jueves, 27 de junio de 2013

MICROCUENTO:


Séptimo día

Alberto Benza
Mi reloj funciona jalando unas pesas de hierro fundido una vez por semana. Los primeros días, cada vez que el cucú salía a dar la hora, yo despertaba pensando estar en un bosque. Llegó el séptimo día y tiré de las pesas para que trabaje nuevamente, pero él no volvió a cantar. Enfurecido, abrí la puerta del reloj y encontré al cucú empollando un huevo de otra ave.

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