domingo, 6 de octubre de 2013

PERFUME DE MUJER:

La noche detenida

Javier Reverte


Su cuerpo era cálido, de pechos menudos, caderas redondas y piel muy suave y pintada de bonitas pecas. Me gustaban sus labios febriles y el dulzor tibio de su lengua. Llenaba mi boca al besarme y, en la oscuridad, ella gimió con contenida ansiedad. La amaba aún más cuando me retiré a un lado, cuando posé su cabeza sobre mi hombro y le dije en español que la quería, acercándome a su oído. Ella ronroneó melosa y se apretó contra mí.

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