domingo, 23 de octubre de 2011

Solo 4, “388”, del 22 de octubre de 2011

LA CITA

“Cuando una mujer se vuelve a casar es porque detestaba a su primer marido. Cuando un hombre se vuelve a casar es porque adoraba a su primera mujer. Las mujeres prueban suerte; los hombres arriesgan la suya”.

Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray

LO ÚLTIMO

Convocatoria al I Concurso Nacional de Cuento Breve “Manuel Baquerizo Baldeón”

El Instituto Cultural Peruano Norteamericano ICPNA - Región Centro y el Suplemento Cultural “Solo 4” del diario Correo de Huancayo, en un importante aporte por la difusión de la producción literaria de nuestra región y país, convocan al I Concurso Nacional de Cuento Breve “Manuel Baquerizo”, en el cual distinguidos escritores serán los jurados. Los premios serán de S/. 1000 para el primer lugar, S/. 750 para el segundo, y S/. 500 para el tercero. Podrán participar todos los interesados, mayores de 18 años, teniendo como fecha límite para la entrega de sus trabajos, el 15 de noviembre. Las bases generales las pueden encontrar en www.icpnarc.edu.pe y en el blog y perfil en Facebook de “Solo 4”.

La “Yacumama” y nuestro derecho al agua

Leonardo Mendoza Mesías

Octubre es un mes que trae fechas importantes. Nos invita a la reflexión no sólo por el Señor de los Milagros sino también por las fechas significativas que se presentan. Por ejemplo, el 21 de octubre es el Día del Agua. Pero, ¿cuál es la finalidad de rememorar este día? Principalmente, la de concienzar a las poblaciones, organizaciones y autoridades sobre las posibilidades y los problemas que lo involucran. El agua es vida y, por ello, es fundamental cuidarla. Es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad.
Está en muchos lugares: en las nubes, en los ríos, en la nieve, en el mar. También, donde no la podemos ver, como en el aire mismo, en nuestro cuerpo, en los alimentos y bajo la tierra. El agua es necesaria para la vida del hombre, los animales y las plantas. Es una de las riquezas más importantes de un país. El Perú es inmensamente rico, cuenta con 54 cuencas hidrográficas, 52 de las cuales son pequeñas cuencas costeras que vierten sus corrientes al océano Pacífico. Las otras dos pertenecen a la cuenca del Amazonas, que desemboca en el Atlántico, pero muchas de éstas las estamos contaminando.
Cuenta una leyenda de la selva que había un cacique quien, con la ayuda del “ayahuasca”, se atrevió a visitar la morada de la gran madre selva, porque quiso averiguar dónde se encontraban los cuerpos de tres niños ahogados en el río, cosa que logró sin mucho esfuerzo. En este sueño sagrado se le reveló cómo nacieron los torrentes y las grandes “cochas”, descubriendo que en el principio de los tiempos toda la selva era un gran pantano donde las lluvias se acumulaban; ese era el reino del gran espíritu del agua, la gran boa madre, “la Yacumama”, quien tenía tres cabezas: con una de ellas se alimentaba, con la otra podía ver a sus antepasados que alguna vez habitaron este mundo, y con la tercera veía las estrellas en las noches silenciosas. También pudo apreciar que los ríos y “cochas” fueron hechos por ella en su afán por alimentar a sus crías. Finalmente, luego de su largo viaje por el tiempo, se le dictó la siguiente sentencia: “Todo ser vivo que se alimenta y vive gracias a las aguas creadas por el gran espíritu de la selva debería ser respetado y protegido, de lo contrario terribles consecuencias se desatarían, y el hogar de la gran madre selva tendría que ser preservado utilizándolo estrictamente sólo para lo necesario”. Dicha recomendación fue transmitida por el curaca a sus congéneres, pero los familiares de los niños ahogados vieron un día que una enorme boa de agua salía del río justo en el lugar donde desaparecieron. Pensando en desquitarse, la persiguieron hiriéndola mortalmente. La serpiente se arrastró como pudo río abajo, desapareciendo luego en el afluente. El curaca al enterarse del hecho presagió terribles consecuencias por la desobediencia de la ley.
¿Serán estas las razones por las que recientemente un grupo de jóvenes ashánincas salieron en protesta realizando una marcha nudista, por las calles de la Merced, para mostrar su rechazo por el desastre ecológico del 7 y 8 de octubre de 2010, en los ríos Chanchamayo, Monobamba y Uchubamba que ocasionó la muerte de miles de peces? ¿Sólo fue una forma de llamar la atención de la comunidad, nación y autoridades? Al respecto, Miguel Samaniego, dirigente de la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central (CECONSEC) señaló: “Nuestro objetivo es concienzar a todos para salvaguardar el medio ambiente, pues han enfermado nuestros ríos, que son nuestros hermanos que nos brindan alimento, los han maltratado. Tenemos derecho a ríos limpios y a un medio ambiente sano”. Las frases que usaron durante la marcha fueron: “Tenemos derecho a ríos limpios y un medio ambiente sano”, “Nuestros ríos están enfermos, atendámoslos”, “Justicia por la muerte de los peces”.
Finalmente, el joven dirigente Miguel Samaniego expresó su preocupación debido a que las autoridades hasta la fecha no han identificado y sancionado a los responsables del desastre. “Es necesario que haya justicia, sanción, pero sobre todo prevención”, exigió invitando además a la población a sumarse a esta movilización en defensa de la vida y la naturaleza.

