Sonámbulo
Sara
Bravo Montenegro
Se levantó y se puso sus zapatos que estaban debajo de su cama. Encontró las llaves donde siempre las dejaba y abrió la puerta. Caminó por horas con rumbo ilimitado. Sintió una sensación lineal. Quizás era la mesa con la que a veces se tropezaba en la oscuridad. Movió un pie ligeramente, pero sintió un extraño vacío abismal y un viento suave. Se detuvo instintivamente antes de terminar de dar el paso. Al despertarse, vio volar unos gallinazos en círculo. El precipicio lo esperaba.
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