La
generación romántica: viviendo en clave "tik"
Josué Sánchez
Josué Sánchez con Sergio Castillo, Félix Huamán,
Antonio Altamirano, Nicolás Matayoshi, Sergio Castillo, Carlos Villanes y más. (Izq. - der.) |
La amistad es algo maravilloso. A
veces llega envuelta en un halo de fantasía como sucedió con James, otras se
forja en el trabajo y en los ideales, en ocasiones surge como un consuelo en la
hora mala, pero siempre llega para quedarse en el corazón, y se vive como una
fiesta inolvidable a la que todos están invitados.
Como aquella noche en que Sergio, un
amigo poeta, y yo, decidimos detenernos a tomar un calientito en un kiosco ambulante.
La noche relumbraba de estrellas, pero
el frío era helado. Llevábamos unos minutos allí, cuando llegó un amigo músico,
con su mandolina: «Siéntate —le dijimos—, sírvete un calientito y dedícanos una
pieza».
De pronto, en el kiosco vecino, un
hombre que llevaba un saxofón se levantó y empezó a tocarlo.
«¡Buena! —exclamamos, batiendo
palmas—. Un calientito para el vecino también».
En ese momento, llegó un guitarrista
que conocíamos y mirando de soslayo al saxofonista, comentó: «Está buena la
competencia».
«Es cosa de demostrarlo», respondió
sonriendo el mandolinista.
Así, poco a poco, se formó un
contrapunto de sonidos y voces. Todo el que llegaba a tomar un calientito
empezaba a cantar. A las 12 de la noche ya éramos una multitud alegre y
danzante, los dueños de las casas vecinas también se habían incorporado a la
fiesta. Bailamos y cantamos hasta el amanecer. Fue una noche insólita e
interminable. Una noche amable, ausente de desconfianza, feliz, sencilla,
plena.
Así es la amistad. Un diálogo sin
fronteras, abierto y cálido. Así la he sentido venir de ustedes amigos en estos
días. Y así era también en los 60.
Cuando se habla de los 60 siempre se
recuerda que teníamos los cabellos largos y los pantalones anchos. Que nos
veíamos como "Enrique el antiguo". Que oíamos música de Bob Dylan o
de Palito Ortega. Pero la generación del 60 fue algo más que romántica en la
música o en el gesto. Pacifista o revolucionaria, fue una generación con
ideales de igualdad y justicia, una generación apasionada y tierna, que quería
cambiar el mundo y hacerlo más solidario. Éramos jóvenes que "no queríamos
hacer el sordomudo", como cantaba Violeta Parra. Queríamos una sociedad
más humana.
Ayer Diana comentó en su programa de
radio —es una apasionada locutora—, un texto del pensador uruguayo Eduardo
Galeano. El autor relata que en una reunión de la comunidad maya Tzeltal, a la
que un amigo suyo asistió en 1972, la palabra más usada era “tik”. En medio de
la conversación se decía tantas veces “tik”, que al amigo de Galeano le sonaba
como lluvia loca. Él sabía que la palabra más frecuente en todas las lenguas es
"yo". Pero tik, la palabra más usada en esa comunidad maya, significa
"nosotros". Ése es el legado de nuestras culturas originarias. El
conocimiento de que no estamos solos; somos una comunidad de seres, como diría
Galeano, "en clave tik".
Estas semanas que he compartido con
ustedes lo he sentido así y me he sentido más joven que nunca, como en los 60.
Gracias Diana, compañera de ésta y tantas otras travesías, te pintaré de
colores, como me encargan. Gracias BBC Mundo. Gracias Sergio, del mismo nombre
que mi amigo poeta, ¡qué sería un día sin mexicanos!... Y sin tanta gente buena
y generosa en el mundo, como ustedes, amigos. Como dice Alvarito al terminar
cada programa: «Hasta muy pronto. Cuídense mucho. . .» (Del blog “Todavía no
pinto canas” en BBCMundo.com)
Foto:Josué Sánchez,Hernán Flores,Nicolás Matayoshi, Sergio Castillo,Cesareo Martínez, Gerardo García Rosales,Carlos Villanes,Antonio Altamirano, Félix Huamán.
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