lunes, 8 de agosto de 2011

ARTÍCULO PRINCIPAL:

Las “Wawi – Wawi” de Matahulo
Isaac Tacsa García

Hasta hace tres décadas, las deformaciones geológicas denominadas “Wawi - Wawi”, ubicadas al norte de Huancayo, en el anexo de San Juan de Matahulo, eran ignoradas por todos y conocidas solamente por los pobladores del lugar.
Las “Wawi - Wawi” son torres de arcilla formadas por la propia naturaleza, que varían de 2 a 2.50 metros de altura. Algunas terminan en punta y otras son achatadas. Este es un lugar donde cantan las palomas y los pájaros revolotean y vuelan de torre a torre, convirtiéndose en presas fáciles de los “quilinchos”, o cernícalos, que desde las cumbres, agitando sus alas, se lanzan para atraparlos. El lugar donde están estas figuras, hace de él un espacio tétrico y misterioso que fue motivo de creación de algunas historias y cuentos por los lugareños, detalles que muy bien podrían ser aprovechadas y convertirlo en un sitio de gran valor turístico para la región.
Los lugareños le han atribuido encantos como el “chacho”, enfermedad que proviene de los cerros, de las piedras, de los vientos que emergen de las quebradas, también conocido como “mal aire” y que ha cobrado algunas víctimas.
Recuerdo que cuando era niño, conversando con las abuelas Amalia Tacsa y María Verástegui, al coincidir en los alrededores de las torres, pudieron absolver algunas de mis curiosidades. Las “Wawi - Wawi” también eran conocidas como “Salto Salto”. Me dijeron que las llamaban así desde hacia mucho tiempo, porque estas estructuras de arcilla provocaban un impulso extraño de jugar corriendo y saltando entre ellas.
Lo de “Wawi - Wawi” es más certero, porque cada una de estas conformaciones se parece a los bebés cuando están envueltos, o “hiltados”. Esto para que no se asusten a sí mismos, durante el sueño, con sus manos o pies.
Estas caprichosas y muy peculiares figuras son producidas por las erosiones hídricas ocasionadas por las lluvias. Hay que decirlo con toda justicia: el paisaje, que nos brinda este lugar, es espectacular y para llegar a él no hay que recorrer más que 22 Km., desde Huancayo hasta Matahulo, por la margen derecha.
En los alrededores hay más parajes que lo adornan y embellecen, como el “condormuyuna” (mirador del Cóndor); el “retamayo”, bosque cubierto por las verdes retamas con su característica flor amarilla, habitad de los picaflores y otras aves; también, el “sucuchhuay” o “sucullhuay” que en español quiere decir “lagartija”, quebrada dónde abundan estos pequeños reptiles; o el “sasaja”, callejón de cerros, con protuberancias que sobresalen como ménsulas donde palomas, cernícalos y otros pájaros hacen sus nidos, escondite de los zorros y zorrillos; son atractivos que rodean al “Wawi - Wawi”, torres cuyas formas son preservadas por el viento y las lluvias, que al mismo tiempo lo decoran con todos los matices, salpicados como esmalte con los colores de las diversas flores, cuadro que relaja al espíritu y alegra la vista del visitante en compensación a cualquier sacrificio del viaje.

Estas caprichosas y muy peculiares figuras son producidas por las erosiones hídricas ocasionadas por las lluvias. Hay que decirlo con toda justicia: el paisaje, que nos brinda este lugar, es espectacular.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí.