Nivardo Santillán Romero
Plaza Constitución a principios de los años 20. |
España, en 1812, vivió la ocupación de
su territorio por la Francia napoleónica. Ayuntamientos y regiones se
levantaron en resistencia, los mismos que
desembocaron en la convocatoria extraordinaria de las Cortes de Cádiz, lo
cuales promulgaron la Primera
Constitución Española, el 19 de marzo de 1813. Este documento fue válido,
también, para las colonias de “indias”, dentro de ellas el Perú.
Esta carta política de la monarquía
española —de orientación liberal—, se nutrió de las corrientes de la
ilustración europea y dejó marcados los principios de soberanía popular,
división de poderes y otros, de contenido transformador y alternativo al feudalismo imperante. Influyó
poderosamente en la “semilla de la libertad, que germinó en los distintos
procesos de independencia de los países del Nuevo Mundo”, incluso, sin lugar a
dudas, en la flamante Constitución de la República Peruana de 1822.
Con la Constitución de Cádiz, las ideas
de Patria, del paso de siervos a ciudadanos, República, y de libertad de
imprenta, como por la abolición del tribunal de la Santa Inquisición,la esclavitud
o el tributo indígena, entre otros, se esparcieron como gérmenes democráticos
en los procesos emancipadores y libertarios de nuestros pueblos.
Los días 18 y 19 del presente mes
fueron, cívica y políticamente, beneficiosos para Huancayo y el Valle del
Mantaro: acaba de culminar un tramo de los homenajes rememorativos por el
Bicentenario de la Constitución de Cádiz, de su proclama y jura por parte del
pueblo huancaíno, el 1° de enero de 1813.
Estos actos, presididos por el alcalde
de la Municipalidad Provincial de Huancayo, están programados para todo el año
2013 y con justicia se prolongan hasta el 2021, cuando celebraremos el
bicentenario de nuestra independencia.
A estos homenajes asistieron: Juan
Blanco Fadol, delegado de los ayuntamientos de Caravaca de la Cruz de Murcia y
de Cádiz, España; autoridades de la Presidencia del Consejo de Ministros,
parlamentarios, y diversos representantes de los gobiernos regionales y
alcaldías, lo cual implica, más allá, de los protocolos y actividades académicas,
religiosas y cívicas, la propagación de las semillas de un reencuentro con la
historia, un examen del presente y una proyección del futuro, en la vida
social, política, económica, cultural y territorial de los pobladores de
nuestra cuenca del Mantaro.
Huancayo tiene un lugar de primer
orden en este proceso. En efecto, desde la proclama de ese ilustre 1° de enero
de 1813, y el cambio de nombre de la
entonces Plaza del Comercio por “Plaza
de la Constitución”, nos ubicamos en un lugar privilegiado y único en nuestra
historia.
Además, parte importantísima de estos
días fue el coloquio: “De Cádiz a Huancayo,
Bicentenario de la Jura de la Constitución 1813 - 2013”, que permitió
una primera reflexión, interpretación y (re)posicionamiento del valor de
nuestra historia como Nación Wanka y como país, en estrecha y contradictoria
relación con España.
Estudiosos, investigadores y
conferencistas de la talla de Teodoro Hampe Martínez, José Carlos Vilcapoma, Miguel Seminario
Ojeda, Nicolás Matayoshi y Samuel Villegas Paúcar, disertaron sobre el
significado histórico, jurídico, político, social y económico de la
Constitución de Cádiz para Huancayo, Junín, el país y el mundo. Las actas de
las reflexiones y aportes serán editados en libros convencionales y virtuales,
y puestas al servicio de toda la colectividad.
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