lunes, 21 de febrero de 2011

Huarivilca, el emblemático monumento arqueológico en peligro

Manuel F. Perales Munguía

En el siglo XVI, el extirpador de idolatrías Cristóbal de Albornoz escribió la famosa “Instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y sus camayos y haziendas”, manual redactado para ayudar a los clérigos católicos a identificar, confiscar y destruir los objetos y lugares más sagrados de las poblaciones andinas y, de este modo, desterrar su religión. Precisamente en este trabajo Albornoz menciona a “Guaribilca” como “guaca muy prencipal de los dichos (indios) ananguancas, es una piedra como indio. Está en un llano junto al tambo Guancayo, cerca, en un corral”, referencia que complementa aquéllas otras que también nos han brindado Pedro Cieza de León, Juan Santa Cruz Pachacuti y Titu Cusi Yupanqui, las cuales, en su conjunto, no hacen sino denotar la singular importancia del santuario de Huarivilca como un gran templo-oráculo, cuyo prestigio se extendía mucho más allá de los confines de nuestra región y que los mismos incas tomaron muy bien en cuenta luego que conquistar el valle del Mantaro.
Gracias a la información proporcionada por estas fuentes etnohistóricas un equipo liderado por Federico Gálvez Durand pudo identificar este viejo templo en 1931. Décadas después, a iniciativa de la Comunidad de Huari y bajo la dirección de Ramiro Matos, en 1964 se iniciaron las primeras labores de limpieza y restauración, no obstante las críticas a dichas obras que hicieron los estudiosos norteamericanos Daniel Shea y David Browman por no respetar el aspecto original del monumento. Un tiempo después, entre 1986 y 1987, se llevaron a cabo nuevos trabajos a cargo de José María Gálvez y, luego, del Instituto Nacional de Cultura, esta vez con la intención de evitar el colapso de los muros del edificio. Hacia los años de 1995 y 1996, se gestionaron y llevaron a cabo nuevos intentos al mando de David Motta Pérez, los cuales quedaron interrumpidos como consecuencia de su fallecimiento. Después de ello el Instituto Nacional de Cultura nuevamente asumió tales labores, que incluyeron la remodelación total del Museo de Sitio.
Sin embargo, pese a todos estos esfuerzos, en nuestros días el otrora famosísimo templo-oráculo de Huarivilca se encuentra nuevamente en serio riesgo de colapsar a raíz de las fuertes lluvias que vienen cayendo en la región, situación que se complica por la presencia de un complejo sistema hidráulico subterráneo que existe en el lugar y que también está dañado, debilitando los cimientos de las construcciones, tal como han demostrado los recientes trabajos de los investigadores Steven Wirtz y Jacqueline Bernuy. De no tomarse cartas inmediatas en el asunto, podríamos lamentar graves pérdidas, incluyendo vidas humanas, por el riesgo de desplome de los muros. Hacemos un llamado a todas las instancias e instituciones pertinentes a ejecutar intervenciones de emergencia a fin de preservar la integridad de este importante sitio arqueológico, sin duda el monumento prehispánico más emblemático de toda la provincia de Huancayo.

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