El equipo ideal de la Región Centro
Jorge Jaime Valdez
“Titulares y suplentes…” (Bisagra Editores, 2010) reúne en sus páginas una selección de relatos cortos de diferentes escritores de la región, consagrados, aspirantes y verdaderos aficionados.
El escritor antologado más importante es Edgardo Rivera Martínez con “Ángel de Ocongate”, que fue ganador del Concurso de Cuento de las 1000 palabras de la revista Caretas en su primera versión (1981), cuyos jurados, Mario Vargas Llosa y Blanca Varela, quedaron rendidos ante esta joya literaria que, con aliento poético, nos cuenta la historia triste de un ángel caído que vaga por el mundo sin saber su origen.
Otro cuento redondo, metalingüístico y exquisito en el uso de la lengua de Cervantes es el “El capítulo de los obsesos”, de Sandro Bossio, que recrea el que sería un capítulo perdido del Quijote de la Mancha, nada menos; que además tiene un final sorprendente y que gana por “knock out”, como recomendaba Julio Cortázar.
“Aguacero”, del ayacuchano Julián Pérez —quien obtuvo el Premio Nacional de Novela Federico Villareal con “Retablo” el 2003—, es otro cuento hermoso. Con un lenguaje poético reinventa el hablar andino que tanto gusta y tanto buscan otros escritores reseñados en este libro, pero con menor fortuna.
El huanuqueño Samuel Cárdich presenta un cuento breve muy consistente: “Canción para Isabel”. Y el joven escritor huancaíno Augusto Effio, con una prosa precisa y fluida, nos regala un relato inédito, “Vírgenes”, ambientado en un lugar imaginario, como es usual en su narrativa. San Cristóbal es una ciudad que aparece en su primer libro de cuentos “Lecciones de Origami”, a la manera de Macondo, Comala o Santa María; obviamente, salvando las diferencias.
Hay varios cuentos interesantes pero les falta pulirse, son bastante irregulares y hay otros errados que no deberían estar en esta selección ideal. Uno de los puntos en contra de esta selección es que se mezcla a escritores enormes, con otros muy pequeños, pues encontramos jugadores que ya dejaron de ser titulares y bien podrían dirigir equipos mundialistas o hay titulares indiscutibles cuyos pases a ligas mayores valdrán millones, pero hay suplentes que no deberían estar convocados; es más, que ni siquiera deberían jugar. Finalmente, el esfuerzo de Bisagra Editores por conformar la selección ideal de jugadores (escritores) del centro gana la apuesta y merece leerse con pasión y devoción de verdadero hincha futbolero.
Creo que también podría darse la misma luz verde al cuento de Zein Zorrila, al de Percy Galindo o al de Juan Manuel Juárez Verástegui (Estación de ratones y simplemente perturbador).
ResponderEliminarNi Patricia Tauma ni Luis Puente de la Vega deberían haber sido "convocados".
A mi parecer está bien que fueran convocados Luis y Patricia, que a mi modesta opinión, sus cuentos tienen su propio estilo y sugieren, ahora es muy diferente las opiniones que se vierten por enemistad, diferencia de ideas y pensamientos o afiliaciones grupales literaria o de otra índole, menos la apreciación literaria.
ResponderEliminarFácil es escribir por pica sin una razón sustentada.
Patricia Tauma y Luis de la vega están iniciando su carrera literaria, leí sus cuentos y con razón de causa, manifiesto como asiduo lector, que ambos cuentos, no están mal para empezar, es más, hicieron bien los chicos de Bisagra al convocarlos,sin embargo, ya más adelante daremos nuestro veredicto sobre la evolución literaria de estos noveles escritores.
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