Cancialina Laureano nació en Viques
(Huancayo), en 1926. En su prolífica existencia consolidó notablemente su
trabajo como tejedora de fajas o “watraku”, que conservó y heredó de su
familia. Sus tejidos se han paseado por el mundo, y la han convertido en una de
sus más notables cultoras de este arte.
Falleció hace exactamente un mes, el
06 de marzo, es por ello, que con esta edición queremos rendir un especial homenaje
a su extraordinaria labor y a la faja, ese elemento que por sus virtudes
estéticas y técnica milenaria, hoy, nos enorgullece tanto como ella.
Además, con la intención de conservar
el trabajo de Cancialina Laureano y todas las tejedoras de las comunidades de
Viques, Breña y Huacrapuquio, hace pocos días, se conformó una comisión que
tiene la finalidad de elaborar el expediente para obtener la declaratoria del
“watraku” del valle del Mantaro como Patrimonio Cultural de la Nación.
En los próximos días se iniciarán las
labores de campo, que permitirán recolectar los testimonios, conocimientos y
experiencias de las tejedoras de las comunidades mencionadas, para luego
proceder a su sistematización.
La comisión está encabezada por el
eximio artista popular Pedro González Paucar, e integrada por el personal del
Área de Patrimonio Inmaterial Contemporáneo de la Dirección Regional de Cultura,
además de contar con la asesoría de la investigadora María Elena del Solar,
experta en textiles andinos, voces importantes que se unieron también para este
número especial de “Solo 4”.
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