Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Simeón Orellana Valeriano
El Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco ha decidido incluir a la Danza del Huakón —llamada también La Huaconada de Mito—, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en su reciente reunión de Nairobi, África. Uno de los propulsores de este reconocimiento es el estudioso Simeón Orellana Valeriano, quien nos presenta una visión antropológica de esta danza, que tiene más de 1500 años de existencia.
Mito es un hermoso pueblo, engarzado en la margen derecha del río Mantaro, provincia de Concepción de la región Junín. Cada año —del 1 al 3 de enero— llega a Mito ese aroma de fiesta que significa en buen romance: alegría, entusiasmo, dolor, llanto y amor. Esta festividad escenifica una de las danzas más antiguas del mundo andino.
El origen de esta danza se entronca con los de los pueblos puquinas, aimaras, quechuas, xauxa-huankas, etc. Ha surgido en las fuentes de una religión prehispánica, pero manteniendo su urdiembre primitiva, llena de hermosas leyendas y mitos andinos. De las investigaciones podemos manifestar que la máscara del Huakón surge en el Collao, hace aproximadamente 1500 años, en el Horizonte Medio Wari - Tiwanako.
En la máscara existe un mensaje que debemos decodificar. ¿Podríamos hablar de un “contenido ideológico” dentro de la máscara primigenia del Huakón? La máscara es un símbolo de la creencia en el dios Kon y, por eso, adopta el carácter de sagrado, como lo hemos explicado en nuestro libro “La Danza de los Sacerdotes del Dios Kon. La Huaconada de Mito” (2004).
La “macora” (sombrero), la capa o “catacuna”, el “delantal”, la “camisa de bayeta”, el “pantalón”, las “mangash”, las “medias de lana” y los “shucuys” (calzado indio), integran las partes más importantes y visibles de la vestimenta del Huakón moderno. Es necesario aclarar que existe un Huakón antiguo, cuya vestimenta difiere del actual en la “catacuna”, que es una manta de jerga blanca con rayas negras; y en el sombrero, que es un “chucu” utilizado por el “indio del pueblo”. Ambos personajes utilizan un “tronador”, “látigo” o “ccara huasca”, confeccionado de cuero trenzado. Con este látigo el Huakón castiga al visitante, en la fiesta de Mito, cuando no le habla con respeto y le dice: “Señor Alcalde”, besando el mango del látigo. Actualmente la Huakonada es una danza de control social. Ayuda a mantener el orden y la moral de los pobladores de Mito por lo menos, los días de la fiesta, castigando a los “mancebados” o a las mujeres “casquivanas” y “flojas”.
La presentación se hace en la plaza de Mito. Salen de la quebrada Ayan Chico, conocida como la “pacarina de los Huakones”. En este lugar se colocan la máscara y la vestimenta. Para la admisión de los nuevos Huakones se hace el famoso “Corta Rabo”, una ceremonia en que el “padrino” los “bautiza” con un látigo pequeño, aplicándoles tres latigazos y asignándoles un apodo con el cual serán identificados como integrantes de la “Sociedad Secreta de los Huakones”. Solamente los miembros conocen la identidad de los demás.
Tras la misa, los Huakones, acompañados por una orquesta típica y la tinya sagrada, dan dos o tres “vueltas” a la Plaza, y luego se dirigen a la Plazuela de La Unión para realizar una misteriosa y enigmática “ccaramusa”. Son doce “mudanzas”, cuyo significado nos explica el profundo mensaje simbólico de la danza. El Nuna Toro, la Huaycharseada y las figuras coreográficas del Inti Palpoy y Anca Palpoy encierran significados cuyos orígenes se encuentran en los ritos de la religión prehispánica.
MÁS DATOS:
Cronistas españoles han dejado informaciones sobre esta supervivencia costumbrista. José de Acosta (1560), Huamán Poma de Ayala (1615), Martín de Murúa (1616), Bernabé Cobo (1639) y, especialmente, Agustín Capcha (1662) “vieron” al Huakón como el personaje central de la danza y nos describieron la máscara. Agustín Capcha dice, en un documento de 1662: “asemismo, tienen de costumbres los endios de ponerse a baylar en los días de fiestas en una osansa de antividades que se llama guacón con unas máscaras lo más feio, que se puede ver puestas en las caras con unos combes que les cervia de cameseta y utado todo el brasos y pies con unos colores narangados tierras o de otras cosas, estos hasen los endios deste pueblo con poco temor de Dios nuestro señor”. Los extirpadores de idolatrías persiguieron y castigaron a estos “endios”. Léase Laykas o sacerdotes andinos.
