Sueños digitales
Edmundo Paz
Soldán
A las tres de la mañana de un lunes, a pedido de Nikki,
había salido con ella a hacer el amor en el parque. Ella se puso un vestido
verde que le llegaba hasta los muslos (nada de ropa interior), y zapatos negros
de taco alto (…) Bajo un manto de estrellas, con la brisa fría helando su
cuerpo y el silencio roto por los alaridos de amor u odio de unos recién
casados en el vecindario, pusieron una frazada en el centro del perímetro
rectangular y se echaron sobre ella. Lo excitaba verla desnuda entre las sombras
y con eso zapatos de mujer al ataque. ¿Habría pares de ojos mirándolos detrás
de las cortinas de las ventanas en las casas que rodeaban el parque?
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