. Por esta razón, la enseñanza con música, en los procesos del aprendizaje debe ser puesta en práctica, armonizándola con el contenido temático de las clases, en forma sencilla, apoyándonos de instrumentos armoniosos como la guitarra y el piano.
Ludwing Truman, científico e intérprete americano, sostenía que la ciencia y la música están intrínsecamente unidas, y deberían ir de la mano en todo, ya que la Ciencia es la búsqueda del conocimiento, y el Arte es la aplicación creativa de ese conocimiento.
El aprendizaje con música de fondo parece crear nuevas vías en el cerebro. Ello es significativo, pues hoy, se le está dando cierta importancia como terapia, naturalmente, ésta actúa como liberador de tensiones, acompañada de métodos de relajación y técnicas de respiración, reducen considerablemente la ansiedad que, comúnmente, se registra en las aulas.
Entonces, el maestro debe tener conciencia que la música para el niño es parte de su desarrollo integral: el disfrutar, cantar, bailar y tocar, permite al alumno relajarse, sentirse bien y aprender con alegría.
Es de vital importancia en la educación, especialmente, por su marcada influencia en el desarrollo de los niños. Se han comprobado casos donde el estudiante progresa al incluir canciones, y/o melodías, en materias con poca aceptación, es decir, que con la aplicación musical se aumenta la participación y el dominio en actividades que, anteriormente, eran tediosas, específicamente en asignaturas de  lengua o matemáticas.
Con este recurso, el conocimiento es asimilado con rapidez y efectividad. La mera repetición incluida en el método tradicional produce cansancio y genera estrés en los estudiantes y, probablemente, no conduce hacia un aprendizaje efectivo.
 La música es un instrumento que no solo nos ayuda a reconocer la idiosincrasia de un pueblo, sino también nos permite conocer su progreso económico, social y científico. En conclusión, la música puede darnos muchas oportunidades de elevar el espíritu humano hasta niveles inimaginables, solo depende de cómo la usemos (Luis Alberto Peralta Castro, autor del presente artículo, es profesor del Conservatorio de música Andrés Segovia de Huancayo).

IMPRESCINDIBLES / LITERATURA


Selección y textos: Isabel Córdova Rosas

Toda la obra

Juan Rulfo



La obra de Rulfo, “El llano en llamas” y “Pedro Páramo”, está entre las más grandes renovadoras de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Es un impresionante ejemplo de la condensación narrativa (Ediciones Allca XX). Nos transporta con gran maestría de lo real a lo fantástico, con un estilo vigoroso y poético. Es de los pocos escritores que transforman la prosa en poesía. Sus libros son de un profundo contenido social, político, económico y religioso. Es importante su lectura para tener una visión completa de la literatura hispanoamericana.


Los heraldos negros

César Vallejo



Reúne todos los poemas conocidos de Vallejo, inclusive los publicados en diarios y revistas. Ricardo González Vigil (Fondo editorial BCRP, 1988) invita a saborear la extraordinaria originalidad de Vallejo, tal vez el poeta más intransferible, único, en toda la poesía de la presente centuria a nivel mundial. Hace un comentario de cada poema para facilitar la comprensión y la apreciación de la obra poética. Además, ésta es orientada para alumnos de secundaria, universitarios y profesores, quienes podrán captar la genialidad de la máxima figura de las letras peruanas.


La piedra Inca

César Mallorquí



Un mal día de 1905, una enigmática reliquia inca entró en escena, y la tranquilidad se fue al diablo (Edebé ediciones). A partir de ese momento, Jaime Mercader se vio metido en un inmenso lio, el más extraño de su existencia. Él, en compañía de un aventurero, recorrerá desiertos y ríos, y cruzará los Andes para acabar descubriendo, en el corazón de la  Amazonía, un asombroso secreto celosamente guardado durante seiscientos años.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER


