Máximo Orellana Tapia
Hace algunos meses, como parte de un trabajo académico sobre los espacios públicos en la ciudad, entrevisté a distintas personas para conocer sus puntos de vista y así confrontarlos con la realidad. Es así que a la pregunta de “¿Cómo define Ud. el espacio público de la ciudad de Huancayo?”, los resultados fueron que un escaso porcentaje (en promedio 8.3 %) utilizaron términos generales favorables como “pintoresco” o “lugar de descanso y tertulia”, mientras un gran porcentaje tenía la percepción de que son lugares reducidos con escasas áreas verdes, faltos de limpieza y abandonados entre otros indicadores.
También pudimos conocer la disconformidad con los espacios públicos, donde destaca la percepción de que éstos no son planificados y que son lugares mayormente de tránsito que “no invitan a estar en ellos”, cuyo diseño es “defectuoso y con mal gusto”, con una tendencia “kitsch” lejana a una ansiada modernidad. Por otro lado, ha sido aludida la excesiva “hibridez” con que son resueltos “muchos estilos nativos y extranjerizantes”. Asimismo, llamó nuestra atención la percepción de una entrevistada holandesa de que los espacios públicos de Huancayo “son sucios, la arquitectura es fea… pero algunas plazas son bonitas porque tienen flores y estatuas históricas”.
Otros entrevistados señalaron que los espacios públicos son “consecuencia del crecimiento desordenado, la tradición comercial de la ciudad que convierte el espacio de las calles en comercio”, por lo que en líneas generales “casi no tenemos espacio público”, inclusive teniendo en cuenta que la proporcionalidad cuantitativa respecto al número de habitantes es de sólo 2.13 metros cuadrados por persona.
Son considerables también las opiniones de que los espacios públicos se encuentran congestionados por los vehículos: “abrumados por la máquina y no para el hombre”, además de ser insuficientes y saturados, pues constantemente absorben múltiples actividades como desfiles, pasacalles, comparsas, marchas de diversa índole, etc. que los hacen excesivamente ruidosos con ausencia de espacios para exposiciones o teatro al aire libre.
Por ello, la percepción ciudadana, en su crudeza y situación real, es que la problemática de los espacios públicos aún no ha sido abordada con amplitud y profundidad. Por lo tanto, hace falta trabajar mayores y mejores propuestas que eleven la calidad de vida urbana en Huancayo, ya que constituyen uno de los pilares importantes en el logro de mejores ciudades.
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