En el principio de los tiempos toda la selva era un gran pantano donde las lluvias se acumulaban; ese era el reino del gran espíritu del agua, la gran boa madre, “la Yacumama”.

COLUMNA: El buen salvaje

Las fábulas de los retóricos

Sandro Bossio Suárez

A mediados de 2001 nació una de las leyendas literarias más polémicas. Se trataba de una supuesta carta escrita por el Nobel Gabriel García Márquez en el que, viéndose víctima de un cáncer linfático, se despedía de sus amigos. La carta corrió como reguero de pólvora (mejor sería decir como invitaciones al Facebook) en el ciberespacio, al punto que cándidos periodistas y críticos literarios se refirieron a ella como cierta. La carta, en forma de poema, empezaba así: «Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero pensaría todo lo que digo». Tiempo después, obligado por las circunstancias, el propio García Márquez salió a desmentir la autoría de la carta. Dijo que, en realidad, lo que más le había dolido era que la gente hubiera creído que él escribiera tan mal.
Cuando Julio Verne, el gran escritor que se adelantó a su tiempo, tenía ocho años y concurría a la escuela de madame Sambain, una viuda que le contaba anécdotas de los viajes que había realizado con su fallecido marido. Esas historias despertaron totalmente su imaginación. Por ello, cuando su padre lo internó en un colegio, él intentó fugarse descolgándose por una cuerda hecha con sus sábanas, pero fue descubierto por el jardinero. Intentó fugar una vez más a los once años: quería llegar a Marsella y navegar hasta las Antillas para comprar un collar de perlas para su prima, a quien amaba en secreto. La aventura le costó una paliza de su padre y la promesa que, desde entonces, solo viajaría con la imaginación. Lo cumplió.
El escritor Víctor Hugo, autor de la célebre novela «Los miserables», estaba vacacionando en una playa de Marbella y deseaba conocer cómo iba la venta de su obra maestra. Entonces envío una carta a su editor con el escueto texto: «¿». Días después recibió una respuesta no menos sucinta: «¡».
El poeta francés Paul Valéry (1871-1945), uno de los más ilustres representantes de la lírica contemporánea, fue presentado durante una recepción a una dama. Ésta, al enterarse de que estaba hablando con un famoso escritor, extrajo su álbum de autógrafos: «Señor Valéry, perdóneme usted, pero todavía no he leído ninguno de sus libros. No obstante, escríbame cualquier cosa en este álbum». «Con mucho gusto, señora», accedió el escritor y sobre la hoja en blanco anotó los títulos de sus obras y sus respectivos precios.
La primera novela de ciencia ficción tiene más de dos mil años de antigüedad. Su autor fue el sirio Luciano, que vivió en el siglo II antes de Cristo. En Atenas escribió un libro titulado «Historia verdadera», que pretendía ser las aventuras de medio ciento de hombres que se deben enfrentar una terrible tormenta. Después de un viaje aéreo de 7 días, los viajeros llegan a una gran isla circular con mucha luz: la Luna. Luciano advertía a sus lectores que su libro era pura fantasía y les decía: «Tengan cuidado. No crean nada de esto».
En una ocasión en que el escritor Jonathan Swift decidió salir a montar a caballo, le pidió a su criado que le llevara las botas de montar. Al ver al sirviente llegar con el pedido le reprendió por no traerlas limpias. El empleado se disculpó: «Señor, pensé que no merecía limpiarlas ya que se van a ensuciar de nuevo dentro de un momento». El escritor se encogió de hombros y advirtió al mozo de que no volvería hasta la noche. «Amo, se olvida dejarme la llave de la despensa», le dijo entonces el muchacho. «Para qué la quieres?», le preguntó el novelista. «Para preparar el almuerzo, claro», le respondió el chicuelo. «No hará falta, ¿para qué quieres almorzar? Después de todo, dentro de unas horas querrás comer de nuevo», le dijo Swift.
La versión original de «La bella durmiente», escrita por el italiano Giambattista Basile en 1636, incluye una violación y un intento de canibalismo.

