sábado, 1 de enero de 2011

Año Nuevo andino

Leonardo Mendoza Mesías

Inti Raymi: la celebración del nuevo año andino, en junio.


Desde la antigüedad en todas las culturas o civilizaciones del planeta se ha celebrado el año nuevo o el inicio de un nuevo ciclo. Pero el mes de enero no siempre ha sido el primer mes del año. Es decir, la celebración del año nuevo tuvo lugar en diferentes fechas, pero todas ellas cercanamente relacionadas al solsticio o equinoccio. Por ejemplo, en la Roma antigua se celebraba en el mes de marzo, que era dedicado al dios de la guerra; entre los chinos el inicio varía entre diciembre, enero o febrero (este año se inicia el 03 de febrero y es del conejo); en los mayas se iniciaba en julio y en el incanato el mes de junio marcaba el inicio del año nuevo.

En la actualidad, el mundo celebra el primero de enero como la llegada del año nuevo debido a la occidentalización de las culturas; además, la utilización del calendario Gregoriano -impuesta por el Papa Gregorio XIII en 1582- hace que iniciemos el año en enero. Recordemos que enero (Januari) fue llamado así en honor al dios Janus que tenía dos caras: una que miraba hacia el pasado y otra hacia el futuro. La masificación de esta costumbre no exceptúa a la cultura andina aunque queda claro que en ella perviven las costumbres ancestrales quechuas y aymaras. Pero, ¿cuáles son las características de las celebraciones del año nuevo? En los Andes peruanos, como en otras partes del mundo, el año nuevo significa celebración y júbilo. El año nuevo occidentalizado se celebra con un sinnúmero de fiestas familiares muy populares en los ámbitos citadinos y rurales mientras que el año nuevo oriundo u originario es celebrado con el Inti Raymi o fiesta del sol, que marca el inicio del solsticio de invierno.

Aunque quisiéramos asumir la magnitud del tema, por cuestión de espacios solamente abordaremos lo siguiente: ¿Cómo son las celebraciones del año nuevo andino occidentalizado en estas partes de nuestro querido Perú? Las celebraciones y festejos del año nuevo con influencia occidental se han masificado y hoy en día son muy populares, mientras que las originarias se han reducido sólo a ciertos sectores; en las ciudades o capitales de provincia son más familiares y predomina visiblemente la exacerbada individualización juvenil observable en cuanta discoteca exista mientras que en las zonas rurales son más convocantes, más colectivas, a la mayoría de sus miembros, como lo podemos ver en el distrito de Mito con la Huaconada; representan una filosofía de vida, una forma de pensamiento; es decir, es parte de su cosmovisión, la cual se caracteriza por muchos elementos entre los que destacan la dicotomía, la complementariedad y el sincretismo; en otras palabras, transcurre entre la familia y lo colectivo (fiesta o discoteca), entre el individuo y el grupo (evitando la soledad o exclusión social), entre lo sagrado y lo profano (usando una cábala como la de las trusas amarillas o las doce uvas), derrochando energía y euforia como consecuencia de las motivaciones alcoholizantes ingeridas. Sea como fuere, aquí, allá o por ahí, hoy es tiempo de celebrar y por tanto: ¡Feliz Año Nuevo, señores!

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