Isaac Lindo Vera
En este cuento, el autor nos narra un hecho luctuoso de la guerra con Chile, durante la Campaña de la Breña, teniendo como protagonistas a Marcelo y Margarita en esta gesta acontecida en la sierra central peruana.
Marcelo, soldado del ejército chileno, fue herido por un rejonazo en una emboscada con galgas, planeada por los montoneros de Cáceres. Desde el momento en que fue hallado por la pastora Margarita, fue socorrido. Ella, al observar que el joven agonizaba, resuelve llevarlo a su casa y salvar su vida. El apacible hogar de sus padres se ve alterado con la presencia de aquel soldado herido y desconocido.
Marcelo, al verse solo en aquel lugar, con gente diferente a él, con lengua —Quechua— y costumbres ajenas, se deprime y siente una nostalgia infinita por los suyos. Al ver en las noches el cielo despejado y la constelación de la Cruz del Sur, recuerda a Santiago de Chile, su ciudad natal, las palabras tiernas de su madre, el anarquismo paterno y a su enamorada Daniela.
Este cuento de Alberto Chavarría es un buen pretexto para que nuestros alumnos lean, conozcan, debatan y esclarezcan, con la conducción de sus maestros, cuáles fueron las motivaciones principales de la Guerra con Chile y quiénes fueron los verdaderos gestores de esta contienda que enlutó Sudamérica desde 1879 hasta 1884. Es un material de estudio para entender y compartir con nuestros estudiantes, que quienes concibieron esta beligerancia no fue la clase media, ni mucho menos el pueblo chileno, sino la oligarquía enquistada en el poder, en complicidad con la iglesia y el capital extranjero, principalmente la inglesa, como dice en el cuento el padre de Marcelo.
Además, se pone en claro que fue esa élite la que sembró, en la clase media de su país y en los sectores populares (a la que perteneció Marcelo en el cuento), la tesis de que eran ellos quienes pertenecían a una civilización superior y que estaban en la obligación de llevar la sociedad “civilizadora” al Perú, simplemente porque éramos una comunidad de pueblos ignorantes, analfabetos, atrasados, semisalvajes, etc.
Al respecto, en la reciente publicación de su libro “Guerreros civilizadores”, la historiadora Carmen McEvoy afirma: “La oligarquía chilena construyó un discurso nacionalista para justificar la invasión de territorios ajenos, presentándose como una empresa civilizadora, contra enemigos pérfidos y atrasados, bendecida por la voluntad divina”.
Pienso que la lectura de este cuento es un buen motivo para poder reflexionar junto con nuestros alumnos sobre la presencia chilena en nuestra patria, los procesos de reconciliación, y replantear un mejor destino para nuestro país. A ello se debe, me parece, el final del cuento, donde Marcelo se queda con Margarita en tierras peruanas, metaforizándonos que sí es posible la reconciliación.
Por fin un diario local le da importancia a un cuento magnifico como lo de Chavarría, porque en Bolivia se está guionizando para un largometraje basado en este cuento. Siempre he leído artículos referentes a un tipo que dice que es la mejor pluma de Huancayo y sus libros patanescos, bodrios y plagiazcos que escribe
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