Luis Puente de la Vega Rojas
Es muy complicado imaginar una historia de mayor éxito que la de Steve Jobs, el visionario fundador de Apple; pero el fracaso, la mala suerte y el rechazo han sido también parte de quien él llegó a ser. Fue abandonado cuando nació, lo despidieron de la empresa que fundó a mediados de los 80 y el cáncer lo mató lentamente cuando había vuelto a convertirse en el ícono de Macintosh.
Fue adoptado y criado en Silicon Valley, una ascendente comunidad de trabajadores de Lockheed y otras compañías de tecnología e industria militar. Una promesa hecha por sus padres adoptivos fue la de enviarlo a la universidad. “Llegué a la universidad», recordaba Jobs, «pero seis meses después no le veía propósito alguno, no sabía qué hacer con mi vida, de modo que decidí dejarlo y confiar en que las cosas saldrían bien». Poco después, su mejor amigo Bill Fernández le presentó a quien sería su socio, el joven ingeniero Steve Wozniak. Así comenzaron una relación de innovación y valentía que dio a luz a Apple Computer.
Jobs era un minimalista, un genio inventor que gozaba con las cosas simples, que retaba a sus trabajadores a inventar celulares que funcionaran con un solo botón, o a diseñar ordenadores que se llevaran a todas partes. Es por esto que revolucionó el negocio de las computadoras personales y de la telefonía móvil. Juntó a Wozniak, creó el “Apple I”, considerado el primer ordenador personal de la historia. En 1977, lanzó el “Apple II” que se convirtió en el primer ordenador de consumo masivo. Luego de esto, se enfrascaron en la creación del Macintosh, el primer ordenador asequible y fácil de manejar sin tener que saber informática. Es por esto que a Jobs se le considera el verdadero creador del concepto de PC (Personal Computer). La presentación del Macintosh en 1984 revolucionó la industria informática, pues insertó el “mouse”, para acceder a funciones con la facilidad de un “click”.
Poco después, Jobs fue despedido de su propia empresa por John Sculley, un ejecutivo que el mismo reclutó para mejorar la competitividad de Apple ante IBM. A continuación, Jobs fundó Next, una empresa dedicada al desarrollo de “software”, y compró la división de animación del imperio Lucas Film. Así, en 1986, nacieron los estudios de Pixar Animation que en 1995 estrenaron “Toy Story”, la primera película hecha íntegramente por computadora.
En el 96, Apple compró Next, lo que le permitió a Jobs regresar por la puerta grande, pero voluntariamente recibiría un dólar mensual de salario. Años más tarde, regresó a su cargo de presidente de Apple y en 1998 volvió a retar al mercado informático con el lanzamiento del “iMac”, un ordenador vanguardista y compacto que por primera vez estaba hecho para navegar por Internet.
Jobs reinventó el mundo de la tecnología unas diez veces. El 2001, revolvió el mercado musical con el “iPod”, y dos años después creó la tienda virtual “iTunes”. Presentó el “iPhone” en 2007 y el “iPad” en 2010, inventos que fueron rotundos éxitos y que reformularon la informática y la comunicación en el mundo.
Steve Jobs renovó las costumbres y hábitos de consumo mundial. Construyó una nueva forma de ver la informática, fundó una de las más importantes empresas y “love marks”, innovó los conceptos de comunicación e interacción global, y mordió la manzana de un dios llamado Tecnología.
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