Amor, pasión y genio en la escultora Camille Claudel

Josué Sánchez

Camille Claudel - Escultura en bronce “La Vague”.
Camille Claudel nació el 8 de diciembre de 1864 en Villeneuve-sur-Fère, Francia. Desde muy niña realizó figuras en arcilla y, antes de ir a París para estudiar arte, hizo estudios de escultura bajo el tutelaje del pintor Alfred Boucher.
Cuando tenía 19 años entró a trabajar al estudio del célebre escultor Auguste Rodin. Inicialmente, Camille se ocupaba de los encargos que le hacía el maestro, pero pronto fue su modelo y luego su amante y confidente. El amor y la pasión entre ellos crecieron de la mano con la creatividad, instalándose en el Chateau de L’Islette, un idílico escondite en el valle de Loira. Después se trasladaron al taller de Rodin en Meudon, al sur de París, que se fue llenando de las esculturas y bocetos de ambos.
Camille trabajó con Rodin más de diez años. Según su biógrafo Matías Morhardt, Rodin era la arcilla y Camille el granito. Auguste le daba a Camille todo lo que podía de su experiencia y le consultaba en todo. Pero pese a que Camille tenía la esperanza de que  se casara con ella, no dejaba a sus otras amantes y a la madre de su único hijo, Rosa Beuret. Así, la relación se fue quebrando y en 1894 se rompió definitivamente.
Tras el rompimiento, Camille se refugió en su estudio y vivió tres años sin recibir a nadie. En testimonio de Morhardt, decía que «experimentaba una soledad tal que a veces tenía la horrible sensación de que estaba perdiendo el hábito de hablar».
En esta época, su arte adquirió un estilo propio y realizó pequeñas esculturas en grupo que se comunicaban entre sí y, por sus líneas, hoy están consideradas precursoras de la escultura pop. Veinte años desarrolló su labor escultórica en una completa soledad, convirtiéndose en una de las más grandes escultoras del siglo XX. No obstante, se había convertido  también en una semireclusa, sufría delirios de persecución y tenía ataques de euforia y depresión. Muchas veces destruía sus obras y desaparecía por meses, odiando a Rodin y culpándolo de haberle robado sus ideas y proyectos.
Sometida a la crítica de su madre y sus hermanos, con el solo apoyo de su padre, cuando éste murió en 1913 se quedó sin protección alguna, fue desalojada violentamente de su taller e internada legalmente por su hermano Paul como paciente de tercera clase en Ville –Evrard, un deprimente asilo público, donde se le prohibió practicar el arte, ni aún como terapia. Hubo protestas públicas, pero su familia no cejó.
En los 30 años que pasó internada, solo sus amigos la visitaron, saliendo convencidos de que no estaba loca y de que había sido traicionada por su familia. Las cartas que escribió en el asilo demuestran que a pesar de las duras condiciones en que vivía, la genial escultora permaneció lúcida, dueña de sí misma, y que nunca se resignó a la pérdida de su arte. Escribió: «Vivo en un mundo tan curioso, tan extraño, del sueño que fue mi vida, esto es la pesadilla».
Hoy se puede apreciar su obra en el Museo de Orsay, en París. Son grupos escultóricos que emanan espiritualidad, una proyección mística de las formas que eleva el espíritu hacia el infinito. Su bronce “La Vague” y la escultura en ónix “Les Bavardes” son verdaderamente notables. Paradójicamente se encuentran en toda su sublime expresión a las puertas de “El Infierno” de Rodin.

PERFUME DE MUJER:


Rosario Tijeras

Jorge Franco



Había dejado la puerta abierta y cuando entré la encontré mirando la lluvia, desnuda desde la cintura para arriba, sólo con sus bluyines y descalza. Al sentirme se volteó hacia mí y me miraron sus senos, sus pezones morenos electrizados por el frío. No la conocía así, tal vez parecida en la imaginación de mi sexo solo, pero así, tan cerca y tan desnuda...

MICROCUENTO:


Precaución

Jorge Rivera Saavedra



Se volvió desconfiado cuando se enteró que lo querían liquilar por haber acabado con tantos terroristas, que se hacían llamar «guerrilleros».
Al primer sospechoso que agarró a balazos fue a su sombra, por seguirlo a todas partes.
Con lo que no contó fue que su sombra, un día, dispararía más rápido.

