La cruz cristiana fue insertada en nuestra cultura por los españoles en el siglo XIV y desde entonces se ha convertido en un elemento importante de veneración en los pueblos andinos, es así que la encontramos en los cerros, caminos, techos de casas, capillas, iglesias y dentro de los hogares, asimismo, los pueblos, mercados, hermandades, barrios, instituciones, y familias tienen una cruz como su símbolo de devoción.
A través del tiempo, la cruz, al ser adoptada por nuestra cultura popular andina, ha sufrido cambios sustanciales, pues se le añaden elementos andinos propios que son producto del sincretismo. En el Valle del Mantaro, la familia González del pueblo de Aza, es la encargada de velar por la tradición de las cruces a través del arte de la imaginería, se trata de los hermanos Pedro y Javier González, reconocidos artistas populares con premios nacionales e internacionales, quienes heredaron el arte de su abuelo don Abilio González Flores, Gran Maestro Nacional de la Artesanía Peruana (1996).
Dentro del arte popular andino, la cruz “Tayta Mayo”, llamada también cruz de mayo, cruz de la pasión, o “Kaipin” cruz, se caracteriza por llevar 33 íconos que describen las pasiones del vía crucis de Cristo, tallados generalmente en maguey y colocados en un orden establecido sobre la cruz. La cruz lleva símbolos representativos donde es infaltable el rostro de Jesús con la corona de espinas, la paloma, la escalera, la lanza, el cáliz, los ángeles, el sol y la luna, la calavera con sus tibias cruzadas, los dados, el alicate, el martillo, la capilla, la escoba, el monedero con 30 monedas, la columna y el gallo, la jarra, el INRI, la túnica, la trompeta, la espada, el corazón de Cristo Rey, el látigo, el guante, la farola o antorcha, el ramo, y más.
Por otro lado, los hermanos González son expertos elaborando cruces de safacasa, que el padrino coloca en el techo de la casa nueva para designar que allí vivirá una familia cristiana protegida de los malos espíritus y la envidia. Estas cruces son hechas en herrería, hojalatería y policromado, sin soldaduras en las uniones como se hacía a mediados del siglo XX. Mérito suficiente para que Pedro González obtenga un premio nacional por “Inti Raymi” con un ejemplar de esta cruz.
Dado el significado histórico y cultural de las cruces en nuestra región, y parte de las festividades por Semana Santa y la Fiesta de la Cruz, se exponen más de 20 estas piezas, en la Galería de Arte de la Alianza Francesa, desde el 20 de abril hasta el 19 de mayo, la cual pueden visitar en el jirón Santa Isabel 367, San Carlos, y así poder disfrutar y sorprenderse de la majestuosidad e inspiración de los hermanos González.
A través del tiempo, la cruz, al ser adoptada por nuestra cultura popular andina, ha sufrido cambios sustanciales, pues se le añaden elementos andinos propios que son producto del sincretismo. En el Valle del Mantaro, la familia González del pueblo de Aza, es la encargada de velar por la tradición de las cruces a través del arte de la imaginería, se trata de los hermanos Pedro y Javier González, reconocidos artistas populares con premios nacionales e internacionales, quienes heredaron el arte de su abuelo don Abilio González Flores, Gran Maestro Nacional de la Artesanía Peruana (1996).
Dentro del arte popular andino, la cruz “Tayta Mayo”, llamada también cruz de mayo, cruz de la pasión, o “Kaipin” cruz, se caracteriza por llevar 33 íconos que describen las pasiones del vía crucis de Cristo, tallados generalmente en maguey y colocados en un orden establecido sobre la cruz. La cruz lleva símbolos representativos donde es infaltable el rostro de Jesús con la corona de espinas, la paloma, la escalera, la lanza, el cáliz, los ángeles, el sol y la luna, la calavera con sus tibias cruzadas, los dados, el alicate, el martillo, la capilla, la escoba, el monedero con 30 monedas, la columna y el gallo, la jarra, el INRI, la túnica, la trompeta, la espada, el corazón de Cristo Rey, el látigo, el guante, la farola o antorcha, el ramo, y más.
Por otro lado, los hermanos González son expertos elaborando cruces de safacasa, que el padrino coloca en el techo de la casa nueva para designar que allí vivirá una familia cristiana protegida de los malos espíritus y la envidia. Estas cruces son hechas en herrería, hojalatería y policromado, sin soldaduras en las uniones como se hacía a mediados del siglo XX. Mérito suficiente para que Pedro González obtenga un premio nacional por “Inti Raymi” con un ejemplar de esta cruz.
Dado el significado histórico y cultural de las cruces en nuestra región, y parte de las festividades por Semana Santa y la Fiesta de la Cruz, se exponen más de 20 estas piezas, en la Galería de Arte de la Alianza Francesa, desde el 20 de abril hasta el 19 de mayo, la cual pueden visitar en el jirón Santa Isabel 367, San Carlos, y así poder disfrutar y sorprenderse de la majestuosidad e inspiración de los hermanos González.
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