domingo, 6 de octubre de 2013

¿Un superhéroe en el Perú?

Eduardo González-Viaña

«Es natural que con el tiempo aparezcan otros, el 'supergay', por ejemplo. Cada uno de estos personajes actúa en el lado del bien amenazado».
Pocas personas han hecho tanto a favor de la unión civil entre homosexuales del Perú como el congresista Carlos Tubino. Sus declaraciones de guerra contra quienes pertenecen a esa comunidad, al igual que sus enrevesadas opiniones supuestamente psicológicas, han hecho que quienes no vivimos en el país nos enteremos que se ha presentado en el Congreso un proyecto que da reconocimiento legal a las uniones de esta naturaleza.
«Los combatiremos. Lucharemos contra los que buscan degradarnos moralmente y contaminar a nuestras fuerzas armadas», ha declarado enfático el representante Tubino (Para los observadores de fuera, la suya era antes una imagen casi desconocida. Ahora, es un hombre de bigotito blanco que hace su aparición cada vez que se menciona el asunto). «Tú puedes tener claustrofobia o hidrocefalia, pero la homofobia no existe», es una de las frases más logradas y repetidas de este buen señor que cada vez que se acerca un reportero, aprovecha de la oportunidad para repetirla. Sin embargo, no sabemos exactamente lo que significa.
Tanta prédica, día a día, y tanta obsesión sobre el tema homosexual han hecho que nos enteremos del asunto y que pensemos sobre el mismo con la atención que requiere. Se podría decir que a la ley de las uniones homosexuales y a la propia comunidad de esa opción, sin quererlo, le ha nacido un defensor, un 'supergay'.
Superman, Batman, el Hombre araña, Catwoman y el Capitán América eran algunos de los súper héroes que conocimos en nuestra infancia. Es natural que con el tiempo aparezcan otros, el 'supergay', por ejemplo. Cada uno de estos personajes actúa en el lado del bien amenazado. A veces, sin embargo, Lex Luthor, el Joker o el Pingüino se disfrazan de ellos para ridiculizarlos. Éste sería el caso que anotamos. Está en un lado, pero quiere parecer estar en el otro, tiene una obsesión, pero quiere parecer neutral: «¡No es Batman, señores. Es el pingüino!» «¿Es usted homofóbico?», pregunta el reportero. Respuesta de Tubino: «Para nada. Yo no soy un radical, soy una persona de centro…» No es homofóbico. No es un radical. Es una persona de centro y, por fin, es transparente. Tenemos que concluir en que es un superhéroe.
La unión civil no matrimonial que se ha propuesto en el Congreso peruano no está planteando reemplazar ni desplazar al matrimonio religioso. Se trata del reconocimiento de una unión de hecho y de los derechos que asisten a dos ciudadanos que han decidido establecer un contrato.
Se está tratando solamente de reconocer la mutua asistencia entre un par de personas a quienes ha unido el amor. Reaccionar contra esto indicando que «los combatiremos», además de ser algo sospechoso, es sumamente perverso. En nuestro tiempo, no podemos perpetuar la discriminación, el crimen y la maldad con que se ha tratado a estos hermanos nuestros. Por fin, una familia es un conjunto de personas unidas por el amor. Además, como lo ha dicho el Papa Francisco, ¿quiénes somos nosotros para impedir una unión o una relación de este tipo?
Desde lejos nos siguen llegando los gritos de guerra contra esta ley, y como en las películas, los niños gritan mirando hacia el cielo: No es un ave ni es un avión. Es 'supergay' a todo motor.

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