El escritor Víctor Hugo (…) deseaba conocer cómo iba la venta de su obra maestra. Entonces envío una carta a su editor con el escueto texto: «¿». Días después recibió una respuesta no menos sucinta: «¡».

DESLECTURAS Osvaldo Soriano: «Triste, solitario y final»

La ficción en la ficción

Juan Carlos Suárez Revollar
Es difícil no imaginar al argentino Osvaldo Soriano (1943-1997) en su papel de fabulador mientras se lee «Triste, solitario y final». Se trata de una novela extravagante, muy fresca y original, publicada en 1973. Desde el inicio nos topamos con un doble juego entre realidad y ficción, que hace añicos la línea que las divide. El protagonista es el propio autor, o más bien, un supuesto Osvaldo Soriano, también argentino, también escritor, que también escribe una novela sobre Laurel y Hardy (los de la teleserie «El gordo y el flaco»). Acabado de llegar a Los Ángeles, ha tomado contacto con un envejecido y derrotado —patético más bien— Philip Marlowe, el entrañable detective de un puñado de historias del norteamericano Raymond Chandler, quien se hiciera particularmente famoso por sus dos obras maestras: «El sueño eterno» y «El largo adiós».
«Triste, solitario y final» se aproxima a esa clase de novelas que hacen de la ficción, como tal, su razón de ser. Un par de ejemplos cogidos al azar: «El Quijote» o «Niebla». En ambas, en un momento dado, sus autores aparecen representados —y son objeto de irónica burla—, e interactúan con los personajes. «Triste, solitario y final» va más allá, pues involucra a gentes verídicas, de carne y hueso, pero que por su naturaleza, viven también entre la realidad de sus propias vidas y aquella que les toca representar: son actores en la factoría de sueños que es Hollywood, desde Laurel y Hardy, hasta John Wayne y Charlie Chaplin. El retrato de ese mundo en la novela dista, por ejemplo, del cínico y frívolo que hace Norman Mailer en «The Deer Park», y más bien se lo torna teatral, grotesco, ridículo, pero en el sentido (o el sinsentido) que tomaría dentro de una de aquellas viejas comedias del cine de los veinte.
Además de la dualidad que ha adquirido por ser una ficción hasta su máxima expresión, «Triste, solitario y final» toma ciertas distancias de las historias de Chandler. El punto de vista es uno de los más saltantes, pues recae en Soriano y no en Marlowe. Igualmente, el narrador es omnisciente, a diferencia de «El largo adiós» o «El sueño eterno», contado en primera persona.
Marlowe precisa de una mención aparte. De lo frío y extremadamente correcto que era, se ha convertido en un romántico frustrado, resignado y derrotado. En el pasado —que conocemos por la obra de Chandler— jamás recibía pagos por adelantado ni mucho menos incentivos. Si bien duro por fuera, era un alma generosa que no dudaba en arriesgarse o perjudicarse por aquello en que creía. Podía hacer desplantes a las «femme fatales» más bellas si estas intentaban envolverlo para obstaculizar su investigación. En «Triste, solitario y final» todo eso ha cambiado. Pero no es por inconsecuencia del personaje ni por falta de pericia del autor. Es simplemente porque, como en el propio Soriano, se trata de apenas una apariencia, de un supuesto Philip Marlowe.
El mayor mérito de la novela es su flirteo entre la realidad aparente y la ficción pura. Si bien por eso puede hastiar un poco, «Triste solitario y final» es un logrado divertimento que, burlesco y satírico, urde una historia de novela, de ficción, de un mundo en que las fantasías —realistas después de todo— pueden ocurrir. Al fin y al cabo, ¿no es esa la función de la novela?

