lunes, 22 de octubre de 2012

Once cuentos



Deseo compartir los cuentos que alguna vez me impactaron o dejaron alguna huella. Este aporte pretende ser una motivación a la lectura. No han sido organizados según la nacionalidad o eje temático, tampoco intenta ser una antología de “mis once mejores cuentos”. Martí decía que “ser culto es la única manera de ser libres”.

“La gallina degollada” de Horacio Quiroga es la historia de una pareja de esposos que tiene hijos que poco a poco muestran deficiencias mentales, después de muchos suplicios creen que dios los ha bendecido con un hijo normal, pero algo trágico va a ocurrir en la cocina mientras estos conversan con la vecina.
“Alineación”, de Julio Ramón Ribeyro, nos enfrenta con nuestros prejuicios raciales. Roberto López es un zambito que busca por todos los medios ser un gringo de verdad, porque está convencido que solo así logrará la felicidad.
“El cuentero”, de Edgardo Rivera Martínez, es una amena historia que nos deja con la misma sensación que al datero, que no sabe a ciencia cierta si en esa reunión de amigos se le apareció el mismo diablo o fue un sagaz ladrón que sembró cizaña.
“Superviviente”, de Stephen King, es una historia de canibalismo, de supervivencia en situaciones extremas, Richard Pine ha quedado varado en una minúscula isla y debe sobrevivir de cualquier manera.
“Una noche de espanto” de Antón Chejov. Una noche cualquiera al regresar a su vivienda, el personaje se enfrentará con lo más terrorífico de su vida que lo terminará postrando en un hospital.
“Cachorro de tigre”, de Enrique López Albújar, nos cuenta las maldades del hijo de un criminal. El juez que lo acoge en su casa experimenta las peores atrocidades que puede cometer este niño nacido de la mala sangre.
 “El gigante egoísta”, de Oscar Wilde, es una tierna historia de reconciliación, de amor y perdón más allá de la muerte. De un encuentro con Dios sin esos “intermediarios” fanáticos babilónicos que tanto daño le han hecho a la raza humana.
“El gato negro”, de Edgar Allan Poe, es un encuentro con todo aquello que está más allá de los sentidos y de toda lógica. Pluto, más precisamente los ojos de Pluto, trastorna al amo quien progresivamente irá cambiando sus estados anímicos hasta llegar al borde de la locura.
“Anacleto Morones”, de Juan Rulfo, es la historia de unas mujeres que viajan desde Amula a buscar a Lucas Lucatero, ellas quieren que este personaje sea el testigo de los “milagros” que ha realizado un hombre libidinoso llamado Anacleto.
“Las ruinas circulares”, de Jorge Luis Borges, y “Continuidad de los parques”, de Julio Cortázar, son dos cuentos que podríamos llamar de confrontación con la mente, son relatos en los que el lector no debe estar desprevenido, uno de ellos nos propone la siguiente hipótesis: ¿qué pasaría si nosotros los seres humanos somos en realidad producto de un ente que nos está soñando?” Y el segundo, ¿Cómo asumirías el hecho de que el personaje de la obra que estás leyendo quiere asesinarte?

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