BREVIARIO: WhyNot nº 14




Esta revista de colección, pequeña, de bolsillo, ha llegado a su número 14, y aborda las fiestas navideñas y año nuevo. Ha sido sumamente elogiada por formato innovador y su presentación impecable, razón por la cual, a pesar de gran tiraje, está por agotarse.
No se pierda la oportunidad de disfrutar de esta singular publicación que se vende al menor precio (S/. 1). Búsquela en las librerías Íbero y La Familia, o en quioscos del centro de nuestra ciudad.

Huancavelica y sus carnavales


José Oregón Morales

Santiago de Chocorvos.
Sorprendentes matices de danzas, música y vestuarios ostenta Huancavelica, durante las celebraciones carnavalescas de sus pueblos. Festividades íntimamente ligadas al ciclo de la Pequeña Maduración en el calendario agrícola andino, y al periodo del “Paucar Waray”, iniciación sexual de la juventud.
Originariamente denominados “Orqon Pukllay”, Pukllay” y “Qatun Pukllay”, los carnavales se iniciaron por los pastores en las cumbres, con bailes y cantos, en agradecimiento a la madre tierra, por los dones otorgados para preservar el alimento y la vida.

“Tipaki Tipaki” de Acraquia y Ahuaycha
No es otra cosa que el “Orqon Pukllay”  (juegos en los cerros), danza frenética y exultante. Miles de jóvenes casaderos organizados en pandillas de 20 a 40 parejas, cantando y siguiendo la melodía de la armónica o rondín, bailan visitando las iglesias de sus pueblos: Maraykucho, Santa Rosa, Ahuaycha, Acraquia para concluir en la Plaza Histórica.
A este recorrido obligatorio se le denomina “chaquipureq”. Luego de estos  tres días de “TipakiTipaki” (confrontación) entre pandillas de danzantes, se han desarrollado, domingo a domingo, inquietantes carreras de caballos “morochucos”, haciendo delirar al pueblo, pues compiten eximios jinetes representantes de sus comunidades campesinas.

“Qatun Pukllay” (Juego Grande) Angareño
Ríos humanos de danzantes discurren por la Plaza Principal del barrio de Pueblo Viejo, durante la gran entrada tradicional del sábado  9. Es anunciado por el “barajo” (corneta de hojalata).
Si el “Tipaki Tipaki” es frenetismo, el Carnaval de Lircay es cadencia y profundidad. En esta manifestación folclórica, también, se privilegia el canto  quechua masivo. La poesía popular y anónima encuentra su cauce para pregonar nuevas creaciones en temas de amor, desarraigo de la tierra, reflexiones filosóficas, sátira, lascivia y protesta social. Estas comparsas de hasta cien integrantes, son acompañadas por un marco musical impresionante de 20 a 30 guitarristas, mientras que las comunidades incluyen acordeones, quenas y violines. Lircay añade a este gran atractivo su gastronomía en “El Festival del Puchero” y el “Concurso de la Guinda”.

Carnavales en Huaytará
Capital Arqueológica de Huancavelica. Sus carnavales no podían ser más singulares y atractivos. En Capillas sacrifican un toro negro para fortalecerse con su sangre y, durante los concursos de danzas, canto y de vestuarios coloridos, enfrentarse varonilmente en el “Fageo”, que consiste en tomar de la cintura al contendor y arrojarlo por los suelos. Finalmente, acuden a las casas y comercios solicitando regalos para adornar las “yunsas”, alrededor de las cuales cantan y bailan.

En Chocorvos se da más importancia al “Paucaray”, reunión con el gobernador para realizar la “Huayancha”, limpieza de los canales de agua y de los “huaycos”. Luego de cumplida la faena comunal, al son de la quena, el bombo y el “huarajo” (cornetas de cuatro metros de alto) confraternizan bailando alrededor de las yunsas.