Deseos
Alberto Benza
—Tres deseos te concedo —dijo el
capitán.
El soldado, con un gesto de felicidad,
pidió hacer un brindis por su patria, dos cartas: una para su esposa, otra para
su madre, y tres piedras preciosas para sus hijas.
Al finalizar las peticiones, un tic se
mostró en el ojo derecho del soldado, seguido de un estruendoso ruido, el cual
terminó por rodar el último trago de su vida.
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