Jhony
Carhuallanqui
A partir de este
año, el 01 de octubre tendremos que
celebrar el “Día del Periodista”
acompañado como mínimo de unas suculentas chocotejas, y es que dentro de la
política de promoción de consumo, el Estado Peruano también ha instituido este
día como el “Día del Cacao y el
Chocolate”. Este apetitoso manjar de origen Mexicano (cuentan que el mismo Quetzalcoat regaló al hombre las
primeras semillas de cacao), se ha
consolidado en un producto mundial: tiene su día de homenaje —informal a
veces—, en México, EE.UU., Panamá, Colombia, Brasil, Argentina y claro, ahora
en Perú.
Además, el café
orgánico más exquisito del mundo es peruano: el Tunki, que libre de abonos artificiales, fungicidas, herbicidas y
demás, ha cautivado por su aroma y sabor a rigurosos paladares, por eso, cada
4to. viernes del mes de agosto celebramos con benévola vanidad el “Día del Café Peruano”.
Y, obviamente,
no podía estar ajena a las festividades, la papa, así que este nutritivo
tubérculo tiene su “Día Nacional de la
Papa” el 30 de mayo, pues acoger
2,800 variedades de las 3,900 existentes en el mundo, es un mérito
extraordinario.
El año pasado,
el Ministerio de Agricultura (MINAG) declaró el 3er. sábado de junio como “Día
del Chicharrón de Cerdo Peruano” a fin de incentivar su consumo interno,
agasajo que se suma a las celebraciones del 28
de junio, fecha que conmemora el “Día
Nacional del Cebiche”, y no importa escribirlo “ceviche”, “seviche” o
“sebiche” (para Pulgar Vidal deriva de una mala pronunciación de siwichi: “pescado fresco”), pues sigue siendo un plato inexcusable de consumo.
Y cómo
olvidarnos del “Día del Pollo a la Brasa”,
fijado para el 3er. domingo de julio,
platillo en el que “chuparse los dedos” es una reacción casi natural a su
sabor, pues el título de “especialidad culinaria peruana” no es un simple
ornato. El Cuy y la Pachamanca ya están en lista de espera para un día de
festividad.
De otro lado, en
2005 la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) reconoció al Pisco
como “Denominación de Origen
Peruano”, así como lo es el Vodka en
Rusia, el Champagne en Francia, el Tequila en México o el Singani
en Bolivia, pues en buena cuenta, la Denominación
de Origen es un reconocimiento al lugar de procedencia del producto,
convirtiéndolo entonces en un símbolo de identidad irrefutable. Así que a
brindar cada 4to. domingo de julio en
el “Día del Pisco” y claro, también,
cada 1er. sábado de febrero en el “Día del Pisco Sour”.
A propósito de ello, el gobierno
peruano (a través del D.S. 005-2003-PRODUCE) ha establecido que “en toda actividad oficial estatal se
promoverá el uso de vinos y licores nacionales, preferentemente el pisco”.
Así que hay que cumplir con la ley y a buscar nuestra copa en forma de tulipán
(diseñada por la prestigiosa cristalería Riedel
Glass Works) y hagamos peruanidad, si cabe el término.
Además,
recordemos penosos que nuestro aguardiente de uva pretendió ser registrado por
Chile, lo que llevó a situaciones adversas a las buenas prácticas comerciales
que nuevamente se manifestaron cuando un spot
promocional de la gastronomía chilena promovía la Causa y la Leche de Tigre
como productos sureños, impase que fue superado con una apática disculpa.
Celebrar días
claves no sólo es promover un plato, licor o producto, es darle el valor legal
para que contribuya en el fortalecimiento de la identidad nacional. El único
problema que tendremos, es que si celebramos la exquisita variedad de nuestro
país, nos faltaran días en el año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario aquí.