miércoles, 25 de abril de 2012

PERFUME DE MUJER

Cómeme Linda Jaivin
Se subió lentamente la minifalda negra hasta dejar al descubierto los remates de encaje de sus medias. No llevaba bragas. Nunca llevaba bragas. ¿Para qué iba a llevarlas? Al tocarse, notó que ya estaba caliente y húmeda. Con la otra mano, se acercó el higo a la entrepierna y se acarició la boca del sexo con la fruta, primero suavemente, después con vigor (…) Volvió a meterse el higo a la boca —un dulzor salado— y lo chupó hasta dejarlo seco.

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