Además de la dualidad que ha adquirido por ser una ficción hasta su máxima expresión, «Triste, solitario y final» toma ciertas distancias de las historias de Chandler.





Leyenda: Caricatura del argentino Osvaldo Soriano (1943-1997).

Isabel Córdova Rosas dona más de 1300 libros

Solo 4

En una corta pero emotiva ceremonia, 26 de los colegios más pobres de nuestra región recibieron una importante donación: 50 libros de “Antología de la narrativa de Junín”, de la escritora huancaína Isabel Córdova Rosas, durante la tarde de ayer, viernes 21 de octubre.
Hace un par de meses, la novelista, hoy afincada en Madrid – España, contactó con este suplemento con una sola misión: “Quiero que me ayuden a donar mis libros para los niños y niñas de nuestra región”.
Luego de una ardua labor, esto se pudo concretar con la entrega de los textos, que contienen una extensa recopilación de los escritores y escritoras más relevantes de nuestra región, y fueron recibidos por los directores de los diferentes centros educativos, quienes en algunos casos llegaron acompañados por sus alumnos.
Isabel Córdova Rosas, hace más de 20 años, migró a Europa para conquistarla y convertirse en la narradora peruana más prolífica y traducida de toda nuestra historia. Hoy, es una famosa novelista para niños y niñas con libros como: “Ada nunca tiene miedo”, “Pirulí”, “Colón, el grumete valiente” o “Tinko y Gaby en el Amazonas”. También ha presentado, en la FELIZH 2011, un conmovedor libro sobre violencia política que, durante la década sangrante de los noventa, se vivió en Huancayo: “Gritos en silencio”.
Envió una carta alusiva al evento en la cual dejó muy claro el valor de la literatura: “Todos sabemos, que un hombre y una mujer valen por cuantas letras hayan pasado por sus ojos, no por cuánto dinero tengan. El dinero se puede conseguir trabajando honradamente, pero los conocimientos que se ha obtenido a través de la constante lectura, de los estudios y de la experiencia, nunca, jamás, nadie, se los podrá quitar”.
Así también terminó con las palabras de quien conoció cuando era niña, y que la marcó para toda la vida, José María Arguedas: “Un hombre y una mujer, cuando niños y niñas, deben inclinarse a los libros, para cuando adultos, no se arrodillen ante los hombres”.

