lunes, 7 de mayo de 2012
COLUMNA: UN MUNDO PERFECTO
El juego de la fortuna o la tentación del fracaso
Jorge Jaime Valdez
Una cinta notable que llegó, en un único y espantoso horario, es “Moneyball” o “El juego de la fortuna”. Aquí, Brad Pitt encarna al gerente de un equipo pobre de Oakland, personaje que le valió una nueva nominación al Oscar como mejor actor. Este filme es extraño pues muestra al mundo del deporte desde un punto de vista diferente. Es una historia sobre el béisbol, es verdad, pero se desarrolla en interiores, o sea, fuera del campo de juego, donde vemos cómo los jugadores son comprados, vendidos, canjeados, o echados al olvido, igual a cualquier producto perecible. Nos recuerda que el deporte es, sobre todo, un negocio redondo.
Las historias que muestran los deportes siempre revaloran el esfuerzo físico y emocional, que termina en victorias que inflan de emoción a los espectadores ávidos de triunfos, aunque sólo sean en la ficción. Sin embargo, “Moneyball” es todo lo contrario, es una película dura, opresiva, oscura, seca; una cinta sobre perdedores con una metáfora desalentadora: la vida es un juego y siempre terminamos perdiendo, como en un campo de béisbol donde otras personas deciden quién debe triunfar y quién será un perdedor eterno.
Billy Beane, la caracterización de Pitt, es cínico y frío, trata de no entablar ningún tipo de relación con los jugadores, no se vincula emocionalmente para así poder desecharlos con mayor facilidad; se debate indefectiblemente con la tentación del fracaso. Lo acompaña un joven economista egresado de Yale: Jonah Hill —recordado por la gran comedia de adolescentes, “Supercool”—, su actuación resulta tan buena o mejor que la de su experimentado protagonista.
Ambos se unirán para reflotar a un equipo pobre. Para este fin apelarán a las estadísticas y al cálculo financiero, mas eso es sólo un pretexto para mostrar el mundo interno del protagonista, con una juventud desperdiciada, que pasa de ser una promesa del béisbol al gerente de un equipo fracasado. Tiene una hija de doce años y una relación también quebrada. Los momentos altos de la cinta son justamente los que comparte con ella. La canción final es deliciosa, cantada por la niña quien tiene los mismos conflictos del padre y que, seguramente, tenemos todos. Otros momentos soberbios son los partidos que no se ven, el protagonista nunca asiste a ellos. Lo descubrimos deambulando y sufriendo como un vagabundo, mientras escucha o mira cómo su equipo se va desmoronando, y con él, toda su vida.
TÍTULO ORIGINAL: Moneyball
AÑO: 2011
DURACIÓN: 133 min
PAÍS: EE. UU.
DIRECTOR: Bennett Miller
GUIÓN: Aaron Sorkin, Steven Zaillian (Libro: Michael Lewis)
MÚSICA: Mychael Danna
FOTOGRAFÍA: Wally Pfister
REPARTO: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright Penn, Chris Pratt, Kathryn Morris, Tammy Blanchard, Glenn Morshower, Erin Pickett, Sergio Garcia, Jack McGee.
PRODUCTORA: Michael De Luca Productions / Scott Rudin Productions / Specialty Films.
GÉNERO: Drama deportivo basado en hechos reales.
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