Madre Sofía
Nilthon Vílchez Bruno
Con el alma de un ángel
con el corazón de poeta
más aún con todo el amor
de tu amado hijo.
Hoy, en el día de las madres, mi corazón ya no sonríe
el canto de los pajarillos es también un profundo silencio.
Madre, es el segundo domingo de ese mayo que espero
yo aquí de pie; bien peinadito para entregarte mis florecitas.
Sigo sentado junto a las pálidas rositas que te compré;
pensando en mis chocolates como en tus ojos marrones
recordando ese frágil cabello negro y tu dulce aroma
interrogando tu presencia y la sangre tuya que es mía
¡Señora! es domingo, es tu día y es medio día todavía
quiero verte, besarte y cantarte; entregarte mi poesía
mi soneto de amor en español directo al cielo de Dios.
Quiero que sonrojes a mis rositas, baja y tiéndeles tu mirada
desciende pronto;¡pronto!, para no irme a inundar tu casita.
Domingo noche y tu hijo te sigue esperando ¡bien peinadito!
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