COLUMNA: DESDE EL ATELIER

Los colegas

Josué Sánchez Cerrón

Litzelstetten es un pequeño poblado distante cuatro kilómetros de la ciudad de Konstanz, al este del lago del mismo nombre, en la parte alemana. En torno a la avenida principal sólo hay tres restaurantes, un grifo y la iglesia “St. Peter und Paul”, donde el otoño de 1983 pinté un cuadro mural.
Pueblo de paso en el circuito turístico que bordea el lago Konstanz, sus pobladores son en su mayoría gente de mediana edad o ancianos que durante el día laboran en los frutales de la campiña vecina y por la noche se reúnen a tomar cerveza.
Durante el primer mes de mi estadía, solía ir a cenar al “Zum Rubezahl”, el restaurante que quedaba más cerca de mi alojamiento. Con la esperanza de entablar conversación con alguno de mis vecinos, generalmente me quedaba desde las ocho hasta las once de la noche, hora en que cerraba el establecimiento.
En esas ocasiones, no dejaban de atraer mi atención cuatro personajes de lo más raros. Sentados a la barra frente a sus respectivos “chops” de cerveza, se mantenían al margen de los demás, como ausentes, pero ostentando, cada uno de ellos, un singular comportamiento.
Ubicado junto a la máquina tragamonedas, un alemán alto y delgado, de cabello y bigote oscuros, permanecía jugando todo el tiempo, poniendo una y otra vez una moneda tras otra, sin importarle si ganaba o perdía. En cuanto el sonido de los engranajes cesaba, inmediatamente él colocaba otra moneda, de manera automática. Nunca le vi ganar, ni siquiera levantar la cabeza para mirar en dirección de la máquina.
El segundo personaje, bajo, de apariencia fornida y muy rubio, permanecía tomando cerveza por varias horas en completa abstracción, mirando el vaso como si buscara algo dentro. A las once en punto se ponía de pie, pagaba y se marchaba en completo silencio.
Un tercero, de mentón agresivo y tan solitario como el anterior, leía ininterrumpidamente el periódico y sólo hablaba con el barman para pedir más cerveza. Un día, al llegar, vi sentada a su lado una rubia guapísima, bebiendo cerveza y fumando. Todas las miradas masculinas convergían en ella, pero el del mentón prominente no le prestaba la más mínima atención. Ella también se mantenía indiferente. Al cerrar el restaurante, vi con sorpresa que ambos salían abrazados. Después me contaron que eran novios.
Un hombre con apariencia de profesor universitario era el cuarto personaje. Por lo general tomaba cerveza en silencio y pocas veces hablaba, pero cada vez que lo hacía era un punto menos para él. Sobre todo porque su habla consistía en un monólogo, casi siempre sin mucho sentido. Una vez, cierto que inusualmente, un gato permaneció dormido en la puerta del local cerca de dos horas. Eso le causó tal preocupación, que se quedó observándolo fijamente todo el tiempo, insistiendo de rato en rato en que estaba muerto, incapaz de empujarlo o moverlo para comprobarlo y sin dar crédito a los que le aseguraban que sólo dormía.
El comportamiento de estas cuatro personas me llamó tanto la atención que lo comenté con el escritor suizo Martin Lienhard. Según él, eran remanentes de la segunda guerra mundial, seres sin niñez, marcados por la violencia y la pérdida de sus raíces espirituales, que se encontraban por toda Alemania.
Yo los recuerdo como los colegas, «mis colegas». ¿Qué pensarían ellos de mí, sentado ahí, solo, tomando cerveza y sin otra cosa que hacer que mirarlos?

Sentados a la barra frente a sus respectivos “chops” de cerveza, se mantenían al margen de los demás, como ausentes, pero ostentando, cada uno de ellos, un singular comportamiento.



MICROCUENTO

Prohibida

Marcos Herrera Estevan
En la clandestinidad y con el vaivén de los susurros, tu voz es la impoluta música que enamora, el manjar prohibido que tienta. Minúsculo inconveniente: ¿qué hacemos con tu esposo?

PERFUME DE MUJER

Triste, solitario y final

Osvaldo Soriano

El detective abrió un poco más la puerta y miró hacia adentro. La mujer estaba de pie, en medio del living, desnuda y sin consuelo. Tenía el cuerpo tostado por el sol, salvo en los lugares que un bikini pequeño había ocultado. Los pechos eran firmes y erectos; el vello del pubis era ralo pero suficiente, y los muslos, agresivos y suaves. No se tapaba más que la cara y tenía convulsiones ahogadas.

Bases del I Concurso Nacional de Cuento Breve

“Manuel Baquerizo Baldeón”

El Instituto Cultural Peruano Norteamericano Región Centro y el Suplemento Cultural “Solo 4” del diario Correo de Huancayo, convocan al I Concurso Nacional de Cuento Breve “Manuel Baquerizo Baldeón”, con arreglo a las siguientes bases:

Bases:

