sábado, 3 de marzo de 2012

Un cuarto de siglo sin Andy Warhol



Roberto Loayza

Andy Warhol lograba unir, con pasmosa facilidad, mundos tan dispares como artistas e intelectuales, pero también aristócratas, homosexuales, celebridades de Hollywood, drogadictos, modelos, bohemios y pintorescos personajes urbanos. Desde pequeño sufría la enfermedad de “Corea Sydenham”, un mal por el cual no podía dominar sus extremidades y su piel se despigmentaba. Esto provocó un temprano aislamiento, lo que sería clave para el desarrollo de su inmensa obra.
En los 50, trabajó mostrando su enorme talento para anuncios de zapatos y el diseño de discos, los que fueron muy aclamados. A Warhol se le debe el nacimiento del famoso Pop Art, y es entonces cuando nos entrega sus obras más reconocidas como sus dibujos de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y las legendarias latas de sopa Campbell, una tradición indeleble de la cultura americana.
La creación de su famosa “The Factory” supuso un lugar adecuado para los jóvenes “incomprendidos” entre artistas, escritores, modelos, músicos y famosos.
En los años 60, se interesó mucho por el cine creando obras bizarras, además, de sentirse atraído por la música “underground” de la época, apadrinando a The Velvet Underground, la imprescindible agrupación liderada por Lou Reed, convirtiéndose rápidamente en el manager del grupo.



La frase más famosa del genial Andy Warhol es: "En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos". Estas apocalípticas palabras no eran otra cosa que la confirmación del poder de los medios de comunicación, la prensa amarilla y los inefables “reality shows”.
En la época en la que Estados Unidos lloraba por el asesinato de Kennedy, Warhol también fue víctima de un atentado por una de las integrantes de The Factory, Valerie Solanas. Esto provocó muchos cambios en su vida artística y personal. Así, declaró que "antes de que me disparasen, siempre pensé que estaba un poco más para allá, que para acá. Siempre sospeché que estaba viendo la tele en vez de vivir la vida".
"Hacer dinero es arte, y el trabajo es arte, y un buen negocio es el mejor arte", con estas palabras Warhol daba la bienvenida a la década de los 70, donde el desenfreno dio lugar a la calma, y empezó a dibujar a enormes artistas como Mick Jagger, Liza Minnelli, John Lennon, Diana Ross, Brigitte Bardot, Michael Jackson, y el líder comunista chino Mao Zedong.
Siempre con su carácter tímido y muy observador, a fines de los 70, se volvió asiduo a las discotecas de la época, especialmente al célebre Studio 54. Versátil como pocos, pintó también autos por encargo, especialmente de la firma BMW que corrió las 24 horas de “Le Mans”.
Próximo a los 50 años, Warhol tuvo una segunda juventud al juntarse con los artistas de vanguardia de la época, como Jean-Michel Basquiat, Julian Schnabel y David Salle; sin embargo, sus viejos admiradores se decepcionaron al considerar que se había convertido en un artista sin profundidad, fácil y comercial.
Por entonces, era un asiduo concurrente al mundillo hollywoodense, hecho que enfureció más a sus antiguos seguidores “beatniks”. El padre del Pop Art, con el sarcasmo de siempre, respondió: "Amo Los Ángeles. Amo Hollywood. Son tan hermosos. Todo es plástico, pero amo el plástico. Quiero ser plástico".
A inicios de los 80, tuvo que soportar más críticas por haber aceptado una enorme suma de dinero para que pintara a Miguel Bosé en su disco “Made in Spain”, a quien ni siquiera conocía. Bosé no sería la excepción, pues a partir de ahí su principal actividad sería pintar a personajes famosos, en una oleada tremenda de actividad, aunque carente de profundidad para sus múltiples detractores.
Pintó hasta el final de su vida, siendo sus dos últimos retratos de Lenin y Mao Zedong. En la mañana del 22 de febrero de 1987, a las 6:32 a.m., el genial Andy Warhol murió debido a una arritmia post-operatoria, había sido intervenido previamente de la vesícula.
En 1987, de acuerdo con la última voluntad de Warhol, se constituyó la Andy Warhol Foundation for the Visual Arts. Ésta no sólo sirve como su representante legal, sino que defiende su misión de "espolear la innovación en la expresión artística y el proceso creativo", y se declara "centrada, principalmente, en apoyar el trabajo de un valor experimental o rompedor".
El pintor y cineasta, cuyo nombre verdadero era Andrew Warhola, nos dejó además un hermoso legado: “En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos", algo que todos deberíamos tener en cuenta.

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