Especial para “Solo 4” desde Praga
Anna Housková
En Praga, ciudad llamada “el corazón de Europa”, José María Arguedas tiene sus lectores sensibles. Son los que hablan español; en general los estudiantes de filología hispánica, ya que aún no hay traducciones de sus obras al checo.
En la Universidad Carolina de Praga, donde trabajo hace tiempo, la narrativa y los ensayos de José María Arguedas se incluyen en los cursos literarios, donde han surgido numerosas presentaciones en los seminarios y, en los últimos años, también cuatro tesis de maestría, con lo cual Arguedas se ha convertido en uno de los escritores hispanoamericanos más estudiados en esta universidad.
En mi trabajo docente es lo que más me alegra: la buena calidad de las tesis arguedianas y el interés compartido por la obra del escritor peruano que también para mí fue el encuentro que decidió toda mi orientación profesional, hace treinta y cinco años.
En la Europa Central, donde se concentran distintas naciones y distintas lenguas en este espacio poco extenso y muy poblado, hay tradición de una sensibilidad para lo diverso. Tal vez sea lo que nos facilita un encuentro personal con la literatura iberoamericana, en general, y con la de José María Arguedas, en especial. Y viceversa: no es casual que para varios escritores hispanoamericanos tenga importancia el praguense Franz Kafka.
Quisiera referirme a dos tesistas importantes que trabajaron a Arguedas desde ópticas muy importantes en esta ciudad. La tesis de Jana Hermuthová se centró en la elaboración experimental de un nuevo lenguaje literario que exprese la sensibilidad del habla y del hablante quechua, en las novelas “Los ríos profundos” y “El zorro de arriba y el zorro de abajo”. Si en la primera el lenguaje experimental encuentra una armonía entre dos mundos heterogéneos, en la segunda el discurso unificador se triza irreversiblemente en una polifonía caótica de voces superpuestas. Klára Schirová, por su lado, estudió la obra de Arguedas en contacto con la teoría de la dependencia y la teología de la liberación, encontrando su campo común en los valores humanistas de dignidad y libertad. Su punto de vista interdisciplinario no disminuye la significación de la literatura, sino al contrario, en la creación literaria de Arguedas ve una anticipación de la teología de la liberación.
La novela “Todas las sangres” la enfoca desde su doble lectura —la realista y la simbólica—, encontrando en la unión híbrida de narrativa y poesía una explicación de la imperfección formal y a la vez la rica polivalencia significativa de esta novela.
La unidad de la obra y la vida del escritor peruano estimula no sólo el estudio y las lecturas de los universitarios checos, sino también su interés por conocer la actualidad social del Perú.
Anna Housková
En Praga, ciudad llamada “el corazón de Europa”, José María Arguedas tiene sus lectores sensibles. Son los que hablan español; en general los estudiantes de filología hispánica, ya que aún no hay traducciones de sus obras al checo.
En la Universidad Carolina de Praga, donde trabajo hace tiempo, la narrativa y los ensayos de José María Arguedas se incluyen en los cursos literarios, donde han surgido numerosas presentaciones en los seminarios y, en los últimos años, también cuatro tesis de maestría, con lo cual Arguedas se ha convertido en uno de los escritores hispanoamericanos más estudiados en esta universidad.
En mi trabajo docente es lo que más me alegra: la buena calidad de las tesis arguedianas y el interés compartido por la obra del escritor peruano que también para mí fue el encuentro que decidió toda mi orientación profesional, hace treinta y cinco años.
En la Europa Central, donde se concentran distintas naciones y distintas lenguas en este espacio poco extenso y muy poblado, hay tradición de una sensibilidad para lo diverso. Tal vez sea lo que nos facilita un encuentro personal con la literatura iberoamericana, en general, y con la de José María Arguedas, en especial. Y viceversa: no es casual que para varios escritores hispanoamericanos tenga importancia el praguense Franz Kafka.
Quisiera referirme a dos tesistas importantes que trabajaron a Arguedas desde ópticas muy importantes en esta ciudad. La tesis de Jana Hermuthová se centró en la elaboración experimental de un nuevo lenguaje literario que exprese la sensibilidad del habla y del hablante quechua, en las novelas “Los ríos profundos” y “El zorro de arriba y el zorro de abajo”. Si en la primera el lenguaje experimental encuentra una armonía entre dos mundos heterogéneos, en la segunda el discurso unificador se triza irreversiblemente en una polifonía caótica de voces superpuestas. Klára Schirová, por su lado, estudió la obra de Arguedas en contacto con la teoría de la dependencia y la teología de la liberación, encontrando su campo común en los valores humanistas de dignidad y libertad. Su punto de vista interdisciplinario no disminuye la significación de la literatura, sino al contrario, en la creación literaria de Arguedas ve una anticipación de la teología de la liberación.
La novela “Todas las sangres” la enfoca desde su doble lectura —la realista y la simbólica—, encontrando en la unión híbrida de narrativa y poesía una explicación de la imperfección formal y a la vez la rica polivalencia significativa de esta novela.
La unidad de la obra y la vida del escritor peruano estimula no sólo el estudio y las lecturas de los universitarios checos, sino también su interés por conocer la actualidad social del Perú.
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