Historia
de O
Pauline Réage
Rolliza y dulce, Natalie era sin embargo grácil y más
pequeña que O. Sir Stephen parecía al menos dos veces más grande que ella. Sin
un solo movimiento, se dejó desnudar por O, y extender sobre el lecho, del que
O había quitado la colcha. Sin un solo movimiento se dejó acariciar, gimiendo
cuando O la desfloraba, apretando los dientes cuando la mano intrusa la hería.
Pronto la mano de O se cubrió de sangre. Pero Natalie no empezó a gritar hasta
sentir en ella el peso de Sir Stephen. Era la primera vez que O veía a Sir
Stephen gozando a alguien que no fuera ella, y la primera además que veía su
rostro en el momento del placer.
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