Le desabrochó un botón de la blusa y le dio a entender que ella misma se desabrochara los demás (…) Él la desnudaba y ella permanecía mientras tanto casi inmóvil. Cuando la besó, los labios de ella no respondieron al contacto de los suyos. Pero entonces sintió de pronto que su sexo estaba húmedo y se asustó. Sentía su excitación, que era aún mayor porque estaba excitada en contra de su voluntad. (…) Luego le quitó las bragas y ella se quedó completamente desnuda. El alma veía el cuerpo desnudo en brazos de otro hombre y le parecía increíble, como si estuviera mirando de cerca al planeta Marte.
domingo, 24 de junio de 2012
PERFUME DE MUJER
La insoportable levedad del ser
Milan Kundera
Le desabrochó un botón de la blusa y le dio a entender que ella misma se desabrochara los demás (…) Él la desnudaba y ella permanecía mientras tanto casi inmóvil. Cuando la besó, los labios de ella no respondieron al contacto de los suyos. Pero entonces sintió de pronto que su sexo estaba húmedo y se asustó. Sentía su excitación, que era aún mayor porque estaba excitada en contra de su voluntad. (…) Luego le quitó las bragas y ella se quedó completamente desnuda. El alma veía el cuerpo desnudo en brazos de otro hombre y le parecía increíble, como si estuviera mirando de cerca al planeta Marte.
Le desabrochó un botón de la blusa y le dio a entender que ella misma se desabrochara los demás (…) Él la desnudaba y ella permanecía mientras tanto casi inmóvil. Cuando la besó, los labios de ella no respondieron al contacto de los suyos. Pero entonces sintió de pronto que su sexo estaba húmedo y se asustó. Sentía su excitación, que era aún mayor porque estaba excitada en contra de su voluntad. (…) Luego le quitó las bragas y ella se quedó completamente desnuda. El alma veía el cuerpo desnudo en brazos de otro hombre y le parecía increíble, como si estuviera mirando de cerca al planeta Marte.
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