jueves, 7 de junio de 2012

Cannes, el festival de los sueños

Luis Puente de la Vega Rojas Francia, por algunos días, alberga a los más aclamados directores, productores y actores del mundo entero. Es el punto donde se consagran y convergen las más grandes estrellas del universo fílmico, y aparecen los sueños en forma de películas, de las obras de mayor valor artístico en la historia del Séptimo Arte. Así, el Festival de Cannes se ha anclado sólidamente y ha evolucionado por más de 65 años con fantasías destiladas del corazón mismo del celuloide, manteniendo los valores esenciales de su nacimiento: la cinefilia, el descubrimiento de nuevos talentos y formas de hacer cine, la acogida de las propuestas —sin distingos de nacionalidad, credo, productora, ni menos aún, recaudación en taquilla—, y de los medios que acuden de todas partes del mundo para contribuir al fortalecimiento y difusión de los filmes, siempre conservando su atención hacia lo novedoso y original. Tal es la importancia de este certamen que los directores más relevantes del planeta, como Clint Eastwood, Roman Polanski, Quentin Tarantino, o Pedro Almodóvar, estrenan sus cintas en primicia exclusiva para él. Además, algunas de las proyecciones se hacen en simultáneo en salas de toda Francia y Europa. Sin embargo, el contacto con el público es la base fundamental para la carrera de cualquier producción y la reputación de su autor, por ello, la organización hace todos los esfuerzos necesarios por incrementar anualmente la afluencia de los amantes del cine como de la crítica especializada. Por esta razón existe el Cinéma de la Plage, una sala sin paredes, donde se ofrece cada noche una cinta al aire libre, abierta a todos, fortaleciendo el vínculo entre la audiencia y la cultura, algo que por aquí debería tomarse más en cuenta para no continuar con una cartelera que muchas veces sólo merece el peor de nuestros desprecios. El premio máximo es la Palma de Oro que se otorga a la mejor película exhibida durante el festival, el cual estuvo abierto del 16 al 27 mayo, y que dio como ganadora máxima a “Amour” de Michael Haneke: un drama poderoso “seco y cuidadoso”, donde una mujer vital va perdiendo de a pocos la movilidad, para luego terminar postrada sin habla, debido a una tormentosa enfermedad. Este filme conquistó al jurado por su crueldad orgánica que esta vez —a diferencia de “La cinta blanca” con la cual Haneke ganó el mismo premio en 2009—, no está sujeta a una sociedad enajenada, ni mucho menos a la maldad intrínseca del ser humano. Este realizador alemán hace algún tiempo nos sorprendió con las extraordinarias “Funny Games” y “La profesora de piano”. El premio a mejor interpretación masculina, otra de las mayores preseas, se fue con el actor danés Mads Mikkelsen por su valioso trabajo en “Jagten” (La cacería), quien interpreta a un joven padre que tras una mentira fortuita tendrá que defender el honor familiar y su vida. En la propuesta a la mejor interpretación femenina no hubo titubeos del jurado al elegir a Cristina Flutur y Cosmina Stratan por su extraordinario desempeño en “Dupã Dealuri”, un drama lésbico donde las actrices encarnan la valiosa necesidad de amar y sentirse amadas, bajo la meticulosa conducción de Cristian Mungiu. Por otro lado, y a pesar de las duras críticas por su arriesgado estilo y contenidos, “Post Tenebras Lux” le valió el Premio de mejor dirección a Carlos Reygadas, autor de la controversial “Batalla en el cielo” o la contemplativa “Luz silenciosa”. El Premio del Jurado fue otorgado a Ken Loach por “The Angels' Share”, y el Gran Prix lo obtuvo el equipo de “Reality” dirigido por Matteo Garrone. La Palma de Oro al Mejor Cortometraje fue para “Sessiz-Be Deng”, de L. Rezan. El cine latinoamericano no estuvo ausente, y como siempre su trayectoria marcó el festival con huella indeleble, pues, además de la obra de Reygadas, la filmografía mexicana sumó tres trofeos: “Después de Lucía” fue premiada como mejor película en “Un Certain Regard” (Una cierta mirada), y “Aquí y allá” en la Semana de la Crítica. Este año, la Presidencia del Jurado recayó sobre el realizador italiano, Nanni Moretti quien hace poco llegó a las salas peruanas —aquí no, porque casi nunca llega cine de autor, más que por algunas casualidades— con “Un Papa en apuros” (Habemus Papam). Lo acompañaron en esta difícil misión los actores Ewan Mc Gregor, Hiam Abbas, Emmanuelle Devos y Diane Kruger, el famoso diseñador Jean-Paul Gaultier, además de los también directores Andrea Arnold, Alexander Payne y Raoul Peck. Tal vez, algún día, en algún momento, podremos disfrutar de estas obras maestras del cine, claro, siempre que algún “desubicado” las programe como películas de acción o comedia, y las traiga a nuestra cartelera. Aunque, eso es tan solo otra de tantas ilusiones.

1 comentario:

  1. En este enlace se violo el derecho de autor de una imagen . por favor si son un medio serio, deben pedir permiso antes de usar imagenes que no son de ustedes.
    http://suplementosolo4.blogspot.com.ar/2011/12/perfume-de-mujer_2997.html?showComment=1339290641186#c1622068096485959371

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