lunes, 21 de febrero de 2011

Microcuento

Hogar
Pablo Nicoli Segura

El frío era tan intenso que papá Gepeto no lo pensó dos veces, cogió los trapos, los trozos de madera y los arrojó al fuego. Al menos así la llama se avivaría una hora más y Pinocho no volvería a tiritar de frío, y menos mentiría de nuevo.

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