Simeón Orellana Valeriano
El Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco ha decidido incluir a la Danza del Huakón —llamada también La Huaconada de Mito—, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en su reciente reunión de Nairobi, África. Uno de los propulsores de este reconocimiento es el estudioso Simeón Orellana Valeriano, quien nos presenta una visión antropológica de esta danza, que tiene más de 1500 años de existencia.
Mito es un hermoso pueblo, engarzado en la margen derecha del río Mantaro, provincia de Concepción de la región Junín. Cada año —del 1 al 3 de enero— llega a Mito ese aroma de fiesta que significa en buen romance: alegría, entusiasmo, dolor, llanto y amor. Esta festividad escenifica una de las danzas más antiguas del mundo andino.
El origen de esta danza se entronca con los de los pueblos puquinas, aimaras, quechuas, xauxa-huankas, etc. Ha surgido en las fuentes de una religión prehispánica, pero manteniendo su urdiembre primitiva, llena de hermosas leyendas y mitos andinos. De las investigaciones podemos manifestar que la máscara del Huakón surge en el Collao, hace aproximadamente 1500 años, en el Horizonte Medio Wari - Tiwanako.
En la máscara existe un mensaje que debemos decodificar. ¿Podríamos hablar de un “contenido ideológico” dentro de la máscara primigenia del Huakón? La máscara es un símbolo de la creencia en el dios Kon y, por eso, adopta el carácter de sagrado, como lo hemos explicado en nuestro libro “La Danza de los Sacerdotes del Dios Kon. La Huaconada de Mito” (2004).
La “macora” (sombrero), la capa o “catacuna”, el “delantal”, la “camisa de bayeta”, el “pantalón”, las “mangash”, las “medias de lana” y los “shucuys” (calzado indio), integran las partes más importantes y visibles de la vestimenta del Huakón moderno. Es necesario aclarar que existe un Huakón antiguo, cuya vestimenta difiere del actual en la “catacuna”, que es una manta de jerga blanca con rayas negras; y en el sombrero, que es un “chucu” utilizado por el “indio del pueblo”. Ambos personajes utilizan un “tronador”, “látigo” o “ccara huasca”, confeccionado de cuero trenzado. Con este látigo el Huakón castiga al visitante, en la fiesta de Mito, cuando no le habla con respeto y le dice: “Señor Alcalde”, besando el mango del látigo. Actualmente la Huakonada es una danza de control social. Ayuda a mantener el orden y la moral de los pobladores de Mito por lo menos, los días de la fiesta, castigando a los “mancebados” o a las mujeres “casquivanas” y “flojas”.
Para la admisión de los nuevos Huakones se hace
el famoso “Corta Rabo”, una ceremonia en que el
“padrino” los “bautiza” con un látigo pequeño.
Tras la misa, los Huakones, acompañados por una orquesta típica y la tinya sagrada, dan dos o tres “vueltas” a la Plaza, y luego se dirigen a la Plazuela de La Unión para realizar una misteriosa y enigmática “ccaramusa”. Son doce “mudanzas”, cuyo significado nos explica el profundo mensaje simbólico de la danza. El Nuna Toro, la Huaycharseada y las figuras coreográficas del Inti Palpoy y Anca Palpoy encierran significados cuyos orígenes se encuentran en los ritos de la religión prehispánica.
MÁS DATOS:
Cronistas españoles han dejado informaciones sobre esta supervivencia costumbrista. José de Acosta (1560), Huamán Poma de Ayala (1615), Martín de Murúa (1616), Bernabé Cobo (1639) y, especialmente, Agustín Capcha (1662) “vieron” al Huakón como el personaje central de la danza y nos describieron la máscara. Agustín Capcha dice, en un documento de 1662: “asemismo, tienen de costumbres los endios de ponerse a baylar en los días de fiestas en una osansa de antividades que se llama guacón con unas máscaras lo más feio, que se puede ver puestas en las caras con unos combes que les cervia de cameseta y utado todo el brasos y pies con unos colores narangados tierras o de otras cosas, estos hasen los endios deste pueblo con poco temor de Dios nuestro señor”. Los extirpadores de idolatrías persiguieron y castigaron a estos “endios”. Léase Laykas o sacerdotes andinos.
prfavor pueden poner el mensaje por que asi no vale ps ojkporfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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