domingo, 27 de mayo de 2012

Reynoso, un veto escandaloso

Lilia Figueroa Manyari Resulta que ahora la literatura puede ser vetada escandalosamente, a partir de criterios pasadistas y hasta ignaros. Estas acciones que nos remontan a las grandes censuras de siglos oscurantistas, fatalmente se vienen promoviendo en algunas instituciones educativas del sector educación de nuestra región. Ocurre que en pleno siglo XXI, una obra maestra que despliega parte de la realidad caótica de nuestra sociedad, como sucede con el libro “Los inocentes” de Oswaldo Reynoso, y que debe ser analizada con coherencia, acercándola analógicamente a la realidad del mundo adolescente peruano, para luego lograr apreciaciones críticas, hoy tiende a ser un crimen. Me pregunto ¿qué pasa con el sector educación? Con este tipo de actitudes ¿queremos que nuestros jóvenes lean? ¿Qué tipo de comprensión lectora intentan trabajar? O ¿nos quedamos en el siglo XVII? ¿Se quiere crear tabúes de obras literarias? ¿Nos gusta vivir en la ignorancia? "Los inocentes" es una novela que por su temática se actualiza constantemente, y radica ahí, justamente, su valía. No podemos olvidar que esta publicación es un ícono literario por su estilo, pues además de ser el primer libro peruano del siglo XX que incorpora en sus páginas el lenguaje de los jóvenes de la urbe, penetra en el pensamiento de este grupo humano. Este aporte hace de él un texto vigente, si bien en su época de aparición fue un escándalo, hoy la realidad ha superado la ficción. Recordemos que José María Arguedas dijo del autor: “Reynoso ha creado un estilo nuevo: la jerga popular y la alta poesía reforzándose, iluminándose. Nos recuerda un poco a Rulfo, en esto”. Ahora corresponde a los docentes trabajar una comprensión inferenciada y crítica, no solo literal. No se puede tener miedo de influir negativamente en los adolescentes. No justifiquemos la incapacidad con expresiones escandalosas, si uno de los alegatos para esta mezquina actitud es el uso de su lenguaje, imagínense a sus personajes hablando santurronamente, como lo hacen los protagonistas de la pésima línea de autoayuda. La ficción se nutre de la realidad y el lenguaje expresa el sentir de quien comunica y se codifica a partir de intencionalidades y voluntades de ciertos grupos determinados como sucede en la novela. Esta riqueza nos plasma Reynoso y puede ser aprovechada para analizar, por ejemplo, los planos fónicos, morfosintácticos o semánticos del lenguaje humano. Si tocamos el aspecto temático y se escandalizan por su tratamiento, analicen la semantización de la realidad a través de sus personajes. Es aquí donde se crea polémica, hecho fundamental para el desarrollo real del pensamiento del hombre. No seamos, pues, falsos cucufatos. Leer literatura implica necesariamente descubrir, a través de ella, el mundo complejo, caótico, pero sobre todo heterogéneo. No podemos tapar el sol con un dedo, ni mostrar modelos ideales, el hombre desde los albores es sumamente complejo y el proceso de comprender esta complejidad hace de nosotros seres mejores, y la literatura es un canal increíblemente dúctil para ello. Oswaldo Reynoso es un clásico de nuestra literatura peruana.

1 comentario:

  1. ACASO CULTURIZAR NOS INVOLUCRA HACERLES LEER A NUESTROS NIÑOS MENORES DE 12 AÑOS ESTA OBRA DONDE INSULTA LA INTELIGENCIA CON VULGARIDADES QUE SOLAMENTE CAVE EN LA MENTE MORMOSA Y PEDOFILA DE QUIENES LO DEFIENDEN, ENTONCES EMPIECEN A LEER EL PENSAMIENTO GONZALO, LA VERDAD ESTA OBRA ES UN TERRORISMO PARA LA MENTE DE NUESTROS NIÑOS.

    ResponderEliminar

Escribe tu comentario aquí.