Fernando Manuel caminó largo
Pablo Ávila Oré
Fernando Manuel caminó largo por la berma, pensando en sí mismo, tratando de convencerse de que vale la pena equivocarse. Caminó hacia el café de siempre, “Café-café”, era el único lugar donde se atrevía a dejar de pensar. Ese día fue uno de los pocos en que no pudo realizar su cometido, se sintió más infeliz que de costumbre. Antes, por la mañana, no pudo más con el destino y conoció a Manuela Fuentes. El corazón se le partió en pedazos, del sueño paradisíaco pasó a la más terrible de las realidades. Se dio cuenta, a la mala, de que Manuela, su Manuela, era de carne y hueso.
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