Selección y textos: Roberto Loayza
Off The Wall (1979)
El real descubrimiento del talento de Michael, quien aun nos
asombra con su brillantez compositiva e interpretativa en esta joya. Los éxitos
bailables solo eran la máscara de lo que en realidad esconde este disco:
exuberantes baladas (“She’s Out Of My Life”), soul suave (“Girlfriend”), un
seductor golpe funk (“Off The Wall”) y grandes temas para bailar hasta morir (“Don’t
Stop ‘Til You Get Enough y Rock With You”). La magia creada por Jackson y el
productor Quincy Jones emocionan a la primera escucha, tanto como a la milésima
también. Imprescindible.
Thriller (1982)
Michael y Quincy no estaban preparados para lo que resultaría
de su siguiente proyecto juntos, en realidad nadie lo estaba. La palabra
perfección queda corta ante esta obra maestra de la música. La genialidad y el
éxito estuvieron como nunca de la mano. Desde la delirante “Wanna Be Startin’
Somethin’”, pasando por el durísimo “Beat It” (con el mismísimo Eddie Van Halen
y su guitarra), “Billie Jean”, quizás la mejor canción del disco a pesar de que
Quincy pensó que eran un desastre, y la hermosa “Human Nature”. Sin duda, este
disco va a quedar como vestigio de la humanidad.
Bad
(1987)
Era imposible superar a “Thriller” pero con este plato
“Jacko” se acercó mucho. Volvió a ampliar sus horizontes y perfeccionó la
técnica en el estudio. En esta ocasión el viaje tampoco tiene pierde, desde el
tema que empieza y da título al disco (cuyo video fue dirigido por Scorsese
nada menos), la clonación de su voz con la de Siedah Garrett en la preciosa
balada “I Just Can’t Stop Loving You”, la irresistible “The Way You Make Me
Feel”, y la amada y odiada “Man In The Mirror”. De esta manera terminaría la
trilogía maravillosa del tándem Jackson-Jones.
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