1. Podrán participar todos los autores interesados mayores de 18 años.
2. Cada participante podrá presentar hasta dos cuentos.
3. Los participantes concursarán bajo seudónimo por cada cuento presentado.
4. El tema es libre.
5. El cuento deberá ser INÉDITO, escrito en español y no haber sido presentado con anterioridad a otro concurso nacional o internacional cuyo fallo esté pendiente
6. La extensión mínima será de 400 palabras (2000 caracteres con espacios aprox.) y la máxima de 700 palabras (4000 caracteres con espacios aprox.), digitadas a doble espacio, en fuente Arial 12.
7. Los trabajos se presentarán en las oficinas de la Dirección de Cultura del ICPNA Región Centro, Jr. Ayacucho N° 169, 2do. Piso, Huancayo, o en las instalaciones del Diario Correo, Jr. Cuzco N° 337 – Huancayo, en un sobre de manila tamaño A4 CERRADO dirigido a: I Concurso Nacional de Cuento Breve “Manuel Baquerizo”; que contenga:
a) El cuento en soporte electrónico, es decir grabado en un disco compacto (CD), rotulado con el título del cuento y el seudónimo del autor.
b) El cuento impreso por una sola cara en papel A4, en tres ejemplares legibles, debidamente compaginados, numerados en el extremo inferior derecho. Cada ejemplar impreso deberá contar con una carátula en la que se consignará el nombre del cuento breve y el seudónimo del participante
c) Un sobre tamaño carta o similar CERRADO, que en su exterior consigne el correspondiente nombre del cuento y seudónimo, en el interior los nombres y apellidos del autor, una fotocopia simple del documento de identidad por ambos lados, lugar de nacimiento, dirección domiciliaria, dirección electrónica, teléfono (imprescindible) y un breve resumen biográfico.
8. La fecha y hora límite de recepción de los trabajos será el 15 de NOVIEMBRE de 2011, a las 6:00 p.m. Los trabajos enviados por correo serán considerados válidos siempre y cuando se registre en el matasellos la fecha mencionada.
9. El jurado calificador se dará a conocer junto con su veredicto y estará conformado por tres escritores de reconocido prestigio.
10. El Jurado Calificador elegirá tres trabajos ganadores, que se harán acreedores a los siguientes premios:
1er puesto: S/. 1,000.00 (Mil Nuevos Soles) y diploma de honor.
2do puesto: S/. 750.00 (Setecientos cincuenta Nuevos Soles) y diploma de honor.
3er puesto: S/. 500.00 (Quinientos Nuevos Soles) y diploma de honor.
11. El cuento ganador, el segundo y el tercer lugar serán publicados en una edición especial del Suplemento Cultural “Solo 4”.
12. El fallo del jurado calificador será inapelable y se publicará el sábado 26 de noviembre de 2011 en el Suplemento Solo 4 del Diario Correo.
13. La ceremonia de entrega de premios se realizará el día 30 de noviembre de 2011 en el Auditorio del ICPNA Región Centro.
14. Finalizado el concurso, los trabajos que no hayan ganado serán incinerados.
15. La participación en este certamen implica la aceptación de todos los puntos antes señalados.
16. Cualquier caso no previsto en las presentes bases se resolverá a criterio del Jurado Calificador y los organizadores.
Huancayo, octubre de 2011.

AGENDA SEMANAL

Cine foro
Película: Tsotsi
Forista: Paúl Cárdenas
Organiza: Centro Cultural Continental
Fecha: lunes, 24 de octubre
Hora: 7 pm
Lugar: Auditorio Menor de la Casa de la Juventud y la Cultura de Huancayo.
INGRESO LIBRE

Festival de Música y Teatro ICPNA 2011
Participan: Bizarro - Berenguer - Eros - Feedback - Pucayacu Teatro - Indoraza - Alquimistas - Ema Brothers - Ericka Balvín
Organiza: ICPNA Región Centro
Fecha: jueves, 27 de octubre
Hora: 6 pm
Lugar: Auditorio del Centro Cultural UPLA (Ex Cine Mantaro)
INGRESO LIBRE


Conversatorio: Migración
Panelistas: Herbert Salas, Carlos Romero Sihuay, Paúl Cárdenas, Liz Tovar Figueroa, Miriam Torres.
Organiza: Centro Cultural Continental
Fecha: jueves, 27 de octubre
Hora: 7 pm
Lugar: Auditorio Menor de la Casa de la Juventud y la Cultura de Huancayo.
INGRESO LIBRE