viernes, 10 de agosto de 2012

IMPRESCINDIBLES / JAZZ:


Selección y textos: Roberto Loayza

A Love Supreme

John Coltrane

Fue a fines de 1964 que se registró una de las grabaciones más importantes de todos los tiempos, la perfección innovadora de Coltrane en lo más alto, sumado a su creciente espiritualidad, lograron este milagro, acompañado como de costumbre por Elvin Jones, McCoy Tyner y Jimmy Garrison. Poco más de media hora dividida en cuatro partes: desde el inicial “Acknowledgement”, pasando por la furiosa belleza de “Resolution”, el viaje casi religioso de “Pursuance” y el orgasmo místico de “Psalm”. Impensable cualquier colección iniciática de jazz sin este disco.




The Black Saint And The Sinner Lady

Charles Mingus

“El santo negro y la dama pecadora” es el disco de vanguardia jazzera por excelencia. Un vistazo a un alma torturada, el alma de Charles Mingus. Una maravillosa obra conceptual que nos invita a visitar los lugares más recónditos del amor y la eterna lucha por alcanzarla. Preñada de colores, ritmos, texturas e infinidad de emociones. Acompañado de una orquesta de once ejecutantes, este “ballet” de seis movimientos queda como el primer ejemplo de la comunión entre tecnología y virtuosismo. Curiosamente, en el “tracklist” incluyen citas del psicólogo del gran Mingus.



In A Silent Way

Miles Davis

Ya reseñamos “Kind Of Blue”, el mejor disco de jazz que se haya grabado, pero entre los imprescindibles destaca otra grabación del enorme Miles, “In A Silent Way”, un álbum, sin duda, más complicado, sin melodía, solo oscuridad, éter, humo. Pocas veces tantas estrellas de la música se juntaron para una sesión, y sólo Miles podía juntarlos: Wayne Shorter inundando espacios, John McLaughlin con esa guitarra que llena todo, Chick Corea, brillante y elocuente, en un mano a mano con Herbie Hancock, en una de esas grabaciones que cada vez más nos llevan a la conclusión de que todo tiempo pasado fue mejor.


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