Deseo compartir los cuentos que alguna
vez me impactaron o dejaron alguna huella. Este aporte pretende ser una
motivación a la lectura. No han sido organizados según la nacionalidad o eje
temático, tampoco intenta ser una antología de “mis once mejores cuentos”.
Martí decía que “ser culto es la única manera de ser libres”.
“La gallina degollada” de Horacio Quiroga es la
historia de una pareja de esposos que tiene hijos que poco a poco muestran
deficiencias mentales, después de muchos suplicios creen que dios los ha
bendecido con un hijo normal, pero algo trágico va a ocurrir en la cocina
mientras estos conversan con la vecina.
“Alineación”, de Julio Ramón Ribeyro, nos
enfrenta con nuestros prejuicios raciales. Roberto López es un zambito que
busca por todos los medios ser un gringo de verdad, porque está convencido que
solo así logrará la felicidad.
“El
cuentero”, de
Edgardo Rivera Martínez, es una amena historia que nos deja con la misma
sensación que al datero, que no sabe a ciencia cierta si en esa reunión de
amigos se le apareció el mismo diablo o fue un sagaz ladrón que sembró cizaña.
“Superviviente”, de Stephen King, es una
historia de canibalismo, de supervivencia en situaciones extremas, Richard Pine
ha quedado varado en una minúscula isla y debe sobrevivir de cualquier manera.
“Una noche de espanto” de Antón Chejov. Una noche
cualquiera al regresar a su vivienda, el personaje se enfrentará con lo más
terrorífico de su vida que lo terminará postrando en un hospital.
“Cachorro de tigre”, de Enrique López Albújar, nos
cuenta las maldades del hijo de un criminal. El juez que lo acoge en su casa
experimenta las peores atrocidades que puede cometer este niño nacido de la
mala sangre.
“El gigante egoísta”, de Oscar Wilde,
es una tierna historia de reconciliación, de amor y perdón más allá de la
muerte. De un encuentro con Dios sin esos “intermediarios” fanáticos
babilónicos que tanto daño le han hecho a la raza humana.
“El gato negro”, de Edgar Allan Poe, es un
encuentro con todo aquello que está más allá de los sentidos y de toda lógica.
Pluto, más precisamente los ojos de Pluto, trastorna al amo quien
progresivamente irá cambiando sus estados anímicos hasta llegar al borde de la
locura.
“Anacleto Morones”, de Juan Rulfo, es la historia
de unas mujeres que viajan desde Amula a buscar a Lucas Lucatero, ellas quieren
que este personaje sea el testigo de los “milagros” que ha realizado un hombre
libidinoso llamado Anacleto.
“Las ruinas circulares”, de Jorge
Luis Borges, y “Continuidad de los parques”, de Julio Cortázar, son dos cuentos
que podríamos llamar de confrontación con la mente, son relatos en los que el
lector no debe estar desprevenido, uno de ellos nos propone la siguiente
hipótesis: ¿qué pasaría si nosotros los seres humanos somos en realidad
producto de un ente que nos está soñando?” Y el segundo, ¿Cómo asumirías el
hecho de que el personaje de la obra que estás leyendo quiere asesinarte?
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