Este libro contiene relatos que nos
conciernen, que hablan de nosotros, y cuando eso se
logra, es difícil olvidar un libro, es difícil no quererlo, y más aún con la
genial reseña de Jorge Eduardo Benavides: «Los cuentos de Gunter Silva nos
ofrecen una mirada distinta a la migración sudamericana que desembarca en las
capitales europeas; a la soledad londinense que
transpiran estos relatos, se suma el delicado mecanismo de la intimidad que
atisbamos en sus personajes. La composición casi etérea de las tramas urdidas
hacen de estas crónicas londinenses, una lectura tan placentera como
inquietante», y la acertada opinión del novelista
Héctor Meza Parra: «El escritor nos ofrece con este libro un manual sobre la
filosofía del amor al paso». Queda realmente muy poco que añadir, pero es
necesario agregar que “Crónicas de Londres” es una verdadera joya.
Alguien se da cuenta de lo que ha
perdido en su vida gracias a una vieja foto. Un joven atraviesa Londres para
encontrarse con una mujer que cambiará su futuro dentro de un McDonalds.
Un catedrático de arte comienza a sospechar que la mujer que ha entrado en su
vida, no solo es una mujer bella,
sino todo un enigma. Un muchacho es recogido en un Jaguar
verde metálico, cerca de la embajada Australiana en Londres, por una mujer que
se hace llamar Lottie. Son, todas ellas, existencias que se debaten entre la
migración, la nostalgia, el azar y el amor.
Estos elementos constituyen el
pretexto para levantar una escritura donde las historias de cada personaje se
vuelven universales. Estos textos trafican sensaciones, protagonizan sombras,
pues el lector encontrará una velocidad impulsada por un viaje en
fórmula uno.
El escritor busca la voz del hombre
sin voz, del que juega con la pelota en cancha ajena, muchas veces sin papeles y
con el árbitro y las leyes en contra. Gunter Silva, con sencillez e intensidad,
ejercita la economía lírica, su reparo a hablar sin
necesidad, atento a la lengua popular de su gente, nos hace viajar por la
Europa de nuestros tiempos. Con esa voz serena y sencilla, no por falta de
asuntos sino por rechazo de lo accesorio,
escueta pero sustanciosa.
Con esa prosa honesta, cuenta las
historias extravagantes de los latinos en la capital inglesa que también podría
ser la capital del mundo, habla de la condición humana con tonada asequible y
alcance universal. Quizás, si hay algo que criticar, es el abuso del inglés en
su prosa. Hay un impacto fuerte de esta lengua en Silva, pero en un libro que
habla sobre la migración, una lengua demás es perdonable.
Esta colección de cuentos es la Biblia del inmigrante. Muy buena!
ResponderEliminarTerminé de leerla. Gracias por el artículo!
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