martes, 26 de marzo de 2013

La Constitución de Cádiz, Huancayo y el Perú


Nivardo Santillán Romero

Plaza Constitución a principios de los años 20.
España, en 1812, vivió la ocupación de su territorio por la Francia napoleónica. Ayuntamientos y regiones se levantaron en resistencia, los mismos que  desembocaron en la convocatoria extraordinaria de las Cortes de Cádiz, lo cuales  promulgaron la Primera Constitución Española, el 19 de marzo de 1813. Este documento fue válido, también, para las colonias de “indias”, dentro de ellas el Perú.
Esta carta política de la monarquía española —de orientación liberal—, se nutrió de las corrientes de la ilustración europea y dejó marcados los principios de soberanía popular, división de poderes y otros, de contenido transformador y  alternativo al feudalismo imperante. Influyó poderosamente en la “semilla de la libertad, que germinó en los distintos procesos de independencia de los países del Nuevo Mundo”, incluso, sin lugar a dudas, en la flamante Constitución de la República Peruana de 1822.
Con la Constitución de Cádiz, las ideas de Patria, del paso de siervos a ciudadanos, República, y de libertad de imprenta, como por la abolición del tribunal de la Santa Inquisición,la esclavitud o el tributo indígena, entre otros, se esparcieron como gérmenes democráticos en los procesos emancipadores y libertarios de nuestros pueblos.
Los días 18 y 19 del presente mes fueron, cívica y políticamente, beneficiosos para Huancayo y el Valle del Mantaro: acaba de culminar un tramo de los homenajes rememorativos por el Bicentenario de la Constitución de Cádiz, de su proclama y jura por parte del pueblo huancaíno, el 1° de enero de 1813.
Estos actos, presididos por el alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, están programados para todo el año 2013 y con justicia se prolongan hasta el 2021, cuando celebraremos el bicentenario de nuestra independencia.
A estos homenajes asistieron: Juan Blanco Fadol, delegado de los ayuntamientos de Caravaca de la Cruz de Murcia y de Cádiz, España; autoridades de la Presidencia del Consejo de Ministros, parlamentarios, y diversos representantes de los gobiernos regionales y alcaldías, lo cual implica, más allá, de los protocolos y actividades académicas, religiosas y cívicas, la propagación de las semillas de un reencuentro con la historia, un examen del presente y una proyección del futuro, en la vida social, política, económica, cultural y territorial de los pobladores de nuestra cuenca del Mantaro.
Huancayo tiene un lugar de primer orden en este proceso. En efecto, desde la proclama de ese ilustre 1° de enero de 1813, y el cambio de nombre de la  entonces  Plaza del Comercio por “Plaza de la Constitución”, nos ubicamos en un lugar privilegiado y único en nuestra historia.
Además, parte importantísima de estos días fue el coloquio: “De Cádiz a Huancayo,  Bicentenario de la Jura de la Constitución 1813 - 2013”, que permitió una primera reflexión, interpretación y (re)posicionamiento del valor de nuestra historia como Nación Wanka y como país, en estrecha y contradictoria relación con España.
Estudiosos, investigadores y conferencistas de la talla de Teodoro Hampe Martínez,  José Carlos Vilcapoma, Miguel Seminario Ojeda, Nicolás Matayoshi y Samuel Villegas Paúcar, disertaron sobre el significado histórico, jurídico, político, social y económico de la Constitución de Cádiz para Huancayo, Junín, el país y el mundo. Las actas de las reflexiones y aportes serán editados en libros convencionales y virtuales, y puestas al servicio de toda la colectividad.

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